Jordan: Completamente enamorado.

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Kat me empujó hasta que quedé contra la pared y me puso una gominola en la boca, no tenía ni idea de que intentaba hacer, pero tenerla tan cerca mío me ponía nervioso.

-Vale, ahora yo te daré de comer y tu no me vas a cuestionar nada ¿okey?

-Kat, contigo tan cerca no voy a poder comer bien...

-De eso trata.

Me puso otra gominola en la boca y luego otra y otra y otra... Ella se acercó mucho cuando yo las tragué todas, me empecé a poner nervioso, quería besarla pero no podía, me había atado las manos con una cinta negra.

-¿Nervioso?

-No...-Le mentí, si estaba nervioso y cada vez más. Me cogió una mano y me la puso sobre su pierna, intenté sacarla pero ella me la retuvo, y me dijo:

-¿Y ahora?

-Nunca...

Se puso una gominola en la boca y se ca comió.

-Mmm... está riquísima...¿quieres probar?

-Mm..no...

-Vamos, sé que quieres probarla- dijo es y se puso otra gominola igual en los labios, empezó a acercarse a mi hasta que la gominola se quedó entre nuestros labios, la mordí y no pude evitarlo, nuestros labios se rozaban, le dí un pequeño beso pero ella se apartó dejandome con ganas.

-Kat, ¡¡para por favor!!

-¡Valep!

-¿Vale?¿Me tientas así y luego paras y me dices vale?

-Si, ¡solo lo hacía para molestarte!

-¿Qué?

-Te pusiste nervioso, ¡admítelo!

-No...no estaba nervioso

-Sí

-No

-Sí...-escuchamos el ruido de la puerta principal abrirse y un grito.

-¡¡Kaat!! Ya he llegado...

-¡¡Rápido al armario!!- me susurró para que me escondiera, una vez dentro de este Kat salió del cuarto y fue a saludar a su madre, estaba nervioso, ¿y si me pillaba?

Ahora que lo pensaba, estaba solo en el armario de Kat, y tenía toda su ropa para mí, el aroma de su ropa me embriagaba por completo, empecé a coger algunas prendas de su ropa, encontré unos pantalones, cortos, muy cortos, la tela era fina, supongo que sería un pijama, de repente la puerta del armario se abrió, y yo me sorprendí bastante, Kat me sacó el short de las manos y me dijo:

-Deja mis pijamas por favor...

-Me encantaría verte con el puesto...

-¡Jordan!

-¿Qué? 

-Venga, vamos, te tienes que ir...

-Vale...- llegamos a la puerta y me dio un beso muy suave en los labios, me sonrió y toqué el botón del ascensor. -Chau preciosa...

-Chau Jordan...-Dios me encanta cuando mi nombre sale de sus labios...

Llegué a mi casa y me fui a mi cuarto, una vez allí me tumbé en la cama, hoy había sido el mejor día de mi vida, me levanté y fui hasta el calendario, cogí un bolígrafo rojo y anoté en el día Viernes 24 de Octubre del 2014, y lo rodeé. Mi móvil sonó y lo cogí.

Y de repente llegaste tú...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora