LIII - Tu lo salvaste.

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"Tu lo salvaste."

-¿Como estuvieron mi hijo y tu desde la última vez que los vimos?- Amelia se volteó hacia mi después de secar sus manos en una toalla una vez que ella había terminado de lavar los platos.

Poniendo a parte el ultimo de los platos en el armario, sonreí, colocándome en un taburete de tres que estaban junto a otra al otra lado de la encimera.

-Hemos estado bien, igual que antes para ser honesta.- Me reí ligeramente.

-¿Nada nuevo?- Ella se apoyó contra el fregadero, quedándose de pie al lado de donde yo estaba sentada.

Negué con la cabeza, metiendo un mechón de pelo detrás de mi oreja.

-Realmente, no.

Ella estrechó sus ojos hacia mi con escepticismo.

-¿Hay algo que no me estas diciendo?

Fruncí mis cejas, juntas, con confusión.

-No...- Incliné mi cabeza hacia un lado, tratando de descifrar porque me ha preguntado eso. -¿Porque?

Ella se encogió de hombros, agitando una mano con desdén.

-Por nada... solo curiosidad.- Ella me sonrió cálidamente.

Le devolví el amable gesto.

-¿Como has estado?

-Como siempre; me quedo en casa, limpiando la casa, y lavando la ropa, charlando con las chicas al teléfono antes de que Jaxon venga.- Ella se rió vergonzosamente antes de continuar. -Hago la comida, Jacob regresa a casa y luego hago la cena.

-Suena aburrido.- Reí.

Ella asintió con la cabeza.

-No tienes ni idea.

-No se como lo haces.- La miré, ligeramente desconcertada. -Yo nunca podría hacer la mitad de cosas que haces en un día.

-Todavía eres joven, cariño.

-Oh, por favor.- Sacudí mi cabeza.- Me haces sentir como si tuviera cincuenta.- Rodé los ojos, sonriendo poco después

-Basta.- Ella se sonrojó.

-¡Lo digo en serio Amelia! ¿Cuantos años tienes de todos modos? ¿Veinte?

Amelia se rió.

-Ojalá.- Lamiendo sus labios, ella negó con su cabeza. -Tengo treinta y siete.

Mis ojos prácticamente casi se salen de sus órbitas.

-De ninguna manera

Ella asintió con la cabeza.

-Lo se, soy vieja.

-¡¿Vieja?!-Enfaticé, perpleja. -Mas bien joven! Eres madre de tre...dos hijos y todavía te las arreglas para mantener un cuerpo así y trabajar tan duro como trabajas?- Elevé una mano. -No quiero ni imaginarme a mí misma dentro de diez años.

-Silencio- Amelia esbozó una gran sonrisa. -Vas a estar tan guapa como ahora.

Sentí mis mejillas calentarse.

-Gracias Amelia pero en serio lo dudo.

-No importa cariño-  Ella puso una mano amablemente sobre mi. -Y no digas semejante cosa. Eres hermosa y mi hijo parece pensar lo mismo.

P E L I G R O |TERMINADA| [N 1 Trilogía Abtuction ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora