Por favor, no...
―Quita vuestras sucias manos de mí, detestable parásito escocés. ¡Todos son iguales!
―Diamante la miró nuevamente―Serena no seas tonta. No puedes pensar realmente en casarte con este hombre. ¡Es el hijo de una puta!
La ira se alzó en ella.
―¡Diamante, has perdido el control! La madre del conde fue la condesa de Moncrieffe, hija de un marqués francés y un gran erudito y filántropo.
Diamante hizo una burla.
―No, Serena. El padre de Moncrieffe dejó a su refinada esposa francesa por una prostituta de pueblo y fue excomulgado por ello. ―Contemplaba a Darien mientras hablaba―. El gran terrateniente escocés luego asesinó al obispo responsable y se restableció como un buen católico. Cuando su puta murió dando a luz, regresó a su esposa y trajo a su hijo bastardo de regreso al castillo. Este es el hombre con quién deseas casarte, Serena, el hijo de un pecador, que sin duda ahora estará ardiendo en el infierno.
Su mirada se posó rápidamente sobre Darien.
― ¿Es eso cierto? ― Pregunto Serena
Él tenía sus ojos en llamas.
―Sí.
En ese momento, hubo un sorprendente rasguño de metal desde el fondo de la sala y Andrew estaba avanzando con grandes zancadaz, su espada agarrada con ambas manos. Colocó la hoja por encima de su hombro. ¡Quería cortar a Diamante por la mitad, de la cabeza a los pies!
Andrew cruzó toda la longitud de la sala con el fuego del infierno ardiendo en sus ojos y Diamante retrocedió tambaleante unos pasos en dirección a la tarima. Despavorido, trataba con urgencia de sacar su propia espada.
Serena se lanzó hacia delante.
― ¡No, Andrew! ¡Por favor, detente!
En un movimiento relámpago, Darien sacó una pistola de debajo de su abrigo, la levantó y apuntó con ella a Andrew.
―Baja el arma ―dijo Darien con una orden alta y clara―. No vas a matar a este hombre, hoy. Te dije que tendría mi venganza y cuando la tenga, yo lo haré.
― ¿Qué sucede con mi venganza? ―gritó Andrew con malicia.
―La tendrás, también.
― ¿Cuándo? ¿Cómo? ― Cuestiono Andrew con la ira en sus ojos
Su tío, quién se había apoyado en la pared junto a la ventana cuando Andrew se abrió paso a través de la sala, ofreció una respuesta.
―Habrá una investigación sobre el comportamiento del coronel Diamante ―le explicó rápidamente―. Tenemos testigos. Hablé con algunos de ellos cuando llegué aquí.
Diamante se dio la vuelta y lo fulminó con la mirada.
― ¿Es que todo el mundo se ha vuelto loco? Seguramente Su Gracia no está sugiriendo...
―Cada palabra de lo que he dicho, Diamante. Vuestros métodos están más allá de los límites. Es una mancha para el nombre de vuestro Rey.
―¡Nephrite, Andrew! ―gritó Darien por encima del hombro―. Lleven al coronel Diamante a la mazmorra y enciérrenlo.
¿Mazmorra? ¿Tenía una mazmorra?
Lo arrastraron fuera de la sala, mientras Serena luchaba por dominar su ansiedad, no sólo por la naturaleza impactante de la amenaza de su marido sino por todo lo que había ocurrido en los últimos cinco minutos.
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Capturada por ÉL
FanfictionProrrogo: Lady Serena Tsukino prefería morir antes que entregarse a un hombre como Darién Chiva MacLean. Él era el guerrero más feroz de su clan, así como también un enemigo jurado del pueblo de Serena... y esta noche está de pie al lado de su cama...