ʙᴀᴅ ʙᴏʏ [ jαsσn p. tσdd х σc ]

[ 𝔽𝕀ℕ𝔸𝕃 + ℂ𝕆ℕ𝕋𝕀ℕ𝕌𝔸ℂ𝕀Óℕ ]

Muy importante leer el final.

Aviso: Es bastante extenso en honor a las 10k leídas, mil gracias.

·ｎｏ ｐａｉｎ ｎｏ ｇｌｏｒｙ·

— ¿El karma existe? Yo antes creía que sí y podría haberos descrito miles de situaciones, haberos mencionado miles de argumentos que, a día de hoy, veo totalmente ridículos para confirmároslo —miré a los presentes y suspiré— Y, ahora me pregunto, os pregunto, ¿por qué la gente cree en él?  La respuesta es sencilla —hice una breve pausa—, porque a la gente le alivia saber que si hacen cosas buenas, le sucederán cosas buenas y que a la gente mala le pasarán cosas malas—me sequé una lágrima traicionera y traté de tragar el nudo que se había formado en mi garganta—. Sin embargo, ¿no creéis que si de verdad existiera, esto no habría pasado? —apreté los puños con rabia. Vamos, Eli, ya ha pasado un mes— No os refugiéis en esas cosas, ni en la fe, ni en el karma, ambas os darán bien por culo cuando menos os lo esperéis —Alice suspiró ante mi vocabulario— ¿Qué cojones somos? —pregunté en un grito.

— ¡Brujas! —exclamó Sarah para darme apoyo.

— ¿Y alguna vez hemos necesitado ayuda externa para combatir con nuestros enemigos? —pregunté.

— ¡Batman y sus compañeros nos han ayudado muchas veces! —exclamó una niña al fondo.

—No para combatir, solo para rastrear —corregí— ¿podéis parar de dejarme en evidencia mientras doy mis discursos? —pregunté— Y ahora, responded.

— ¡No! —exclamaron.

— ¡Exacto! —afirmé— Nosotras sabemos cuidarnos solas, eso ha funcionado durante setecientos años, no va a cambiar en dos años.

—Cariño, me encanta el discurso que le estás dando a nuestras niñas sobre el empoderamiento de las brujas pero necesito que des el anuncio —me murmuró Alice.

—Oh, es verdad —afirmé, me aclaré la garganta y cogí aire—. La razón por la que nos hemos reunido a demás de hacer la misa, es porque debido a la pérdida de Dominica Ferrer, nos ha quedado una hueco libre en el consejo y ya está decidido quién es la futura anciana —todas comenzaron a murmurar emocionadas por sus propuestas de la futura anciana y la cara de Sarah totalmente confundida, no le habíamos dicho nada—. Ya, ya —las calmé tras sacar a relucir una sonrisa divertida. Hace un minuto lloraba y ahora río, bipolar mood—. La desgraciada que se convertirá en anciana, es —hice una pausa dramática, aunque creo que todas se hacen una gran idea de quién es— ¡Sarah Bailee! —exclamé. La nombrada frunció el ceño mientras que las demás niñas comenzaban a vitorear. 

Todas —por alguna extraña razón— amaban a la chica que tenía sexo lésbico en la encimera donde preparaba la comida.

Hice un gesto a la adulta para que viniera y le dedicara a sus fans unas palabras.