Un verano con los trillizos Styles {Terminada}

Surprise...

Ellie

Miré la prueba con miedo y a la vez esperanza. En ella se podía leer perfectamente negativo. ¡Aleluya! No estaba embarazada. Esto es un milagro. No podía estar más aliviada. Bueno, olvidemos este pequeño error, pero... esto me hace pensar. ¿Era un aviso? Si me sigo acostando con Eddie, podría pasar algo... tener inconvenientes... ¡Váh! Que le den, yo quiero placer y una gran polla.

En cuanto a lo de mis padres, sigo dolida, pero lamentarlo no servirá de nada. Además, se supone que este verano me lo hiva a pasar de puta madre y desde ayer solo lloror, grito y pego. Parezco un animal, y los trillizos no se merecen eso.

De repente, se escuchan unos murmullos detrás de la puerta. Me acerco silenciosamente y pego mi oreja izquierda a la puerta. Eran ellos.

- Tienes que llamar. - Marcel.

- ¿Qué más da? - Harry.

- Joder Marcel, cállate ya. - Edward

- Chicos, tenéis que ser más educados, ¿no véis que está pasando por un mal momento?

- Joder Marcel, no me toques más los cojones.

Y ahí interrumpí yo. Abrí la puerta y los tres me miraron sorprendidos.

- ¿Tanto liáis para entrar a una habitación? - Les pregunté con una sonrisa burlona.

- E...Ellie, ¿estás mejor?- Me preguntó Harry.

- ¡Si! ¿Hacemos algo? - Les dije con entusiasmo, a lo que ellos me miraron extrañados. - ¿Qué pasa? ¿También queréis una foto de mi coño?

- ¿¡Eh!? - Dijeron a la vez. Marcel con horror, Harry sorprendido y Eddie con una gran sonrisa.

- Ellie, ¿por qué mejor no comes? - Me preguntó Macel amablememte.

- Si, me muero de hambre.

- Normal. - Dijo Harry.

- ¿Tienes hambre? - Me preguntó Eddie con picardía. Sabía a lo que se refería, y yo le seguí el rollo.

- Sip, ¿qué hay de comer?

- Salchicha con mayonesa. - Me dijo con una gran sonrisa y yo reí a carcajadas.

- ¡Eddie! Que estoy a punto de comer.

- Ya te digo. - Me dijo acercándose a mí, pero Harry y Marcel me cogieron del brazo y me casi arrastraron a la cocina.

- Lo siento Ellie, pero solo tenemos un sandwich de pollo. - Me dijo Harry.

- Umm, me encanta el pollo. - Dije.

- Y las pollas. - Susurró Eddie a mis espaldas, pero lo oí.

- ¡Guarro! - Le grité.

- Lo sé nena, lo sé.

********

Comí y comí y bebí y bebí todo lo que veía hasta que no pude más y... no había más comida. Creo que alguien tendrá que ir a comprar.

- Ellie, ve a dormir, nosotros iremos a comprar.

- Gracias Marcy. - Le di un beso en la mejilla y él se sonrojó.

- ¡Eh! Eso no vale. - Dijo Harry indignado.

- Ven aquí guapo. - Me acerqué y le di un beso en la mejilla.

********

- ¡¡EDDIEEE!! - Grité a todo pulmón.

Hoy estaba dispuesta a salir un rato, quería dar una vuelta y pensar en todo y en nada. No sé qué hacer con los trillizos, me pasan cosas...

Necesitaba su ayuda porque... intentaba ponerme la cremallera del vestido y no podía.

- ¡Ya estoy aquí! ¿¡A quién le tengo que reventar!? - Dijo un Edward furioso, preocupado y agitado con un bate de beisbol en las manos.

- A nadie, solo quiero que me pongas la cremallera. - Me giré para que me la pudiera poner.

Eddie se acercó a mí me puso la cremallera.

- Gracias.

- ¿Dónde vas?

- A salir.

- Te acompaño.

- No, prefiero ir sola.

- No era una pregunta, te espero abajo.

Emm... ¿vale? Mierda, para un día que tengo sola y va Eddie y me lo arruina. ¿Y si salgo por la ventada de mi cuarto? Me asomé y ya tenía claro la respuesta: NO.  ¿Cuántos metros habían? ¿50? ¿70? ¿Tal vez 87? No sé, pero soy demasiado joven para morir estampada contra el suelo.

No había otra opción, tendría que ir con Eddie. Bajé las escaleras y ahí estaba él, al lado de la entrada, esperándome. Le sonreí finjidamente, pero él me sonrió con nervios. No me extraña, estoy tan buena...

A partir de quí escuchad la canción, Trudly, madly, deeply de 1D.

- Vamos, quiero enseñarte una cosa. - Me dijo.

- Pero...

- Nada de peros, vamos.

Con sus manos en mi cadera, nos dirigimos a su coche. Me abrió la puerta del copiloto y, agradecida, entré. Después él se metió a mi lado. Arrancó y condujo hacia no sé donde.

- ¿Dónde vamos? - Pregunté emocionada.

- Ya lo verás.

********

Estuvimos conduciendo durante 1 hora, hasta que por fin llegamos. Estábamos en una especie de pradera. Eddie me ayudó a bajar del coche y entonces todo se volvió negro. Eddie me había puesto un pañuelo en los ojos. Pude sentir sus manos de nuevo en mis caderas.

- Eddie, me voy a caer.

- Pues yo te cogeré. - Me susurró al oído, lo que me provocó escalofríos.

Andamos durante mucho tiempo. Más tarde nos paramos.

- Ellie, este día será muy especial. - Me susurró de nuevo.

Me quitó el pañuelo, abrí los ojos y juraría que me muría...