Capítulo XXIV: "Idea"

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ADVERTENCIA: Tortura, violencia.

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Cradles — Sub Urban

El silencio en la cabaña ya lo está agobiando, especialmente después de aquella visión metafórica de hace un rato, no ha querido retomar la siesta al descubrir que Patton está en peligro, no lo conoce, pero por alguna extraña razón siente su corazón encogerse con solo pensar que alguien le hará daño. Hasta siente como si lo conociera de algún lado.

James ha pasado la mayoría del tiempo dormido, Deceit no está preocupado por eso, la muerte de James no es algo cercano, al menos no por esta semana, no ha querido verificar ese hecho por la simple razón de que no quiere preocuparse por el futuro de otros, al menos no por el momento.

Por eso mismo no sabía de los planes de Virgil.

Todo el tema de ser un oráculo puede parecer genial a primera vista, puedes ganar apuestas todo el tiempo, saber las cosas que le gustan a tu crush, descubrir un tesoro, entre muchas cosas, sin embargo, todo lo bueno tiene algo malo, es un arma de doble filo. Cuando comenzó a tener visiones en su niñez eran solo metafóricas ya que no tenía un control completo sobre su poder, para él eran pesadillas, al menos así quería verlo, ya que la mayoría de éstas le mostraban cosas malas.

Como la muerte de sus padres.

Ese día intentó lo imposible por protegerlos, incluso su madre lo había verificado de una manera certera, entre los tres intentaron mantenerse alejados del peligro... claramente todo ese esfuerzo fue en vano.

Deceit en ese entonces pensó que él también iba a morir, lo cual era imposible de ver, un oráculo no puede predecir su propia muerte, mucho menos uno que recién podía ver lo que pasaría en una hora a voluntad propia.

Con la intención de quitar esos recuerdos de su cabeza, entró a la habitación de Virgil, es el único lugar en el que ha encontrado algo de familiaridad, Virgil le recuerda mucho a él cuando era un niño, a pesar de que el castaño tiene veinte años de edad, lo cual le parece gracioso al albino, sigue actuando como un adolescente entrando en la pubertad.

Se sentó en la cama, mirando las paredes con una sonrisa, encontrando algo de paz.

Claro que la punzada en la cabeza hizo que toda esa paz se fuera a la basura, esa punzada indicaba que algo malo iba a suceder; algunos podrían llamarlo "mal presentimiento", claro que para los oráculos es algo más doloroso e importante.

La última vez que le dio una punzada fue cuando escribía las instrucciones para Virgil, de la nada tuvo la necesidad de advertirle a Virgil sobre no acercarse a Engel, esa vez la punzada no era tan fuerte como la de ahora.

Se recostó sobre la cama, masajeando su cabeza en un intento de que el dolor disminuyera, algo que tardó en pasar.

—¿Deceit? ¿Estás por aquí?

Escuchó una voz que lo llamaba desde la sala/comedor, no lo reconoció de inmediato, y es que su mente estaba concentrada en el dolor.

Remus estaba cansado, su respiración agitada lo demostraba, volar toma mucha energía y esfuerzo, en especial para llegar a un lugar alejado del castillo como es la cabaña de Deceit para luego darse cuenta de que no estaba —aprovechó de vestirse ahí, con la ropa de Deceit, claramente— y tener que ir a ver si estaba en la de Virgil, agradeció al ver que se encontraba en la habitación del castaño, aunque se acercó preocupado al ver que soltaba quejidos de dolor.

—¿Dee? ¿Qué sucede?

Deceit lo ignoró completamente, eso preocupó a Remus, el cual no sabía qué hacer en una situación como esa.

Gold [Logince] (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora