Capitulo 3

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Los días en lo que el conocía como Grimmauld Place, ahora le parecían amenos. Había conocido a Teddy y a su esposa Victoire. Verlo había sido un impacto casi inmediato. Se parecía físicamente a Remus, las mismas facciones, las mismas manos largas y delgadas, se detuvo a pensar que quizás usaba los dotes que había heredado de Nymphadora para parecerse a él, también su carácter era dócil y calmado, tenía el temperamento de su madre y también su sonrisa.

Rose había decidido quedarse en la casa de los Potter y a Sirius aquella decisión no pudo parecerle mejor. Para su propia sorpresa, lograba pasar más tiempo con Albus y ella, que con James, aunque este de repente lo encerraba en su habitación y no dejaba de preguntarle un sinfín de cosas acerca de su pasado. Lily y Rose era quienes le rescataban a la hora de la cena y decididamente le sujetaban del brazo para que el muchacho le dejase en paz.

Había descubierto que de todos los hijos de Harry, quien mas se parecía a James y Lily era el mismísimo Albus. James Sirius, era divertido y tenía el espíritu merodeador de su abuelo, pero Albus era determinado, y tenía esa pequeña manía de despeinar su cabello frente al espejo, también de sonreir de medio lado, complacido cuando resolvía uno de sus problemas en el diario muggle. Era paciente y tenía esa alma bondadosa, que había caracterizado a Lily. Albus era el Cazador del equipo y Sirius encontró mas afinidad en conversar acerca de las jugadas que había visto hacer a James alguna vez.

- Rose me ha dicho que se llevan bien – soltó Albus mientras jugaba con su Quaffle, lanzándola y atajándola nuevamente.

- Sí, me recuerda mucho a Lily, tu abuela – aclaró con rapidez.

- ¿En serio? – el muchacho parecía gratamente sorprendido – Rosie es con quien mejor me llevo de mis primos, aunque a veces se encierra en su mundo a estudiar, creo que aspira ser Ministro el próximo año – bromeó haciendo reir a Sirius.

- ¿Tienes alguna novia?

- He escuchado que en tus tiempos eras un rompecorazones, ¿me darás unas clases?

- Puedo dártelas, si deseas – Sirius sonrió – aunque siendo el hijo de Harry Potter, no creo que te haga falta mi ayuda, ¿o ese es el problema?

- Algo así.

El ojigris estaba sorprendido de que el muchacho se sincerara con él, de pronto algo en su pecho le hizo sentir tibio, reconfortado, eran los mismos momentos que compartía con James cuando estaban en Hogwarts.

- Tu abuelo era el mejor dando consejos para salir con chicas, a mi solo se me acercaban sin yo necesitarlo.

- Que arrogante - Albus le lanzó la Quaffle y rió – suenas como mi hermano. ¿Cómo era el?

Aquella pregunta era muy diferente de la que había hecho James. Albus parecía curioso, y era el único de los hermanos Potter que no se había interesado en preguntar nada concretamente.

- Es extraño – continuó – siempre he escuchado hablar de cómo Lily y James Potter dieron su vida para salvar a papá, son una especie de leyenda, todos le dicen a papá lo mucho que se parece a ellos pero solo es eso, lo que otros dicen. Tu los conociste mejor, fuiste su mejor amigo.

Sirius permaneció en silencio unos minutos, mirando hacia el techo y recordando las caras de ambos. Los extrañaba, de eso no había ninguna duda, pero ya no podría verlos. No había vuelta hacia el pasado.

- Cuando volví a ver a Harry, me recordó tanto a James, incluso en como llevaba su cabello, los mismos ojos de su madre, la misma fuerza de ambos, pero...ahora que los conozco a ustedes, puedo decir que me recuerdas mucho mas a James y a Lily - Albus se giró hacia él – Con James podías hablar de cualquier cosa, y físicamente era como Harry, como eres tu... - suspiró – James era mi mejor amigo, habría dado mi vida por el si fuese necesario. Estoy seguro que los querría, a ti y a tus hermanos.

Desde el Velo - Marauder's StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora