GOT: La espada de Cristal

29| Monstruos de lodo

Myrcella salió del charco de lodo y comenzó a toser escupiendo toda la tierra que se le había metido a la boca, puso ambas manos en el piso para sostenerse y parpadeó lentamente sintiendo la luz de sol estorbarle.

Gendry a su lado hizo lo mismo y sacudió sus manos quitando el lodo que se almacenaba en ellas, quito un poco de lodo de su rostro y miró el pasillo solo. Sonrio satisfecho al ver que el plan había funcionado.

La rubia estiro sus brazos llenos de lodo ya seco impidiendole moverle, luego miro su traje todo sucio y gracias a una ventana mugrienta frente a ellos hizo que la chica gritara.

-¿Que?- pregunto alarmado Gendry ante el grito de Myrcella- ¿Guardias?

Myrcella señaló la ventana y Gendry alzó una ceja sin comprender.

-¡Estoy llena de lodo!- grito la rubia con horror.

Gendry puso una cara de aburriemiento y sacudió su mano para que el lodo restante cayera.

-Vamos- ordeno el chico comenzando a caminar hacia el pequeño mercado dodne habían caído horas antes.

-Pero...- protesto Myrcella.

-Andando.

Gendry comenzó a caminar lejos de la chica hasta llegar al mercado, varias personas compraban en el y una que otra robaba sin ser vista. Myrcella se puso a su lado y ambos comenzaron a subir las escaleras bajo miradas curiosas.

Una mujer tomó a sus dos niños y los alejo cuando Gendry y Myrcella pasaron a su lado, la rubia abrió su boca con indignación ante la acción de la mujer pero siguió caminando.

-¡Guardias!- grito un hombre sobreslanto a ambos chicos y haciendo que ambos se detuvieran paralozandolos ante la voz- ¿Donde están?

-Los hemos perdido señor- contesto otro parado firmemente ante el hombre que había preguntado.

Gendry pasó al lado de guardia seguido de Myrcella, el guardia los miró fijamente e hizo una mueca de asco que no logró disimular. Myrcella lo fulminó con la mirada dispuesta a hacer una toneria pero la mano de Gendry en su muñeca hizo detenerla.

Subieron los escalones hasta llegar a la otro parte del pueblo, frente a ellos Arya y Aerys empapados buscaban entre la gente alzando sus cuellos a tal punto de poder romperse.

Grndry frunció el ceño y se miró a Myrcella quien escupía un poco de oodo que aún tenía en la boca.

Aerys posó sus ojos en Gendry, pero debido al lodo no lo reconoció

-No traigo monedas- solto Aerys mirando al hombre de lodo.

-Somos nosotros- susurro Myrcella, Arya abrió sus ojos y los miro de arriba a abajo.

Se quedaron callados unos segundos mientras que Arya y Aerys miraban con atención a los chicos llenos de lodo.

-Parecen unos monstruos- río Arya soltando una sonora carcajada.

Gendry rodo los ojos y nego.

-¿Que les pasó?- hizo una mueca Aerys mirando a ambos.

-Debiamos huir y escondernos, y bueno- se encogió de hombros Gendry- Nuestra salvación fue ese charco de lodo.

Arya hizo río y nego al mismo tiempo.

-¿Que les pasó a ustedes?- pregunto Myrcella antes de que rieran.

-Caimos en el río White, también fue nuestra salvación.

Los cuatro chicos miraron hacia el pequeño mercado, sus ojos se posaron en los guardias quienes con enojo maldecian a la gente y algunos destruían sus estantes, Myrcella fruncio el ceño con enojo pero no se movió de donde estaba.

-Debemos irnos- anuncio Gendry mirando a Aerys- Esta comenzado en caos y es una ventaja para desaparecer.

Arya asintio y comenzaron a alejarse de la gente, Myrcella miraba hacia atrás con el ceño fruncido y los llantos de los niños hizo que acelerara el paso.

La tiranía de su Cersei Lannister hizo que Myrcella comenzara a odiar a su madre poco a poco.