Kat: Dolor

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Solo una palabra para describir lo que sentí en ese momento: DOLOR.

Cuando comenzó a decirme que me conocía desde hacía muy poco tiempo y que apenas sabía como soy, no lo pude evitar y sentí un dolor muy profundo en mi corazón, lo sé, soy un poco bipolar, es decir, no quiero arriesgarme pero quiero que me quiera y yo quererlo...

La verdad no sé que pensar, estoy en lengua castellana al lado de él y no puedo centrarme, solo puedo pensar en él, en este mismo momento es lo único que aparece en mi mente. El tenía razón,  yo le había dicho que sí a la cita, ahora no podría escaquearme, pero, tampoco quería, necesitaba hablar con él...

Jordan no me dirigió la palabra en el resto del día y eso me me mataba por dentro, la verdad jamás pensé que necesitaría tanto a alguien, pero supongo que siempre hay una primera vez para todo...

Salí de la clase y me fui a el lugar al que el me llevó la última vez, nuestro lugar. Me senté bajo un árbol, apoyé mis brazos sobre las rodillas, y sobre estos apoyé mi cabeza y sin ni siquiera quererlo lloré. Escuché que alguien decía mi nombre, levanté mi cabeza y ví a Lukas mirándome apenado.

-Kat, ¿estás bien?

Negué con la cabeza y se acercó a mí,  se acuclilló para quedar a mi altura y me abrazó, lloré empapandole su camiseta de Iron Maiden. La verdad que con este chico me estaba llevando muy bien, teníamos unos gustos de música bastante parecidos, y teníamos muchos más gustos y aficiones en común, el por ejemplo tocaba la guitarra eléctrica, así que ¿por qué no intentar ser amigos?

-¿Me vas a decir qué te pasa o vas a seguir llorando?, por que así ya me siento y no me duelen las piernas- dijo riendo, yo sonreí un poco y le dije:

-Verás, tengo problemas...

-¡A que adivino! Es con Jordan ¿verdad?

-¿Cómo lo has sabido?

-Kat, el no te deja de mirar cuando no lo ves y tú a él, ¡es obvio!

-¿Tanto se nota?

-¡Pues sí!

-Dios...¡que vergüenza!

-Kat, te gusta, le gustas, ¿ por qué no lo intentáis?

-Es que... Lukas, no quiero que me haga daño...

-¿Te digo una cosa?

-Dime.

-No creo que el te vaya a hacer daño, tienes más pinta de hacerle daño tú, que el a tí...

-¡Oye!

-¡Tú me dijiste que te lo diga!

-Pero, es que...

-Kat, la vida no es todo alegrías y es obvio que en algún momento acabarás dolida, pero si nunca te equivocas y nunca te caes jamás podrás demostrar que puedes levantarte. Tienes que vivir la vida, disfrutar los momentos y sobre todo demostrar lo que eres capaz de hacer. Te caerás y tropezarás montones de veces, pero eso forma parte de la vida y si no arriesgas no ganas, y el que pierde no es cobarde, el cobarde es el que no se atreve a arriesgar. Piensa en que si te hace daño es una buena lección, de ese error aprenderás y no volverás a cometerlo, pero Kat, no olvides que cuando tú te caigas otros te ayudarán a levantarte.

Me quedé pensando en todo lo que había dicho Lukas, tiene razón, el me quiere yo le quiero, tengo que intentarlo...

-Lukas, ¿tú eres un setentón atrapado en el cuerpo de un adolescente?

-Kat, ¿lo vas a pensar?

-Claro, gracias, en serio...

-De nada, para eso están los amigos ¿no?

Me guiñó el ojo y se fue, lo iba a intentar, no puedo dejar pasarlo. La verdad que este chico tenía razón si no lo intentaba iba a ser una cobarde toda mi vida,  y eso no podía ser, esta misma tarde se lo diría, le diría que yo también le quiero y que quiero intentarlo con él.

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El resto de la mañana transcurrió sin novedades. Llegué lo más rápido posible a mi casa para cambiarme, arreglarme y prepararme lo más rápido posible, Jordan llegaría a las 16:00 y eran las 15:30.

Me cambié lo más rápido posible, me puse unos shorts negros gastados con unas medias semitransparentes y por arriba una camiseta corta negra con el símbolo de Guns and Roses ( con una camiseta por debajo claro) y unos botines negros con tachuelas.

Me puse unas gotitas de mi perfume favorito y me arreglé el pelo, me iba a hacer una trenza, pero decidí dejarmelo suelto, me puse la chaqueta negra de cuero y me senté a leer mientras esperaba a que llegara.

Eran las 15:59 y cuando dieron las 16:00 el timbre sonó, salí corriendo para abrir la puerta y ahí estaba él con una chaqueta de cuero como la mía unos pantalones negros con cadenas y una camiseta blanca. Sus ojos azules se posaron en mí y yo le sonreí.

-¿Estas lista?- dijo ofreciéndome la mano, yo se la tomé y le respondí:

-¡Por supuesto!

Me llevó hasta el parque, allí me llevó a una zona alejada y me dí cuenta de que había una manta tirada en el suelo con un ramo de rosas y una cesta llena de comida.

-¿¿Jordan has traído comida??

-¡Hombre! ¡Como no iba a traer comida!

-¡¡Vamos!! ¡¡Que tengo hambre!!

Nos sentamos y empezamos a comer, el había traído de todo, de patatillas y palomitas, a chuches, bombones, sandwiches y frutos secos... ¡¡DE TODO!!

-Jordan...

-Kat, déjalo no me expliques nada, ya te lo he dicjo te voy a enamorar cueste lo que cueste.

Me levanté y me dirigí hacia el, me senté a su lado y le tomé de la mano. Él me miró sorprendido, nos quedamos así unos segundos hasta que no pude aguantar más...

Y de repente llegaste tú...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora