5| Tormenta de lobos

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-El aire es muy fuerte Lord Targaryen- hablo una de las mujeres.

-Tal vez sea algún herido- contestó el chico mientras caminaba hacia la entrada de la casa Stark- Será rápido.

Arya miraba desde atrás y alzó la vista hacia la nieve que se arremolinaba en el aire.

-Voy con el- hablo.

-Lady Stark, es peligroso.

Arya fruncio el ceño y nego, Aerys entendió esa chica no era de reglas ni mucho de menos de obediencia. Paso al lado de chico y ambos salieron al frío del exterior, el chico levantó la antorcha entre el aire y comenzó a caminar por donde escuchó el golpe.

Arya lo siguió callada, nadie le ordenaba, frunció el ceño al no mirarlo y alzo la antorcha, la flama se movía de un lado a otro con forma amenazante de apagarse. Comenzó a caminar mientras se hundía en la nieve hasta que logró ver una figura larga y acostada, gigante para ella, al llegar puso la antorcha frente ella y miró al dragón lastimado.

Un aullido hizo que esta se girara hacia la tormenta, movió la antorcha de un lado a otro buscando al posible animal pero no había nada más que nieve y viento.

No podían ser sus lobos ya que se encontraban adentro. La antorcha se apagó debido al viento y un gruñido detrás de ella hizo que se quedara estática.

Aerys miró al lobo mientras estaba al lado del dragón, luego miro a la chica quien de espalda y estática estaba.

-Stark- hablo.

La chica solo lo escuchó.

-Camina hacia mi

-Si me muevo, moriré.

Aerys la miro y estiro su mano.

-Acerquese lentamente.

Arya comenzó a caminar de espaldas sin dejar de mirar a los lobos que amenazaban con atacarla, al llegar al lado del chico, este desenfundó su espada y señaló a la manada

-Suba al lomo del dragón.

Arya lo miro fijamente.

-Ahora- miro de reojo el rubio.

Arya comenzó a escalar las escamas del animal y se sento aferrándose al dragón, Aerys con la espada en alto comenzó a caminar de espaldas hasta llegar al dragón, guardó lentamente el arma y comenzó a subir al dragón.

-Sugetate de donde puedas- ordeno.

-¿De donde pueda?- pregunto Arya abriendo sus ojos de par en par.

Viserion comenzó a moverse haciendo que la chica apretara sus manos en la escama del animal, luego solto un gran sonido y después una gran ráfaga de fuego que auyento a los lobos. Comenzó a moverse hasta poder estirar sus alas y luego comenzó a caminar con velocidad hacia el barranco donde se impulsó y voló.

Los ojos de Arya se abrieron ante el jalón que sintió en el estómago y el dragon voló por los aires mientras que la chica miraba hacia abajo como los lobos miraban y se atacaban uno con otro.

-¿Donde vamos a descender?- pregunto Aya mirando al chico quien únicamente miraba hacia el frente.

Los ojos lilas de Aerys se posaron en ella y luego sonrio.

-Crei que querías volar un dragón.

Arya fruncio el ceño sin dejarlo de ver.

-No lo estoy volando yo, lo haces tú.

Aerys se giró a verla y río, luego regresó su vista hacia el frente y el dragón comenzó a descender cerca de la casa Stark donde los lobos ya se habían ido.

Arya fue la primera en bajar y luego de giro a verlo.

-¿Por que tu no tienes un dragon?

-No lo necesito- sonrio el muchacho.

La chica lobo asintio y dio media vuelta alejándose de él.

-De nada- le grito.

Arya lo miro.

-¿Disculpa?

-Te salvé la vida.

-Pude salvarme la vida yo sola.

Aerys se acercó a ella y río.

-No, no podías, no tenías un dragón que te rescatara y yo si.

Arya entrecerró los ojos y luego río.

-¿No que no necesitas los dragones?

El rubio frunció el ceño y miró al gran dragón que estiraba las alas.

Antes de que pudieras contestar, Arya se alejó de él hundiéndose en la nieve entrando a la casa.

GOT: La espada de CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora