¡Agh! ¿Podía el idiota integral de Pierce ser mas soso? Sinceramente, adoraba los halagos pero Rodell Pierce era un somero estúpido. Era guapo, lo normal en realidad, pero nada comparado con mi querido tormento.
A veces, me sentía una tonta. Queriendo a alguien que no me quería en lo absoluto. Albus estaba enamorado de Alice y sinceramente, yo era la piedra que se atravesaba en su camino de vez en cuando.
¿Que pasaba si solo había accedido a estar conmigo para olvidarla? ¿En serio quería ser solo su consuelo? Amaba a Albus, pero no quería que solo me viera como la persona que lo ayudó a olvidar a otra.
- Nora, ¿todo bien? - me preguntó Rodell mientras me miraba - Te ves pensativa. No me digas que andas pensando en Potter.
- ¿Potter? ¿Por qué habria de pensar en él?
- Bueno, todos sabemos que andas coladita por él y ni siquiera te nota. Incluso se que solo te metiste en el equipo por ese pedazo de asno - me dijo haciendo que comenzara a hervirme la sangre - ¿Que le ves? ¿Es por el apellido? Mi padre se ha ganado mejor fama sin tener que pasar por tanto sufrimiento.
El muy idiota estaba riendo y solo quería matarlo ahí mismo. Pero Narcisa me mataría y mi tío Draco seguramente me mandaría con mi padre. Cualquier cosa menos quedarme con ese traidor.
- Harry Potter salvó al mundo mágico, Pierce. Cuando el Quidditch sea la cura a alguna enfermedad, me avisas - dije con tanta arrogancia que me sorprendí - jamás le llegarás siquiera a lo que es Albus.
- Oh, ¿la tiene grande?
Maldito bastardo.
- No es un secreto que te acostaste con Potter. Lo vimos salir de tu habitación. ¿Me dirás que leían? - su sonrisita detestable comenzaba a darme ganas de matarlo con mis manos incluso si dañaba mi pintura - Te aseguro Greengrass que te podría hacer sentir mejor de lo que seguro el santurrón de Potter ha logrado. ¿Al menos te ha gustado?
- ¿Es tu problema? Seguro eres tan virgen que los muggles te rezan - dije citando a una de las chicas de Hufflepuff aunque ni siquiera sabía que quería decir aquello.
- Nora Selene, te juro que me gustas. ¿Por qué solo no me aceptas y asunto zanjado?
- Porque creo firmemente en casarme por amor y no por conveniencia - dije ya cansada. ¿Por que mi tío debía llevarse a Scorpius? En estos momentos sería util que me interrumpiera como de costumbre.
- ¿Hablas de lo que hizo tu tía Astoria? ¿Si sabes que muchos la rechazaron por casarse con un Malfoy?
- ¿Eso que? Ni se te ocurra hablar mal de mi tía Astoria. Tu sucia boca solo la mancillaría - dije con molestia y mirandole casi con furia - ella amaba a Draco. Nunca le importó lo que fue, solo cuanto la quería.
- ¿Prefieres amor? Esta sobrevalorado Nora. Mira a mis padres y los tuyos. Mi madre solo esta con mi padre por su dinero e incluso todos sabemos de sus andanzas con un tipo muggle en New York. Tus padres se separaron, ¿no es así? ¿En serio aún crees en el amor?
Había sido un golpe bajo. Pero realmente no quería terminar como mis padres. Escuche que alguien había tocado el adabajo de la puerta pero el elfo Proctor salió tan rapido que casi parecia un destello. Vi como Narcisa salía rapidamente a ver quien había llegado.
- ¡¿Que haces aquí?!- fue lo que escuché y me apresuré a acercarme junto con Rodell.
Mi sorpresa era definitivamente enorme. Sirius Black estaba parado con una sonrisa tan arrogante que daba gracia, Narcisa parecía a punto de desmayarse en cualquier momento.
- ¿Ya no se puede visitar a los parientes? ¡Vaya que te ves vieja Cissy! -dijo Sirius sorprendiendome de aquel apodo - ¿Nos dejarás pasar?
¿Nos? Miré mejor y mi corazón se aceleró al ver a Albus tan guapo y sobrio parado allí junto a Sirius. Me miró y yo traté de mantener mi compostura.
