Miró las hojas que se iban acumulando en la acera. Presionó la ballesta en su pecho. Aquello significaba que el invierno estaba más próximo de lo que esperaban. El anterior habían sobrevivido a duras penas, no quería ni pensar como sería aquel.
—Falta menos de un kilometro para que lleguemos —musitó Conny.
Cass asintió y siguió el paso de su amiga y de Owen. Destiny se encontraba tras ella y parecía cada vez más nerviosa cuando salía al exterior.
—Ve por delante de mí, Des —le señaló a su amiga.—, yo cuidaré la retaguardia.
La chica asintió sin decir ni una palabra.
Caminaron unos cuantos metros en fila india.
—¿Cómo sabremos si funciona o no? —Preguntó Destiny por octava vez en lo que llevaban de camino.
Owen la miró por encima de su hombro.
—Tan sólo salimos a buscar un refugio secundario.
La otra asintió, otra vez.
Continuaron caminando. No debían estar lejos, pero entonces Conny se paró en seco.
—¿Qué ocurre? —Susurró Cass.
—Está muy calmado.
—Eso es bueno, ¿no? —Dijo la otra chica.
Conny negó con la cabeza. Miró hacia un lado y hacia otro.
Desde hacía unas calles que no se encontraban a ningún zombi. Eso les llamó la atención.
Entonces, escucharon un grito a la lejanía.
La pelirroja echó a correr, seguida por Owen, Cass y por último Destiny.
El grito provino de pocas calles más abajo, se encontraba en su recorrido.
Una chica de un pelirrojo más claro que el de Conny estaba subida a un coche, intentando apartar a los zombis que trataban de alcanzarla.
Owen desvainó su machete y se dirigió hacia la horda.
Las otras tres se quedaron mirándola durante unos segundos antes de reaccionar. Cass tomó su ballesta comenzó a disparar. Conny se armó con su cuchillo militar y se dirigió al infectado más cercano.
La tercera chica se encontraba paralizada.
—Des, haz algo —le ordenó Conny.
La chica tomó su cuchillo de caza y mataba a aquel que se dirigía hacia ellas.
Poco después, apareció un chico. Cass no sabía de dónde había llegado, pero ahí estaba. Seguramente estaría con la chica.
—Car —exclamó el chico a la pelirroja cuando los zombis dejaron de rodear al coche.—. Ven.
Ella se bajó y se unió al otro.
Cass quiso tomar otra flecha de su carcaj improvisado, pero se percató que ya no le quedaban. En el momento justo que los dos desconocidos se unían a ellas tres.
Owen corrió hasta ellos cinco.
—Debemos salir cagando leches —vio la expresión de sorpresa de Destiny por la expresión.—. ¡Ahora!
Los cinco echaron a correr, guiados por el desconocido, hasta un edificio unas calles al oeste de donde estaban.
Al entrar en el edificio, se encontraron con un anciano de unos ochenta años. Los cuatro chicos supusieron que aquel lugar era la guarida de ellos.
—¿Cómo te sientes, abuelo? —exclamó la chica.
—¿Qué cómo me siento? —Rió el anciano.—. Debería preguntarte eso a ti, mi niña. Tu primo me comentó que seguramente estarías rodeada de los muertos vivientes.
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Sobrevivientes
Teen FictionUn extraño brote apareció en América y se llevó a casi todos los que se encontraban en él. Un grupo de amigas que lograron sobrevivir en aquel invierno tienen un plan perfecto. Pero las personas del pasado ralentizan que lo lleven a cabo. Deben acep...