Dollhouse — Melanie Martinez
El príncipe de cabellos negro azulado caminaba tranquilamente, acompañado de su más leal sirviente.
Debería estar ansioso y apurado, pero no lo está.
Se quedó mucho tiempo en la biblioteca, "olvidó" que su madre lo había llamado. Él estuvo consciente de que iba tarde, todo el tiempo.
Algo le decía que debía quedarse en la biblioteca.
Pero las insistencias de su madre, por parte de su sirviente, no lo dejaban tranquilo, tuvo que dirigirse al lugar de reunión: el salón del trono.
Caminó por los pasillos de memoria, cualquiera se pudo haber perdido por aquel enorme castillo, pero él, al ser el príncipe, ha crecido recorriendo los pasillos, cada uno de ellos, incluso las mazmorras.
El joven de cabellos rubios a su lado iba callado, no quiere molestar con ninguna otra palabra al príncipe, se veía muy irritado con los últimos llamados, no quiere ser otro de los estorbos en la cabeza del príncipe.
—¿Qué es lo que quiere la reina?— estaban a punto de llegar, quiso romper el hielo, en todo el camino su cerebro fue carcomido por miles de preguntas que intentaba responderse, pero la que acaba de hacer era una de las que predominaban.
—Quiere presentarle a alguien, dice que ya es tiempo, está cansada de esperar.
Oh no, Logan ya sabe a lo que se refiere.
No tuvo otra opción que no sea fingir una sonrisa "encantadora" y pasar al salón del trono, ya había llegado.
Belmont abrió la puerta y se quedó a un lado de ésta, dejando al príncipe ver el inmenso salón en el que lo esperaban cinco personas; sus padres, los reyes vecinos y una chica que nunca había visto en su vida.
Discretamente miró alrededor por si había alguien más en la habitación.
Nadie.
Nuevamente sonrió, no quería mostrar su frustración, y menos frente a los reyes del reino Aurum.
—Lamento la tardanza— obviamente era mentira, ni siquiera quería aparecer allí, y menos sabiendo para qué lo llamaron.
—Logan, deberías dejar de estar viviendo en los libros, estás engordando, jovencito— su madre, regañandolo como siempre.
—No seas exagerada, Madeleine— habló su padre, con un tono divertido en su voz, como siempre—, déjalo hacer lo que le gusta, no te molesta en nada.
—Joan, llegó tarde hoy— frunció el ceño, se ve que ya está cansada.
—Después hablamos de esto, tenemos invitados— el rey se levantó de su trono y llamó a su hijo con un gesto de mano, Logan asintió y se dirigió a su lado, intentando ignorar la mirada molesta de su madre—. Rey Thomas, reina Hazel, princesa Engel, les presento a mi hijo, el príncipe Logan.
Logan dio una reverencia, la princesa, delante de él, también dio una en respuesta, delicada y tierna.
—Me agrada la forma de ser de tu hijo— dijo el rey Thomas, serio—, ni te imaginas cómo es el mío, al menos el tuyo está en los libros, el mío está en las nubes.
Joan rió por el comentario, pero silenció su risa al ver que Thomas hablaba en serio.
—Entonces, ¿Cuándo haremos la boda?— esta vez habló Madeleine, Logan no pudo esconder su disgusto al escuchar esas palabras.
Tal como lo sospechaba, una boda.
Pero no puede hacer nada, si sus padres dicen algo debe hacerse.
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Gold [Logince] (Español)
פנטזיהDadas las devastaciones del reino vecino, los reyes del reino Stella no tuvieron más opción que no sea ayudar a sus aliados con una propuesta que unirá a sus familias de una manera que no sea un acuerdo firmado. Una boda. El reino Aurum entregará a...