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Park Jaehyung era lo que en su familia sin pelos en la lengua llamaban "un no deseado" y era, de alguna forma, cierto.
Había escuchado a sus padres toda la vida decir: tus hermanas y tú no estaban en nuestros planes, ustedes no fueron deseados. Y era cierto, sus dos hermanas y él eran lo que comúnmente llaman "accidentes" y Jae siempre se cuestionó porqué la gente era tan irresponsable.
Se le había roto el corazón cuando su hermana mayor empezó a decir, cuando quedó embarazada, que su hijo también era un no deseado pero que estaba en la obligación de tenerlo porque no quedaba de otra.
No quedaba de otra.
¿Esa es simplemente una excusa?
-Debiste ser más responsable si no querías quedar embarazada, no le arreglas la vida sólo con dejarlo nacer. Los niños merecen padres que los amen y críen de forma correcta. El amor es parte de ofrecerle una vida digna -Jae recuerda haberle dicho a su hermana cuando le contó del embarazo.
-¿Disculpa? -recuerda también el rostro de su hermana muy ofendida-. Esto es lo que nos espera a todos, Jae. Somos no deseados y eso es lo que tendremos también.
Son palabras que se quedaron en lo más fresco de su memoria y Jae deseó que fuera mentira. No quería eso. Las simples palabras de su hermana no lo podían condenar, ¿verdad?
Se negaba a tener hijos por lo pronto, ¿qué podría ofrecerle? Sí, tenía dinero. La banda estaba surgiendo y cada día tenían más fans, en cada comeback se venden más copias y tenía una vida cómoda en lo que respecta a términos materiales.
¿Pero sentimentalmente? Estaba casi vacío.
¿Una falta de amor era lo que le iba a ofrecer a sus futuros hijos? No quería eso.
Ni siquiera podía ofrecerles unos buenos abuelos paternos porque, en definitiva, un atún puede ser más amoroso que sus padres.
Jae sabía que ellos no eran amados por sus padres y se acostumbró a la idea.
-Nunca digas nunca, la vida te dará una patada en el trasero.
Palabras sabias de Dowoon. Debió esperar que algo así pasara, a veces uno no puede escapar de los sentimientos.
La conoció un día soleado, en el parque. Fue casi disfrazado para que no lo reconocieran porque él sólo quería jugar con su sobrino en el parque. Él le echó el helado encima al tropezar con una piedra.
-Oh, mierda. Me llevo el premio al peor visitante del parque -Jae quería treparse a un árbol y nunca bajar.
-Uhm, no. Te llevas el premio al peor sabor de helado, ¿quién rayos come pistacho?
Jae por un momento se sintió ofendido, pero cuando se miraron fijamente no pudieron evitar reírse en medio del disfraz, el sol y un helado de pistacho derretido.
