Milagro de Amor

Capitulo XIII

Los días siguientes fueron tranquilos, Candy estaba en contacto con su madre y sus hijos, Terry por su parte se reunió con Albert a escondidas de Candy y juntos pusieron manos a la obra en hacer pagar a todos los implicados en el sufrimiento ocasionado por el acaso mediático del cual fue víctima Candy en el pasado y en el presente, ellos se encargarían que no hubiera futuro para ninguno de ellos.

Irían paso a paso, razón por la cual comenzaron por deshacerse del acoso de aquellas dos reporteras y sus camarógrafos quienes se habían instalado en los alrededores del Hotel White.

Albert se encargó de de aquel asunto, exigió que ambas escribieran un artículo en el area de sociales en donde se retractaban de todo lo dicho por ellas para ensuciar la imagen de su sobrina Candice White Ardley tanto en pasado como en el presente, en caso de negarse él se encargaría de refundirlas en prisión por todos los daños y perjuicios ocasionados a la integridad de Candy y sus hijos.

Sin tener mas opción, ambas mujeres hicieron todo cuanto les fue requerido, y sentían que habían sido afortunadas de no perder su trabajo por sus acciones pasadas, pero la realidad las golpeó antes de lo que ellas imaginaron;  Terry se encargó que las echaran a ambas como perros sarnosos y se aseguró que jamás ejercieran su profesión.

El chofer del taxi, también tuvo su mereció, fue despedido de su empleo tan pronto Albert colgó el teléfono.

Candy estaba sorprendida por todo lo que sucedía a su alrededor, la retirada repentina de las reporteras, el articulo de Luisa y Sandra en la sección de sociales.

Con período en mano, Candy caminó hasta la suite de Terry, quería una explicación pero la única respuesta que recibió de parte de él, fue un encogimiento de hombros y una mirada del gato de Shreck que terminó por desarmarla y se dejo llevar por el calor que las invadió de pronto, terminando en brazos de Terry y repitiendo una sesión de delicioso y desenfrenado sexo.

Durante la semana que estuvieron prácticamente solos, Terry compartía la suite con Candy y cada noche descubrían y practicaban nuevas maneras de hacer el amor.

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Los siguientes en la lista fueron los Leagan, ya que con un poco de presión, Luisa delató a Elisa, señalándola como el cerebro de todo aquel show mediático contra Candy, dijo también que fue la misma Elisa quien planeó todo en la fiesta de fin de año y que su hermano Niel le había entregado la droga que Elisa vertió en la copa de Candy

Annie entregó a Albert los datos sobre la compañía de banquetes que contrató para la fiesta de fin de año de hacía mas de cinco años.

No fue difícil para el rubio quien hizo uso de sus influencias para dar con el mesero que le entregó la copa a Candy.

El hombre se sintió intimidado por las preguntas que el rubio le hizo, pero este último le aseguró que no debía temer si él no tuvo nada que ver con lo hechos de aquella noche.

Albert se puso en contacto con Terry en cuanto salió de aquel lugar y lo puso al tanto sobre los pasos a seguir, Terry estuvo de acuerdo con todo y le dejó claro a Albert que si la declaración del mesero y de Luisa no tenían peso, el se presentaría a rendir su declaración, y así sucedió, Roger Leagan asignó uno de sus mejores abogados para defender a sus hijos quienes eran acusados de drogar a Candy e intento de violación.

Terry hizo venir de New York a su abogado, quien se presentó junto a él ante los tribunales a rendir su declaración, el abogado de Roger Leagan se sintió como un pequeño raton al ver al abogado del joven actor y supo entonces que estaba perdido, fue fácil desestimar los testimonios de una periodista quien hubo publicado calumnias contra una persona en el pasado y el de un simple mesero que bien pudo ser sobornado por los Ardley para inventar aquella historia, pero sería difícil desacreditar la declaración de un actor de la talla de Terruce Graham.