No es follar, es hacer el amor

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Edward

¿Por qué no responde? ¿Está dudando? Eso nunca a sido bueno. El tiempo pasa demasiado despacio. El corazón me late a mil por minuto. Necesito una respuesta, un simple sí o no. Pero ella... me mira nerviosa mordiéndose el labio. ¡Responde!

- Ellie, por favor...

- Yo... si.

- ¿Si?

- Si.

¿Me dijo si? ¡Me dijo si! ¡Ellie es mi novia oficial! Esto es increíble, una sensación hermosa. No pude contenerme, la agarré de las mejillas y la besé con ternura y cariño. Ella de inmediato me respondió. Gimió cuando metí mi lengua en su boca. Era deliciosa... Nos besamos durante un rato y después nos separamos lentamente. Nos sonreímos y pude notar como se sonrojaba.

- ¡Eh! Ellie Johnson sonrojándose.

- Calla tonto. - Reímos.

- Ellie.

- ¿Si?

- Te amo.

- Y yo a tí.

Marcel

Jopé jopé jopé... ¿dónde mierda están? Ay perdón por la mala palabra, pero es que estoy muy nervioso y ellos no aparecen y Harry tan tranquilo comiendo un plátano y... y... ESPERA.

- ¡HARRY! ¡Deja de comer! ¡Tu hermano no aparece y Ellie tampoco!

- Tranquilo tío, vendrán pronto.

- ¿¡Tranquilo!? Te voy a... a... ¡a decapitar!

- Uh uh que miedo.

- ¡Agh! Que te calles, jopé.

Ellie

Todo era perfecto. Él, yo y nuestra primera cita romántico. Él me ama él me ama. Y yo a él... pero me siento fatal por Harry y Marcel, también siento algo por ellos, pero Eddie es el que me ama y me lo a pedido, no se merecía un no.

- ¿Sabes una de mis fantasías sexuales? - Me preguntó.

- Mmm... nop.

- Pues... hacerlo aquí, en una pradera, por la noche...

- Vaya... espero que algún día se cumpla. - Se disgustó. - ¡Ei! Que era broma. Ven aquí guapo.

Nos acercamos sonriendo y nos fundimos en un dulce y apasionado beso. Nuestras lenguas hacían una batalla. Sus manos recorrían mi cuerpo con desesperació, y yo agarraba sus mejillas para profundizar más el beso. Me quitó el cinturón y las pulseras mientras yo le quitaba la chaqueta.

Sus besos descendieron hasta el cuello, donde besaba mi punto debil y lo mordía levemente mientras yo suspiraba de placer. Me acaticiaba las tetas por encima de la tela del vestido. Yo iva a desabrocharle la camisa, pero sus manos agarraron mis muñecas. Le miré confusa.

- Nena, no hagas nada, déjamelo a mí.

- ¿Pero vamos a follar?

- No. - Fruncí el ceño y él se rio, para después acercarse a mi oído. - Te voy a hacer el amor. - Me susurró suavemente.

Yo me quedé impresionada por sus palabras y le hice caso. Eddie me empezó a desabrochar el vestido.

- Antes te lo ponía, ahora te lo quito. - Me susurró MUY sensualmente.

Por favor, con solo oírle me podría dar un orgasmo. Quedé frente a él solo en tanga, ya que sujetador no ne puse. Ups. Me hacía gracia la cara que puso Edward.

- Madre mía, ¿me quieres matar?

Se relamió los labios y después los dirigió hacia uno de mis pechos para chupar el pezón. Me moría de placer. Su lengua, tan mojada y caliente, era mágica. Al final, me dejó los dos pezones rojos. Fue bajando los besos hasta llegar a mi sexo. Me dio un beso ahí por encima del tanga. Me estaba volviendo loca, solo quería que me lo quitara.

Después de lo que parecían 3 años, ne lo quitó. Mi respiración estaba acelerada, al igual que mi corazón. Lo necesitaba, a él y ahora. Vamos Eddie vamos. No lo quería decir en voz alta porque sé que a él le encanta que le suplique. De repente, sentí algo húmedo y muy caliente en mi clítoris. Su lengua. Dioooos, esa lengua hace las mil maravillas. ¿Estoy en el cielo? ¿Tal vez en el paraíso? No lo sé, pero tampoco me importa. Solo quiero que esta sensación no se acaba.

Metió tres dedos en mí y los movía con rapidez. Yo gemía sin parar, estaba a punto de llegar, y yo quería correrme en su interior. Hice un ruido de queja para que parase, pero él seguía lamiendo y moviendo sus dedos en mi interior.

- Para. - Le susurré, pero él hizo caso omiso.

Ya estaba a punto... ¡Bam! Llegué.

- ¡Ahh siii Edward!

Eddie subio a mi de nuevo y me miró a los ojos. Se chupó los dedos y se tragó mi semen.

- Mmm, rico rico. - Ronroneó con una sonrisa burlona.

Se acercó a mí lentamente y estaba a punto dr besarme, pero un trueno, un putísimo y desgraciado trueno, interrumpió el hermoso momento.

- Mierda, va a llover, corre, vístete.

Asentí y mientras me vestía, empezó a llover a cántaros y corrimos al coche. Entramos y los dos respiramos profundamente. Nos miramos y nos reimos a carcajadas.

- ¿De qué nos reímos? - Preguntó.

- No sé, pero pienso vengarme de ese estúpido trueno.

- Igualmente.

********

Entramos mojados a casa, pero desde fuera se escuchaban gritos. ¿A quién se le ocurre? Es muy tarde.

- ¡Eres un descerebrado! - Harry

- ¡Habló! ¡El que no sabe ni atarse los cordones! - Marcel

Vale, eso me pasa por hablar. Eddie me miró confuso, y yo en shook por los gritos. ¿Qué cojones habrá pasado? Fuimos hacia los gritos y allí estaban los dos gritándose de todo que no entendía.

- ¡Eh! ¡No gritéis joder! - Gritó Edward. Muy irónico.

- Eddie, cariño, tú también has gritado. - Le dije burlonamente.

- Es este que... espera, ¿cariño? - Preguntó Harry un poquito enfadado. Y Marcel... triste.

- Sip, estamos saliendo. - Dijo Eddie con orgullo y... ¿malicia? ¿Qué mierda pasa aquí?

- Felicidades. - Dijo Marcel triste y se fue, al igual que Harry.

Eddie se rió y yo seguía confusa. Me están ocultando algo, y por mis santos ovarios que lo averiguaré.

Un verano con los trillizos Styles {Terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora