El deseo

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Ellie

Hoy iría de nuevo a la habitación de Eddie para "ayudarlo". Nadie sabe nada de esto. Después de lo que pasó la última vez, nos mandábamos miradas divertidas, y nadie sospechaba nada, creo...

Hoy visitaré la Iglesia de San Lucas, ¿a que no adivináis con quién? No pillinas, no es con Eddie. Es con Harry. Vaya, no sé quién es peor.

Yo ya estoy lista para irme [multimedia], pero Harry... Mira que los chicos se quejan mucho de las chicas. Que si el pelo, que si el maquillaje... pues Harry ya se puede callar la boca. Ya son las ¿¡18:05!? ¿Tan rápido pasa el tiempo? Mierda Eddie, estaba tan perdida en mis pensamintos esperando a Harry que se me ha olvidado ir con Eddie. Solo espero que no se enfade y lo dejemos para mañana.

- Vamos. - Dijo Harry poniéndose un gorro de lana.

- Vaya, sigues vivo, pensé que el espejo se había atrapado.

- Ja ja muy graciosa.

- Si, lo sé. - Le dije riendo. - Ya te imaginaba de novio con Blody Mary.

- Jamás saldría con tal monstruosidad, pero si es contigo...

- Espera sentado.

- Prefiero tumbado, en la cama, contigo.

- Y ya de paso tenemos 10 hijos.

- Oye, ¿y por qué no?

Me reí de la patética conversación.

- Anda, vamos.

Salimos de casa y empezamos a andar hacia nuestro destino. Bueno, Harry andaba y yo le seguía.

Que ganas de conocerme todo esto bien y poder salir solo sin mal acompañamiento.

- Y dime, ¿por qué decidiste venir aquí todo el verano?

Y allí está ese tema tan delicado para mí. Mis padres. Nada, absolutamente nada de ellos.

- Yo no quería venir, me obligaron mis padres.

- ¿Por qué?

- Porque no sé.

- Buena respuesta.

Un silencio incómo nos invadió, hasta que decidí romperlo.

- ¿Cómo es vivir con dos iguales a tí?

- Agotador, pero divertido. Agotador porque somos muy diferentes y para solucionar problemas y eso pues tardamos medio siglo, pero divertido porque podemos confundir a la gente.

- Vaya, buena respuesta.

- ¿Y tú tienes hermanos?

- Hija única.

- Que suertuda.

- Oye, pero son tus hermanos.

- Ya, pero hay veces que me joden.

- Obviamente.

- Bueno, dejemos ese tema. ¿Tienes novio?

- ¿A qué viene esa pregunta?

- A que estás muy buena y quiero saber si tengo competencia.

- Pues no, no tengo novio, pero no cantes victoria tan pronto, que no quiero nada.

- Ni yo, pero... ¿un rollito?

- Tú solo quieres follar.

- Sip.

- Vale, pues yo no.

- Tarde o temprano te haré mía.

- Reza Styles, reza.

Harry me enseñó la Iglesia detalladamente y he de decir que es preciosa. Grande, antigua, hermosa...

Por fin llegamos a casa y al entrar se escuchaba música a todo volumen desde la habitción de Eddie. Pobre, le dejé plantado.

Subí a u habitación y abrí la puerta. Eddie estaba tumbado cómodamente en la cama mirando fijamente el techo.

Como no tenía ganas de gritar apagué la música y enseguida Eddie se incorporó.

- ¿Qué crees que haces puta?

Ignoré el "bonito" apodo.

- Eddie, siento no haber venido, esque estaba esperano a Harry para irnos y él tardaba mucho...

- ¿Harry? ¿Me has olvidado por Harry?

- ¿Olvidado? Por Dios, no exageres.

- Me has dejado plantado.

- Lo sé y lo siento, pero....

- Para mí no existen peros.

- Eddie por favor...

- Es tarde, voy a dormir.

Se tumbó de nuevo en la cama y se tapó con la manta entero.

- Vale.

Cerré su puerta de un portazo y yo también me fui a mi habitación para dormir. Me puse el pijama y me tumbé en la cama.

No tengo sueño, no puedo dormir. Estoy mal por Eddie, pero no soy de esas que van detrás del chico para que las perdonen. Ni de coña.

Podría decir que ha sido culpa de Harry, pero el chaval ni siquiera sabe de nuestros encuentros. Bueno, solo fue un encuentro.

No olvido las manos de Eddie recorriendo todo mi cuerpo, era una sensación indescriptible. Aún estoy con las ganas de que me penetre con su gran polla.

Agh, de solo pensarlo me caliento. Entonces, se me ocurre una idea y la solución a mi calentón.

Me desnudo a gran velocidad y con desesperación bajo las sábanas. Mis manos recorren todo mi abdomen con lentitud imaginando que son las manos de Eddie. Mis manos se dirigen a mis pechos y masajeo mis pezones. Gimo en voz baja intentando que nadie me escuche, sobre todo porque en casa solo están Hazza y Eddie.

Cada vez estoy más caliente y mojada. Entonces mis manos ya están en mi preciado coño. Acaricio el clítoris, al principio despacio, pero después con más velocidad. Entonces meto en mí 3 dedos y ahí la cagué.

- Aahhh Eddie. - Gemí demasiado alto.

Paro mis acciones y me quedo en total silencio. Nada se oye, buena señal.

Dejo de masturbarme, me visto e intento dormir. ¿Que por qué paro? Porque no me da la gana de que uno de los trillizos venga y me vea en esas condiciones.

Al fin, me dormí. ¡Buenas noches mundo!

Por la madrugada

Estaba tan tranquila dormida, hasta que siento que alguien me toca una muñeca. Emm, ¿un fantasma? Si claro, Casper ¿no te jode? Abro mis ojos y veo a alguien.

- ¿Quién eres? - Me atrevo a preguntar.

- ¿Tanto pensar en mí para luego olvidarte? - Esa voz...

- ¿Pero qué...? - Pregunté cuando me di cuenta de que estaba atada a la cama. ¡Atada! Intenté soltarme, pero era en vano. Y para colmo, estaba totalmente desnuda.

- Tranquila puta, te daré lo que pediste... - Dijo acercándose a mí lentamente y con una media sonrisa en su cara.

Era Eddie.

Un verano con los trillizos Styles {Terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora