Milagro de Amor

Capitulo XV

—Hola hermos@s, estamos casi en la recta final, según mis cálculos, espero estén disfrutando de la lectura, ese es el propósito, que soñemos con un mundo alterno con nuestros Rebeldes del San Pablo, no nos queda de otra 🤷🏻‍♀️, soñar no cuesta nada, es totalmente gratis ☺️.

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Furioso y frustrado, Terry  se lanzó sobre la cama y se quedó mirando al techo. ¿Por qué tenía Candy que insistir con el tema? Llevaban casados muy pocas horas y ya quería meterse dentro de su cabeza. Ni siquiera él quería entrar ahí. No quería enfrentarse a aquel maldito accidente que lo había aterrorizado mientras yacía atrapado bajo las luces del Teatro. No quería enfrentarse al fracaso en que se había convertido, no deseaba que ella viese esa parte de él.

Se concentraría en lo que tenía y no en lo que había perdido, tenia una esposa a la que amaba y dos hijos, y eso era lo único que importaba, eso y asegurarse de que ellos tuvieran lo mejor que la vida pudiera ofrecerles; incluyendo su protección durante el resto de su vida.

Miró su cuerpo desnudo mientras se tapaba con la colcha y  cuando lo hizo, se dio cuenta que estaba fracasando como hombre, esposo y padre.

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Tras dos horas dando vueltas en la cama, Candy se levantó y se acercó a la ventana para contemplar la lluvia que comenzaba a caer; se encontraba aún enfadada, la cabeza le daba vueltas de tanto pensar.

Dio un respingo cuando llamaron a la puerta, caminó hasta ella y al abrirla, vio a Terry en el umbral cubierto solo con una bata.

—¿Te he despertado? —preguntó él.

—No —respondió ella fríamente.

—Lamento mi comportamiento —dijo mientras se acercaba a ella—.Fui un idiota al hablarte de esa manera.

—Yo también lo lamento —respondió ella mirándolo a los ojos para luego dar dos pasos atrás para poner algo de distancia entre ambos.

—¿Que quieres decir? —Preguntó el confundido y sorprendido por la reacción de ella.

—Escúchame bien Terry, porque solo te lo dire una vez, no voy a seguir con esta farsa.

Terry sintió de pronto que el corazón se le subió a la garganta al ver aquellas dos esmeraldas que lo veían cargadas de ira.

Acepté casarme contigo bajo tus condiciones por el bien de los niños y porque de una manera me amenazaste con quitármelos si no accedía a tu petición, pero las cosas han cambiado desde entonces, como bien sabes, hemos recuperado todo de cuanto fuimos despojadas en el pasado y ahora no puedes amedrentarme con tus amenazas.

Tengo también el suficiente poder para pelear en los tribunales por mis hijos, y ahora que mi nombre está libre de escándalos, tengo la misma posibilidad que tines tú para ganar la custodia total de mis hijos a quienes he criado yo sola.

Sé lo que es la escasez, así que no me importará perderlo todo y comenzar de nuevo, pero ten la certeza que lo haré junto a mis hijos.

Por mucho que te ame —dijo ella furiosa sin medir sus palabras —no permitiré que ...

—¿Que acabas de decir? —preguntó Terry interrumpiéndola.