— Cuídate, mija — se despide la abuela de mí con una sonrisa nostálgica en los labios. Luego de recibir la invitación que ya esperaba para participar en YouTube Rewind, salí despavorida hacia la casa de mis padres. Ellos, sorprendidos por la noticia, lloraron de la emoción y el orgullo que sienten al saber que su preciada y única hija cumple una de sus metas. Asiento como respuesta y la abrazo.
Siento cómo una mano se posiciona en mi hombro y volteo encontrándome con la intensa mirada de mi padre. Sus ojos marrón oscuro están llenos de felicidad y a la vez preocupación. Él no soporta la idea de que su hija de 24 años viaje sola a otro país.
— Estoy... — carraspea. Siempre se le ha hecho difícil expresar sus emociones con nosotros debido a la crianza que tuvo cuando niño. — Estamos orgullosos de ti, Negra — me nombran por el seudónimo que me han puesto desde que era una cría ("los dominicanos siempre encuentran un apodo para cada quien"). — Cuídate por ahí y no dejes que te caliente el oído cualquier tipo que aparezca — lo abrazo también.
— Lo haré — me separo un poco de él y puedo notar nuestro parecido: piel morena, el pelo negro corto y lacio, labios carnosos, ojos expresivos, cejas pobladas, nariz respingona y curvas naturales bien formadas. — Te quiero — le digo, porque aunque lo quiera ocultar, estoy algo nerviosa y nostálgica. Es la primera vez que viajo fuera de mi país, República Dominicana.
— Yo más — me da un sonoro beso en los cachetes y me alejo para ir hacia donde está mamá, que ha permanecido todo este tiempo de pie "esperando su turno".
— Mamá — la abrazo y ella me corresponde como si no me volviera a ver dentro de un par de años.
— Compórtate, por favor — ruedo los ojos.
— Ya no soy una adolescente, mamá — reprocho porque aún me tratan como si fuera una niña, a pesar de que hace 2 años no vivo con ellos y soy independiente.
— Me llamas cada tres horas para poder estar tranquila. Acuérdate de no hablar con extraños ni explorar los alrededores, tampoco le aceptes bebidas a desconocidos — sonrío porque sé que, a pesar de que tenga 24 años, no van a dejar de sobreprotegerme.
Escucho que avisan que mi vuelo está a punto de salir. Corro hacia mi mejor amigo, que acaba de llegar algo exaltado por correr por los pasillos del aeropuerto.
— Llegaste a tiempo, imbécil — me corresponde y susurra en mi oído:
— Jamás te dejaría ir sin que te despidieras de mí — sonríe. — Debes irte.
— Te cuidas y por favor, controla tus hormonas — ruedo los ojos.
— Ni que fuera ninfómana — le susurro y él ríe.
Vuelven a anunciar y sé que ya es hora de irme, así que les doy una última mirada a todos, que me ven con unas sonrisas en sus rostros. Me despido con la mano mientras empiezo a caminar hacia el avión.
---
Le agradezco al cielo que aprender inglés fue algo primordial que exigieron en mi casa. Tanto que me quejé acerca de eso en mi casa, y ahora estoy agradecida.
Busco entre la multitud un cartel con mi nombre, y a lo lejos logro ver a una chica, de pelo negro y piel clara de baja estatura, con un cartel con mi nombre escrito en cursiva. La chica parece estar de muy mal humor, lo que me faltaba, pero nada arruinará mi felicidad.
Llego hasta ella con una sonrisa.
— Hola — ella intenta sonreírme pero le sale una mueca.
— ¿Erika Sánchez? — asiento. — Mi nombre es Melisa y yo estoy encargada de que tu estadía aquí pueda ser favorable — asiento. Ella habla de una forma muy monótona, cosa que me causa gracia y curiosidad. ¿Cuántas veces ha tenido que repetir esa frase?

ESTÁS LEYENDO
Seduciendo a mi crush © (Sin Editar)
RomanceSi tuvieras la oportunidad de seducir a tu actor preferido ¿Qué harías? Fecha de publicación: 9 de septiembre del 2019. Fecha de terminación: 5 de enero del 2020.