Gold [Logince] (Español)

Capítulo XX: "Somnium"

Formidable — Stromae

No puede creer que no se haya dado cuenta antes.

Después de que Patton se haya ido a su habitación, Roman se fue hacia el balcón, su mente quedó en blanco, ni siquiera pensaba en el beso, mucho menos en la conversación con Logan.

Miró hacia las montañas que se veían desde su habitación, intentando buscar paz mental, escuchando el sonido del viento moviendo los árboles, apenas se percibía movimiento afuera de su habitación, todo estaba quieto y callado.

Se apoyó en el barandal y miró hacia abajo, su mente despertó de a poco, el tacto de los labios del azabache le dio repulsión, no es por el hecho de que sea un hombre, o al menos no cree que sea así, sino que siempre ha visto a Patton como parte de su familia, y no se besa a la familia —recordó algunas historias en donde se menciona el tema del incesto, específicamente entre primos, algo que sigue siendo popular, y lo peor, en la realeza—, al menos así es como lo encuentra él.

Nunca vio a Patton como algo más además de un mentor, un hermano mayor, alguien a quien llamar por apoyo o solo para hablar de algo que te molesta, ni siquiera lo veía de la misma manera que ve a Vasek o a Remus, con quienes puede hacer y decir cosas inmaduras, y definitivamente no lo ve como a Logan, al cual ahora ve como algo más que su mejor amigo.

Recordó la pregunta que le hizo Logan cuando estaban solos.

Se dirigió a la habitación del mayor, estaba a punto de abrir sin más, no obstante, decidió tocar, tampoco quiere asustarlo.

Patton dudó en abrir la puerta, se sonrojó al encontrarse con la mirada neutral del príncipe.

—¿Qué piensas sobre mí?

Patton bajó la mirada al escuchar la pregunta del castaño.

—Eres como un pequeño osito al cual debo cuidar, que si te pasa algo no me lo perdonaría jamás, eres adorable y… muy apuesto… al igual que tu padre a tu edad.

—¿También te gustaba?

—¿Qué? No— Patton ahogó una risa—, él me daba miedo, además de que apenas interactuábamos, pero ese es otro tema.

Se quedaron en silencio hasta que el castaño volvió a preguntar.

—¿Desde cuándo sientes… eso por mí?

—No es hace mucho, como a tus diecinueve o veinte, por ahí, pero se volvió más claro a mediados de este año, al principio solo era algo platónico.

Roman bajó la mirada, Patton se agarró del marco de la puerta, no quiere caer a causa del nerviosismo.

—¿Qué sentiste en el beso?— esta vez fue Patton quien preguntó.

Roman lo pensó unos segundos, mordiendo su mejilla interna.

—Sorpresa, más que nada, después me pareció algo…— desvió la mirada— repulsivo…— lo último lo dijo casi en un susurro, no quiere hacer sentir mal a Patton.

—Oh, lo siento, me dejé llevar— intentaba excusarse—, no debí hacerlo, fui un estúpido, no se volverá a repetir, yo-…

—Patton, no te culpes.

El azabache asintió y bajó la mirada.

—Además, me hiciste darme cuenta de tu punto, una acción no define tu futuro, mucho menos un beso sin relevancia.

Patton no se sintió dolido por las palabras del príncipe, todo lo contrario, se sentía orgulloso por verlo relajado con respecto al tema, además, ya llegará alguien para él, Roman simplemente fue un capricho, por lo que pudo ver, algo demasiado perfecto como para ser destinado a él.