P E L I G R O |TERMINADA| [N 1 Trilogía Abtuction ]

XLIV- te deseo

-¿Qué te pasa?-  me preguntó Call en el momento en el que salí del coche y caminé hacia ella.

Mentalmente maldije la forma en la que ella se daba cuenta de las pequeñas cosas de mí. Por ejemplo, cuando mi humor cambia, ella lo siente.

Sin fuerzas me encogí de hombros, sosteniendo mi brazo alrededor de sus hombros.

-Nada.

Un suspiro se escapó de sus perfectos labios en forma de corazón. Pasé mi lengua por dentro de los míos, queriendo sentirnos presionados contra los míos.

-Siempre dices eso cada vez que pregunto.-Ella murmuró.

-Entonces, ¿Porque preguntas si sabes que esa va a ser mi respuesta?- Me reí entre dientes, apretándole a mi lado.

Ella rodó los ojos. 

-Porque a veces, deseo, que simplemente te abras conmigo en vez de mentir todo el tiempo.

Fruncí el ceño, apartándome de ella. 

-Alto ahí nena, nunca te mentí.

-Si, lo hiciste y lo sigues haciendo.- Ella afirmó el asunto con total naturalidad. -Cada vez que te pregunto qué te pasa, cuando, para tu informacion, se que hay algo que te molesta, siempre me dices que no es nada cuando sé que hay algo. He estado contigo el suficiente tiempo como para decir cuando no estás diciendo exactamente la verdad.

-Oh, ¿Si?- Me reí una vez más. -¿Que te hace pensar que te estoy mintiendo ahora?- Le miré con diversión.

-Bueno, para empezar, tu cerraste la puerta del coche de golpe cuando saliste y si no me equivoco, casi me matas por ello. Tratas a tus coches como si fueran tu posesión más preciada y segundo- Ella levantó dos dedos. -Tenías esa mirada en tu cara como si quisieras atropellar a alguien.

Asentí con mi cabeza, impresionado por sus analogías. 

-No está mal- Sonreí. -No está mal en absoluto.

Ella sonrió por el logro.

-Pero- Sostuve un dedo hacia arriba, causando que ella frunciera sus cejas en confusión. -¿Que te hace pensar que nunca te mentí cuando tenía el rostro serio? Quiero decir, vamos a ser honestos nena, cuando vives en un estilo de vida que yo vivo, la mentira es tu segundo nombre.- La miré hacia abajo. -Además, es temprano por la mañana. ¿De verdad esperas que esté feliz por eso?

-Yo solo...- Ella frunció sus labios, cambiando de peso hacia un lado. -Se que no estabas mintiendo.

Decidí jugar con ella un poco más. 

-Bueno, tal vez, cuando te dije algunas cosas, estaba mintiendo. Quiero decir, ¿Cómo sabrías que no lo estaba haciendo

Me di cuenta de que había llegado a ella un poco porque comenzó a moverse con sus pies, tratando en pensar cómo responderme.