La Quinta Ola - El Inicio (Ben Parish)

Capitulo 28

-Vendrán pronto a revisar y a deshacerse de nosotros- le digo al resto -Tenemos que salir de aquí.

Volvemos al estacionamiento, Ben nos dejó una última orden.

Me acerco al cadáver de Picapiedra que aún yace en la misma posición en que lo dejamos.

-Si nos haces los honores- le digo a Hacha. Ella se acerca y apunta su fusil a la frente del muchacho, luego aprieta el gatillo y la bala le perfora la cabeza. Todo su cuerpo se sacude en un espasmo nervioso cuando recibe el impacto y luego se vuelve a quedar inmóvil. Me arrepiento de no haber apartado la vista.

Hacha no cambia de expresión, como siempre, y se cuelga el arma al hombro.

Necesitamos que crean que nos revelamos contra Zombi, y que no noten que encontramos el dispositivo de rastreo de Reznik.

-Vamos- les digo. Comienzo a caminar y todos me siguen, Hacha se pone a mi lado y habla lo suficientemente alto para que solo yo pueda escucharla. -¿Piensas volver por él, no?

-Si.

-¿Con o sin nosotros?

-Con o sin ustedes.

Ella asiente -Sabes que ellos no lo abandonarán tampoco. ¿No?

-Claro que lo sé.

Tampoco tú, Hacha.

Pero no se lo digo, aunque estoy en lo cierto. No estoy segura de si se trata de algo romántico o puro respeto, tal vez un poco de ambos, pero sé que Hacha no está libre de sentimientos por Ben.

No sé lo que eso me hace sentir, pero ahora no es el momento. Así que alejo esas ideas y me centro en lo que está sucediendo.

-¿Cuál es tu plan?- me pregunta, su expresión casi no ha cambiado, pero parece un poco desconcertada.

-No lo sé, pensaba inventarlo sobre la marcha.

-Pero necesitamos uno- me reclama.

-Ya pensaré en algo.

-¿Debería alarmarme?

Sonrío -Hacha, tú nunca te alarmas.

Ella hace una mueca como dándome la razón.

-Pero deberías, sí.

Observamos la construcción que tenemos en frente. Sin duda es militar, y aunque parece un hangar no hay aviones por ninguna parte.

Lo único que vemos son camiones y Humvees cargados de soldados que van de un lado a otro.

Encontramos el lugar de casualidad.

Llevábamos caminando desde la mañana y paramos dos veces, una para comer algo, aunque yo no tenía hambre Hacha dijo que debíamos reponer fuerzas, y la otra porque Tacita tenía que ir al baño.

Decidió escabullirse entre los árboles para poder tener algo de privacidad y entonces lo descubrió.

Allí estaba la instalación, como un oasis en el desierto justo al lado del bosque, a dos kilómetros desde la última línea de árboles. Toda de hormigón gris y tan familiar que hasta me siento culpable.

Al instante supimos que Campo Asilo tenía que estar a pocos kilómetros porque varios de sus soldados estaban aquí.

No son humanos tuve que recordarme varias veces mientras los observaba. No los que nos preocupan, al menos. Porque éstos no son niños como en Campo Asilo, si no los hombres y mujeres adultos alterados e infestados de Vosch.

-Vamos, vamos- susurra Hacha a mi lado. Estamos en el suelo con los fusiles listos esperando el momento oportuno.

Llevamos más de una hora vigilando y hemos visto salir a varios de los camiones repletos de objetos plateados y metálicos con forma redonda. Ninguno de nosotros sabíamos qué eran o para qué servían, pero no nos gustó nada. Esperamos a que se pusiera el sol para acercarnos.

-A las dos en punto- le digo a Hacha, señalando un Humvee cargado de cuatro soldados que se aleja lentamente de la pista de aterrizaje. Se detiene y uno se baja a revisar algo en la parte de atrás -Es nuestro- murmuro.

-Déjame los de la izquierda- me pide Hacha, ya que los de la izquierda están más alejados y por lo tanto son más difíciles de alcanzar.

-Como quieras.

Los veo por la mira de mi fusil, y aunque están bastante alejados el tiro es difícil pero no imposible. Aún así, es la primera vez que voy a tirar a matar, Ben no cuenta, fue todo controlado.

Pero éstos no son humanos. Tienes que hacerlo, por tu compañeros. Por todos.

Los dos soldados de Hacha caen muertos casi al mismo tiempo, uno aún en el lugar del copiloto.

Luego, mi dedo tira del gatillo dos veces y los dos cuerpos de los soldados restantes se resbalan de los asientos y se desploman en el suelo. Ya está, pero sé que me demoré un segundo, dudé y Hacha lo ha notado. Me seco el sudor de la frente ante su atenta mirada.

-No son humanos, Ice- me dice.

-Lo sé- le sonrío para que no se preocupe, aunque me tiembla todo el cuerpo -pero aun así se parecen mucho.

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Al fin es viernes!!

Ya quedan dos capítulos y that's it!!😶😳😊😆