¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Yoon Dowoon sabía muchas cosas, las había aprendido a lo largo de los años. Era bueno para la batería, era bueno para dar consejos, sabía qué hacer cuando Jae tenía una crisis por las alergias, sabía cuándo debía estar serio y cuándo era tiempo de una broma.
Dowoon sabía muchas cosas.
Pero un día el amor llegó y no supo qué hacer.
-¿En serio lo mejor que pudiste hacer fue huir?
La chica por la que había desarrollado un manojo de sentimientos ocultos le había dicho por arte de magia que estaba enamorada de él y por primera vez Dowoon sintió que podía ser feliz con un amor sincero pero lo único que pudo hacer fue huir por miedo. Jamás había llegado tan lejos, porque la última vez que se sintió flotando en un globo, la chica de aquel entonces tomó un alfiler, reventó el globo y lo dejó caer sin protección.
Pero ella era diferente, se sentía diferente.
Incluso Sungjin le había dicho que ella le daba buena espina y que tenía su bendición para casarse.
Pero Dowoon huyó de miedo, porque así era esto, una vez que te rompen el corazón es difícil volver a confiar aunque el muy embustero no aprenda y vuelva a querer entregarse a alguien nuevo.
Cuando Dowoon se dio cuenta de lo mucho que la estaba queriendo al pasar tiempo de calidad juntos, simplemente quiso arrancarse el corazón del pecho, pero entonces ella le sonrió mientras recogía una pequeña calabaza para el pastel.
El otoño le hacía lucir como un hada y él sólo podía caer más y más.
-Sé que es difícil -Jae murmuró mientras comía un pedazo de kimchi-. Sé que te rompieron el corazón pero es hora de que avances, estás enamorado de ella aunque no lo sepa. Pero en lugar de declararte cuando recibiste sus palabras, lo que hiciste fue huir. ¿La quieres?
-Sí.
-Ve por ella.
-No es tan fácil, no creo que pueda resistir otra caída.
-Ella no va a dejarte caer.
Dowoon pensó en ella, en su sonrisa bonita y en la forma en que pronuncia su nombre. Nunca nadie lo había pronunciado de esa forma y jamás iba a olvidar como lo susurró antes de decirle: estoy enamorada de ti. Tampoco iba a olvidar cómo el brillo en sus ojos se apagó cuando él borró su sonrisa por el alboroto en su corazón y se fue de aquella casa acogedora que lo cubría del frío otoño.
Se sintió un imbécil.
-Entonces, vamos a analizar los hechos ocurridos en las últimas veinticuatro horas.
Dowoon asintió ante las palabras de Wonpil.
-Dowoon recibió la declaración de amor de la que puede ser el amor de su vida en potencia y simplemente huyó por miedo porque una bruja en el pasado le rompió el corazón.
-¿Cuál es la conclusión? -Younghyun le mira.
-Que soy un imbécil.
-Correcto.
Todo queda en silencio mientras Dowoon se imagina como sería quedarse con ella todo un día o toda una noche. Que ella le envuelva en sus brazos como cuando lo felicitó para su cumpleaños. Quería estar con ella.
-Cuando la persona que quieres te elige existiendo miles de personas a su alrededor, todo se explica como un milagro. Imagínate cuantos amores no correspondidos hay en el mundo, para que desperdicies el tuyo que está claramente correspondido. La vida está llena de dolor y es tu obligación buscar por ti mismo la felicidad que deseas. Es mejor que nos amen, siempre es mejor ser amado.
Dowoon se levanta de su asiento y corre por el pasillo buscando la salida.
-¿A dónde vas sin camiseta?
-Podría ser demasiado tarde -aclara el menor.
No lo era. La muchacha le estaba esperando con el destello de esperanza en el corazón, quería verlo llegar en medio de todo. Con su cabello negro que no combina para nada con los colores del otoño pero así le encantaba. Estaba bien si no combinara con el mundo, mientras lo hiciera con ella.
Entonces la llama se apagó y quiso llorar porque se sintió humillada. Había tomado valor para declararse y simplemente se fue, pero no lo detuvo. Tener esperanzas de algo no siempre significa que debes perder la dignidad rogando.
Pero era un malentendido, Dowoon la quería sólo que ella no lo sabía.
Jamás se habría imaginado tener a Dowoon frente a su puerta sin camiseta con un frío terrible buscando entrar.
-¿Por qué rayos saliste así a la calle, acaso te volviste loco?
Había cerrado todas las puertas y ventanas, había encendido todas las luces y el olor a canela y manzana inundaba el lugar. Era mucho más acogedor y Dowoon pensó que podría quedarse allí para siempre.
Pero el para siempre era un promesa de doble filo, por ahora quería conformarse con el presente.
-Lo lamento -empezó él recibiendo la manta que ella le brindó.
-¿Qué?
-Lamento mucho haber huido de esa forma porque estaba asustado. No quiero que me rompas el corazón pero tampoco quiero perderme la oportunidad de ver cómo me puedes arreglar. También estoy enamorado de ti y quiero que lo sepas, sé que fui un idiota pero espero ser tu idiota. Quiero que me brindes todos los días un lugar acogedor con olor a canela y manzana. Y no sólo en otoño, sino también en invierno, primavera y verano. Quiero ser tuyo, quiero ser de la persona de la cual estoy enamorado y quiero que me cuides y cuides de mi corazón.
La muchacha apenas podía responder y empezó a abrir y cerrar la boca como los peces. Pero había bastado un simple beso para que todo cayera en su lugar.
Dowoon tenía la cabeza en su pecho después de un tiempo, mientras ella creaba seres inexistentes en su espalda llena de lunares. Quería quedarse allí. Quería amor y lo estaba obteniendo porque eso es lo que obtienen los que han sido buenos. El amor era la recompensa por haber atravesado el dolor. El amor, el bienestar y la felicidad.
Ya sea en una persona, el amor propio, la familia. Si es amor no puede ser malo.
-Voy a cuidarte -ella le susurró-. Voy a trazar las yemas de mis dedos en tu espalda y vas a descansar tu cabeza en mi pecho tanto como quieras. No te preocupes, Yoon Dowoon. Voy a cuidar de ti y será un placer porque te quiero.
Entonces, Dowoon le creyó.
Y las promesas fueron cumplidas en cada estación del año.
Porque no todo puede ser malo.
El amor había llegado y finalmente, Dowoon supo qué hacer con él.
