Y o u n g K

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K a n g Y o u n g h y u n

K a n g  Y o u n g h y u n

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-¿A qué le tienes miedo?

Era una buena pregunta, ¿a qué le tenía tanto miedo para no admitir que Younghyun me gusta más de lo que me ha gustado cualquier persona en esta vida?

-No quiero que me lastime, no quiero sufrir después.

Una respuesta bastante cliché, bastante básica. Younghyun era una excelente persona, era amable con todos, todos lo amaban. Y yo no estaba muy lejos de amarlo ciertamente. Si él era tan bueno, ¿por qué yo tenía tanto miedo de salir lastimada?

Se trataba de él.

-Es la respuesta más estúpida que me has dado en nuestros años de amistad -me dice Sun.

-No sé -soy honesta-. No sé a qué le tengo miedo, y por mucho que lo quiera, siento que él está cansado de esperar a que le corresponda.

Younghyun ciertamente estaba cansado de verme con amor mientras yo sigo empujando sus sentimientos lejos, aún cuando lo único que quiero hacer es besarlo tanto hasta que olvide su nombre.

-Hasta yo estuviera cansada -Sun rueda sus ojos-. Y si no quieres perderlo, deberías buscarlo tú y recuperarlo. Decirle de una vez que también lo quieres.

Niego con la cabeza. Younghyun no me ha llamado en los últimos tres días, así que supongo que realmente se ha cansado de esperar por mí.

-¿Quieres que sea honesta? -ella me mira de forma transparente-. Recuperar lo que has estado desperdiciando no te va a quitar el orgullo.

Desvío la mirada y suspiro, ¿por qué soy tan estúpida e insegura? Kang Younghyun ha estado pendiente de mí los últimos meses tratando de descifrar si yo lo quiero como él a mí. No quiero perderlo porque sé que él me puede hacer feliz.

Me levanto del sofá y toma la chaqueta de la entrada.

-No me esperes, Sun -le digo.

-Esa es mi chica -me sonríe.

Cierro la puerta tras de mí, corro por el edificio hasta salir de él. Camino hasta la parada y tomo un taxi, doy la ubicación.

Siento claramente la adrenalina por mi cuerpo, mi mente sólo puede gritar: no lo pierdas, estúpida. No quiero perderlo, no quiero retener la historia que podríamos crear por mis miedos o inseguridades.

El taxi se detiene en el lugar conocido, así que pago la tarifa y me bajo a toda velocidad. Camino a paso veloz y entro al edificio en donde está su apartamento, tomo el ascensor y no puedo estar más nerviosa cuando las puerta se abren, dejándome ver el pasillo conocido.

Camino tomando grandes bocanadas de aire y finalmente, me paro frente a la puerta.

Toco el timbre repetidas veces, como una loca pero no puedo esperar. No quiero esperar más tiempo.

-¡Ya va, ya va! -su voz suena algo irritada desde el interior.

Muerdo mi labio y espero a que él abra la puerta, y lo hace.

-¿Eres tú quién ha tocado con tanta insistencia?

Pestañeo varias veces antes de abrirme paso al interior de su departamento. Él me mira casi incrédulo, no puedo creer que estoy haciendo esto. No me da la misma mirada dulce de siempre y eso me pone nerviosa.

-Escucha -él dice-. No sé qué pasa, pero por lo que has notado, me he tomado un tiempo para descansar de lo agotador que es quererte como loco y que tú no estés dispuesta a tomar mis sentimientos. Y esto, el que estés aquí, no es parte de mi descanso.

Dejo que hable, pero sé que no me ha dejado de querer en tres días. Me acerco a paso lento.

-¿Qué haces? -murmura cuando me nota cerca, muy cerca.

-Estoy aquí.

-Pero vas a huir pronto, estoy seguro.

-No -doy otro paso-. Ya no.

Poso mis manos en su cuello y lo acerco a mí, tan cerca que parece un sueño. Él está algo descolocado por mis palabras y mi comportamiento, así que tomo eso como ventaja y uno mis labios a los de él. Es un buen beso, como debe ser el de dos personas que al fin han encontrado la manera de estar juntas.

Mis manos viajan a su cabello y las suyas a mi cintura mientras caminamos en reversa para que él pueda cerrar la puerta del apartamento. No nos soltamos, creo que hemos deseado esto por mucho tiempo y casi quiero golpearme por casi haber perdido esta oportunidad.

-Si seguimos avanzando no voy a dejarte ir, ¿sabes?

-Le dije a Sun que no me espere.

Él sonríe y vuelve a besarme mientras sus brazos me levantan para que mis piernas se enreden en su cintura. No puedo dejar de tocar su cabello, es suave y tiene un aroma a menta que siempre me ha gustado.

-Lamento haber sido una tonta, pero he decidido dejar cualquier miedo atrás para avanzar contigo.

-¿Tienes idea de cuánto me hiciste sufrir, mujer? -él sonríe-. Jae dijo que parecía un gusano aplastado.

-Jae está loco.

Él asiente a eso y le sonrío.

-Vamos a ver películas hoy -le digo.

-Tenemos palomitas aquí -él dice-. O puedo prepararte café, sé cuanto te gusta.

-Un café estaría bien, cariño.

-Mierda, mierda.

-¿Qué?

Él se ríe de sus propios insultos, frunzo el ceño.

-Vuelve a llamarme cariño.

-¿Cariño?

-Esperé mucho por esto, no voy a soltarte nunca.

Me abrazo a su cuello y le digo que a mí me gustaría que nunca me suelte. Y aunque siempre he sido de la creencia de que nada dura para siempre, aquí y ahora, quiero congelar esta noche dentro de mi memoria y que viva ahí siempre.

Quiero venir a este recuerdo cuando esté triste.

Y quiero encontrar a Younghyun en aquel recuerdo.

Siempre.

𝐃𝐀𝐘𝟔 𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora