Gold [Logince] (Español)

Capítulo XVI: "Oraculum"

Advertencia: pensamientos algo machistas.
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Dream Catcher — Set It Off

Despertó con el pasto pegado a su mejilla, sintió como un animal soltó un bufido en su cara, abrió los ojos asustada.

Está sola en el bosque, el pasto está seco a su alrededor; cubriendo tres metros de diámetro.

Detrás de ella hay una gran roca, en ésta hay un dibujo extraño que está justo al centro de la roca, es pequeño pero alcanzó a verlo, se acercó a éste apenas se logró levantar.

Parecían ser dos alas que están cruzadas, arriba y abajo de éstas hay unos símbolos que no pudo identificar, como si fueran otro idioma o algo así.

Tocó el dibujo con delicadeza, como si algo pasara al tocarlo, pero no pasó nada, solo es una marca sobre una gran roca.

Movió los dedos a causa del cosquilleo constante que hay en ambas manos, está desde que despertó.

Miró su alrededor.

De anoche solo recuerda palabras al azar, palabras que se presentan frente a sus ojos e intentaban ordenarse, aunque parpadeara las palabras siguen allí.

Claramente algo anda mal, muy mal.

Al principio solo veía puntitos, en un momento las palabras se hicieron claras.

—¿Ignis ortum?

Sintió como sus manos frías se calentaban de a poco, las miró y empezó a sacudirlas al ver el fuego sobre éstas, gritando desesperadamente al ver que sigue en sus manos.

Chocó con la piedra en su espalda y se quedó mirando el fuego, no le hace daño.

Reguló su respiración para intentar calmarse, nuevas palabras aparecieron en su mente, tenía miedo de decirlas, aunque tal vez le sirva para apagar el fuego.

Decidió confiar en esas palabras y las recitó.

—Ignis mortem.

El fuego en sus manos se extinguió, dejando humo saliente de sus manos aún cálidas por éste mismo.

Se dejó caer ante la roca y quedó sentada en el suelo, apoyando su cabeza en la roca.

Es verdad, hay magia en su interior, y eso la aterra.

Debe aprender a controlarlo, tal vez si le pide ayuda a alguien-...

Sintió un dolor agudo en el pecho apenas ese pensamiento cruzó su mente.

Nada de ayuda.

Nadie debe saberlo.

Tomó una bocanada de aire apenas el dolor desapareció.

Miró el cielo azulado, apenas se podía ver a causa de los árboles frondosos del bosque.

¿Cuánto tiempo estuvo ahí, en el bosque?

¿Estará cerca del castillo?

Su estómago rugía pidiendo comida, además de que sentía su cuerpo debilitado, como si se hubiera estado moviendo sin parar mientras dormía.

Sus piernas están embarradas, con uno que otro rasguño, nada grave.

Se volvió a levantar, no hay ningún camino delimitado cerca, por lo que alcanza a ver.

Si se va de allí, o encuentra el castillo o se pierde más.

Solo hay una manera de saber cuál dirección debe tomar.