Do it for me

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Una vez ese último cliente se fue quedé observando al jefe en secreto.

Tony estaba extraño desde que su amigo se fué sin despedirse. No quiero ser despedido en mi primera semana de trabajo por ser un cotilla de campeonato, pero no puedo evitar sentir curiosidad de porqué el jefe está así.

-Estaba todo delicioso

El último cliente que se supone que ya se había ido me sorprende poniendo mi corazón a cien en aparecer y decirme eso amistosamente.

Me fijo un poco más en su cara y me viene a la cabeza que por poco me caigo encima suyo hace unos minutos, por lo que me giró y vuelo a hacer una reverencia.

-Se lo comentaré al chef

Le respondo ya al fin despidiéndo al hombre que ahora que pienso debe rondar mi edad.

Tomo todas mis cosas y me cambio de ropa, no pienso salir con el uniforme de camarero a la calle. No me gusta que todos sepan en dónde trabajo.

Miro mi teléfono, pensé que por una vez los comentarios iban a parar, pero no lo hacen, así que lo vuelvo a apagar.
Salgo y camino hacia a casa cargando mi bolsa sobre un hombro. Ya es tarde. No hay apenas nadie en la calle y me espera un trayecto largo.

La sorpresa llega cuando voy por la zona más cercana a mi casa, una zona desértica. Aunque no hoy, porqué hoy hay alguien andando de forma extraña enmedio de la calle. Da la sensación de que quiera ser atropellado.

Corro y quedo justo detrás suyo. Debo ser un fantasma, porqué él no se da cuenta de que estoy justo aquí.

No hay más remedio, lo abrazo por la espalda y se gira mirándome. És él, el amigo de mi jefe. Puede que mis posibilidades de enterarme de cumplan.

Está oscuro, pero si me fijo bien... A demás de estar totalmente borracho el contrario tiene una cara bonita. No creo que lo sea más que la mía.

Lo apartó de la carretera y lo agarro firme de sus brazos puesto a que él tiene intenciones de irse.

-Alto. Si sigues así te van a atropellar. ¿No valoras esa cara bonita que tienes? Deberías hacerlo más...

Me mira, pero se siente como que no le importa que yo esté aquí. Muerdo mi lengua por el chasco y inclino la cabeza

-Bueno, almenos camina por la acera.¿Me escuchas?

No contesta a nada, estoy algo preocupado por si va a entrar en un coma etílico o algo por el estilo, por lo que lo cargo como un saco a mi espalda y sigo preguntando cosas de camino a mi casa.

-¿No puedes contarme nada?

Él al fin de ve dispuesto a hablar con una voz pesada

-Puedo contarte sobre cuando vi a un montón de chicos bajar del cielo en una nave y luego se fueron muriendo, menos unos tontos que se han quedado... Y sobre cómo les salvé la vida.

-Estás muy borracho -río- Pero me gustan las historias de alienígenas, así que cuenta

Y ahí viene cuando un desconocido me suelta toda una historia sobre extaterrestres y sobre cómo de raros son acabando con una frase "no son extaterrestres, son humanos, creo"

Río leve y me doy cuenta de lo rápido que ha pasado el tiempo pues, ya estoy en casa.

-Mmh.. lo siento. No sé qué debería hacer contigo. ¿En dónde vives?

Me dijo una dirección, pero me quedé bastante igual, no conocía muy bien ese lugar, si bien sabía que era de la ciudad vecina no sabía cómo llegar y me gastaría mucho tiempo.

Mis chicos terrestres (BTS × BTS+tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora