Y de repente llegaste tú...

Kat: Secretos.

Jordan y yo estábamos sentados en una mesa, de un restaurante que esta cerca de su casa. La verdad que por fin me sentía a gusto, él y yo estábamos hablando de tonterías, pero sinceramente me daba igual, el hecho es que estaba con él y estaba feliz.

Mi teléfono comenzó a sonar y Jordan me miró, le hice una seña de disculpa con la mano, y atendí.

-¿Sí?

-Kat, hola ¿qué tal?

-¿Lukas?

-Oye, ¿todavía no tienes guardado mi número? Pfff... que cruel que eres, ya empiezo a pensar que te caigo mal...

-Bop no digas tonterías, dime, ¿que necesitas?

-Ah, verdad, ¿que tal? ¿Lo intentaste con Jordan?

-Emmm... respecto a eso...¿me esperas um minuto?

-Sí claro.

-Jordan, me pregunta Lukas sobre lo nuestro, ¿te molesta que él lo sepa?

-No, por supuesto que no, ¡de esa manera no intentará ligar más contigo!- suspiré y levanté el teléfono hasta mi oreja.

-¿Y bien? ¿Qué pasó entre vosotros?

-Bueno... verás, quedamos el viernes a la tarde, y el me preparó un picnic...

-Oh, que romántico, pero ¡ve al grano!

-Bueno, me dijo unas cosas y le abracé, y luego... nos besamos...-le dije tímidamente, el se río y yo miré a Jordan, que me sonreía, pícaramente.

-¡Si es que lo sabía! ¿Y ahora? ¿Sois novios verdad?

-Sí...- él río otra vez y yo volví a mirar a Jordan, que esta vez miraba al camarero que venía con nuestros pedidos.-Lukas te tengo que dejar que ya vienen nuestras comidas, ¿hablamos luego?

-Claro Kat, pasame con Jordan un minuto por favor.

-Vale- le entregué el móvil a Jordan y le dije:- Jordan quiere hablar contigo...

-¿Hola?-Dijo el desconfiado, yo le miré y su expresión tranquila desapareció al instante, apretó su mandíbula y frunció el ceño, lo miré sorprendida y el colgó el teléfono.

-Jordan ¿que te dijo?-Le pregunté confusa, el me miró y me dijo:

-Nada, ya vienen nuestras comidas.-Dijo él en un tono serio, no me miró a los ojos, eso me sorprendió un poco, el siempre me miraba a los ojos, estaba preocupada, sea cual sea la cosa que le hubiera dicho Lukas lo había cabreado.

-¿Quieres probar?- le dije empujando mi plato hacia su dirección, el negó con la cabeza.

-Prefiero que comas tú.

-La verdad es que ya no tengo apetito, Jordan, ¿qué te pasa?

-Nada, ¿ya no tienes hambre?

-Jordan, mírame a los ojos- hizo lo que le dije y le pregunté.- ¿Qué te pasa?

-Nada- dijo mientras bajaba la mirada, en serio, me estaba preocupando...

-Jordan, ¿te acuerdas que el otro día me dijiste que confiara en ti?- el asintió y yo seguí - Bueno, ahora es tú turno, confía en mí por favor...