Milagro de Amor

Capitulo XIV

—Hola hermos@s, les comparto el capítulo ahora, porque mañana me será imposible.
—No tengo sueño, así que si se portan bien y me cumplen con 30 comentarios, pueda que me inspiren y quien quita y les comparta el siguiente jajajaja, nada en la vida es fácil ¿cierto? 😜
—Se les aprecia y estaré atenta, mientras siga despierta 😜.
—Espero no me crucifiquen 😂😂, saben que no soy tan dramática, soy mas bien chillona y porque no decirlo, si lo sabe Dios, que lo sepa el mundo ¿Que no? ; " soy morbosa" 🙈🙈

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El día de la boda llegó, Candy se despertó mas temprano de lo usual, tomó un baño, se vistió, comió un cuenco con cereal y aprovechando que todos en casa aun dormían, salió de su casa y dirigió sus pasos hacia el lago Michigan; se sentó bajo un gran árbol el cual se convirtió en su refugio desde que llegó a Lakewood.

Dirigió su verde mirada al horizonte y contempló el alba, el cual siempre vio como una grandeza misteriosa, un regalo del creador para los seres vivos, el momento en el que nada respiraba, todo se paralizaba, la hora del silencio en donde sólo la luz del sol se movía.

Cerró los ojos y escuchó los diferentes cantos de los pájaros a su alrededor una melodía digna de escuchar y deleitarse en ella.

Inhaló profundamente y recordó las palabras que su padre le dijo mientras contemplaban juntos el crepúsculo del amanecer bajo ese gran árbol, unos días antes de que él partiera para siempre.

Candy, cuando hagas algo noble y hermoso y nadie se de cuenta, no estés triste, mira el crepúsculo del amanecer, contempla su belleza, es un regalo de Dios para todos los seres vivos, sin embargo todos duermen y se pierden el maravilloso espectáculo de colores que este nos regala.

Cada mañana es un misterio; un regalo de Dios para nosotros, un momento en el que Dios nos muestra su misericordia y su amor, él hace nacer el sol para buenos y malos, recuerda eso Candy y nunca pierdas tu esencia, vive cada día como si fuera el último día de tu vida y enfrenta los problemas con valentía, jamás te rindas ante la adversidad, las pruebas no duran para siempre, Dios no te dará mayor carga de la puedas soportar.

Existe una llave capaz de abrir todas las puertas, romper las cadenas, deshacer maldiciones, sanar heridas, esa llave es el amor, Candy.

El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad; todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

Cuando te sientas triste, ven a este lugar y levanta tu mirada al cielo y habla con Dios, cuéntale a él tus problemas y pídele sabiduría para tomar la mejor decision, fuerza para soportar las pruebas y sobre todo, confía y espera en él, todos te podemos fallar, pero él jamás lo hará.

—Papá, cuanta falta me haces —susurró Candy abriendo sus ojos los cuales se encontraban cristalizados.

Alzo la mirada al cielo y puso en practica los consejos de su padre.

—Señor, siempre en confiado en ti y me he refugiado en ti todos estos años, hoy estoy aquí una vez más, pidiéndote que me ayudes —tu mejor que nadie sabes lo mucho que amo a Terry y deseo con todo mi corazón que mi amor sea lo suficientemente fuerte para soportar lo que sea que tenga que enfrentar, que sea lo suficientemente fuerte para romper con toda maldición, lo suficientemente fuerte para derribar las barreras del corazón de Terry, lo suficientemente fuerte para traer esperanza a una nueva vida, te lo pido en el nombre de Jesus.