- Scorpius no está - soltó Narcisa con fuerza - y estoy segura Sirius que volver de la muerte solo para matarme de rabia, no es tu único propósito.
- Oh por supuesto que no. Pero me impresiona saber que realmente no eras tan detestable como pensaba y quien diría que tu nieto sería un buen amigo mio.
Debía admirar a Sirius y su descaro. ¿Acaso seríamos familia? Reí en mi cabeza.
- Podemos esperar que Scorpius llegue, ¿no? ¿Acaso se te olvidaron los modales aprendidos en la mansión Black? - espetó el ojigris - ¡Hey Nora! - me saludó - ¡Que guapa! ¿Te importaría acompañarnos mientras esperamos?
- Nora tiene una visita - siseó Narcisa y me molesté - ¿Tu padre sabe que estás aquí Albus?
- Mi padre siempre sabe donde estoy señora Malfoy, sabe que vine a su casa, por supuesto.
Oh, que delicioso escucharlo. Cualquiera que escuchase a Albus hablar, diría que venía de una casa con lujos, pues sus modales exquisitos eran demasiado para cualquiera.
- ¿Le importaría si puedo hablar con Nora mientras esperamos a Scorpius?
- Bien, pasen. Pero no te quiero cerca de mi, Sirius - dijo con desdén hacia Sirius quien se encogió de hombros.
- Como quieras Cissy.
Un momento. ¿Hablar conmigo?
Los dos habían entrado y como por arte de magia Narcisa había desaparecido dejandonos a Rodell, Sirius, Albus y a mi allí parados.
- No lo había notado Greengrass. Ya se de donde conozco tu apellido - me dijo de pronto Sirius - sangre limpia por supuesto y esos ojos... tienes los ojos color ambar. Solo conocí a una persona con ellos. Pero, no explicaría por que tienes el apellido.
- Supongo que hablas de mi abuela Gwendolyn - razoné. De ella había sacado el color de mis ojos, los mismos que mi padre - el padre de mi padre murió antes de poder darle el apellido, así que mi tío abuelo Ghunter le heredó el apellido Greengrass a mi padre.
- No te habia detallado. Te le pareces increíblemente - dijo sorprendido - hasta en el cabello castaño claro y todo - me observó.
- No me digas Black, saliste con mi abuela en tu epoca - solté cruzada de brazos y Sirius me miró y sonrió.
- No, Gwendolyn era la prefecta de Slytherin cuando llegué en mi primer año - soltó con una risita - para ser una serpiente, tenía el corazón demasiado blando y siempre me dejaba ir sin algún castigo. No te lo negaré la recuerdo por eso, era muy guapa como tu.
- Espero no hables mal de las serpientes, Blackcito. Estas entre ellas - dije y el soltó a reir.
- Entonces, mira a quien tenemos aquí - habló Rodell y yo bufé - Potter. ¿Desde cuando te la pasas entre los mortales?
- ¿Por que siempre eres tan idiota Pierce? Te juro que si no estuvieses en el equipo y fueses tan bueno, te habría sacado a patadas - le dijo con seriedad - Vine a ver a Nora.
- Pues ella está conmigo.
- No. No estoy contigo - dije mirandole con desdén - de hecho ya me estaba durmiendo toda tu cháchara sin sentido Pierce. ¿Por qué no haces lo de los conejos en los sombreros y te desapareces?
Escuché al idiota de Black reprimir una risita y a Pierce gruñirme. Sin embargo, solo le dio una mirada desdeñosa a Albus antes de abrirse paso y largarse.
- Que caracter. Me agradas.
- A mi me agradan los tipos que se quedan calladitos, Black - dije sonriendo y el me devolvió el gesto.
- Eso explica por qué te cae tan bien mi Albus - dijo y vi como mi adorado castañito se sonrojaba. Tan adorable - Bien, a lo que viniste.
Black le dio un empujón a Albus quien me miró y sentí como me cosquilleaba el estomago.
- ¿Crees que podamos hablar a solas? - dijo con esa voz llena de madurez y fuerza.
¡Ay Merlin!
Ayudame. Albus Potter acabará conmigo sin usar nada de magia. Solo con esos ojos verdes y sus labios suaves y delgados.
ESTÁS LEYENDO
Desde el Velo - Marauder's Story
FanficLa vida nos devuelve lo que perdimos, de la forma en que menos esperamos.