Kat: Alivio

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Poco a poco abrí los ojos, una respiración tranquila y pausada además de la mía me llamó la atención, levanté la cabeza y ví el rostro de Jordan. Dormía plácidamente, estaba tan tranquilo, tan calmado, era increíble lo atractivo que resultaba en esos momentos, yo en cambio debía tener un aspecto de zombie impresionante... Cogí mi móvil sin hacer ni ruido ni movimientos que pudieran despertarlo y le saqué una foto. Me volví a acomodar en mi posición anterior y empecé a acariciarle el cabello peinándoselo hacia adelante y hacia atrás.

-Si sigues así no me conseguirás sacarme nunca de tu cama...- dijo él aún con los ojos cerrados. Reprimí una pequeña sonrisa y le respondí con más caricias.

-Es que si tú no te levantas yo tampoco tendría escusa para levantarme...

-Vale, yo no tengo problema.- dijo abrazándome con uno de sus brazos mientras que con el otro me acariciaba la espalda.-¿Quieres que juguemos a algo?

-¿Tenemos que levantarnos?- pregunté de manera perezosa.

-No, solo hablar.

-Bien, ¿qué juego es?

-El juego de las 20 preguntas.

-Está bien, empiezo. ¿Color favorito?- le pregunté, quería saberlo ya que no tenía ni idea de cual era.

-Negro. Me toca ¿perro o gato?

-Perro- Le respondí con simpleza, siempre preferí los perros. Son más fieles y además más tiernos. -¿Comida favorita?

-Spaghettis. ¿Libro favorito?

-Em... no sé, supongo que uno que se llama "Éxodo". Mi turno, ¿playa o montaña?

-Depende, la verdad me gustan los dos sitios pero depende de como tenga el día, si estoy en plan inquieto playa, si estoy tranquilo montaña. ¡Me toca!¿qué pensaste de mí el primer día que me viste?

-Mmm... bueno...- la verdad me había caído muy mal, pensaba que era el mítico chico que se creía un dios...- al principio me caíste mal, creía que eras uno de los típicos playboy, que te creías el chico más guapo y eso, por lo tanto me desmotivé pensando que jamás te enamorarías de mí...

- Pues tú primera impresión si que fue equivocada... nunca me gustó jugar con las chicas, y sé que soy un chico guapo pero no me creo el mejor, así que estabas completamente confundida.

-Y ¿tú que pensaste de mí?- le pregunté intrigada, la verdad quería saber que había pensado de mí.

-Bueno, en el momento en el que te ví me enamoré de tus ojos, luego fuiste muy borde y me caíste mal, pero no me rendí, no quería que me ignoraras, al principio quería ser tu amigo, pero luego me fui enamorando, y ahora ya me ves, en tú cama contigo entre mis brazos.- sonreí y el me miró, con una de sus manos acarició mi mejilla, y con la otra me acercó más a el, redujó la destancia entre nuestras cara y fundió nuestros labios en un suave y delicado beso. Nos separamos cuando notamos que el oxígeno empezaba a faltarnos, él me sonrió y me dijo.- Tengo hambre, ¿desayunamos?

-Vale.- la verdad yo también tenía hambre pero no se lo iba a decir.-¿Qué hora es?

-Emm... ni idea.- dijo buscando su móvil, cuando lo encontró desbloqueó la pantalla y me miró nervioso.-Eh... bueno, creo...creo que es un poco tarde...

-Jordan,¿qué hora es?

-Es la una y veinte...- dijo con una sonrisita pícara en su cara. En ese momento mi móvil sonó y ví que en la pantalla salía una foto de mi madre, atendí y de reojo ví como Jordan empezaba a buscar algo de ropa en una mochila que había cogido ayer.

-¿Kat? Kat cariño ¿estás despierta?

-Sí, hola mamá.

-Hola Kat, mira, a tu hermana la van a dejar aquí un día más y me encantaría poder ir a casa, ¿podrías venir y quedarte con ella un rato? Puede venir Jordan también.

-Ah, sí, ya vamos para allá, tranquila.

-Vale gracias hija.

-Nada, ma.- colgué y miré a Jordan que estaba poniéndose los pantalones, enseguida me dí la vuelta y me sonrojé.

-Ya, ya puedes mirar.- me dijo él aguantando la risa. Me dí la vuelta y miré a Jordan que ya tenía sus pantalones puestos, me sonrió y yo me levanté para coger mi ropa.-Menos mal que estaba con los boxers, no puedo imaginarme tu reacción si me hubieras visto sin ellos...- dijo con una sonrisa pícara en su cara, me reí y le tiré una alohada que tenía cerca, por desgracia el la cogió antes de que impactara en su cara.

-Voy al baño, si quieres ve a la cocina, en cinco minutos estaré allí.

-Vale, te espero.

Entré al baño y me asee para ponerme la ropa limpia, diez minutos después salí lista.

-¿No eran solo cinco minutos?- me preguntó Jordan ni bien entré a la cocina. Sonreí tímidamente.

- Ya... es que tenía que maquillarme...- le dije señalándome los ojos que ahora estaban delineados de negro.

-Da igual, ve al salón, tenemos que desayunar.

-¿Y ahora me dirás que has preparado el desayuno verdad?

-Pues sí, así que ve.

Me dirigí al salón con Jordan detrás, cuando llegué había un plato con cuatro tostadas, mermelada de arándanos, mantequilla, una jarra con leche, dos tazones con cereales y unas galletas con chocolate. Me dí la vuelta y ví a Jordan con un paño doblado sobre su brazo como si fuera un camarero, me reí ante esa imagen y el me puso una mano en la espalda empujándome hasta el sofá.

-¡Y esto es lo que un hombre es capaz de hacer en diez minutos cuando tiene hambre!- dijo con voz de vendedor y cara seria, no lo aguanté y solté una carcajada.

-¡Y esto es lo que hace una mujer cuando tiene hambre!- dije mientras cogía una tostada le untaba la mermelada y me la metía en la boca mientras Jordan me miraba conteniendo la risa.

Cuando acabamos de desayunar y ordenar todo salimos y tomamos un taxi para ir al hospital. En el momento en el que llegamos allí subimos a la planta en la que estaba la habitación de mi hermana y nos metimos en ella. Al entrar ví a mi hermana durmiendo con unos cables conectados a unas máquinas, y al lado mi madre durmiendo en la silla, y con la mano de mi hermana entre las suyas. Me acerqué y con cuidado desperté a mi madre, le dije que fuera a casa y que se relajase, se levantó y se fue.

-¿Kat?

-Ey, ¿qué tal te encuentras enana?

-Bueno... oye, ¿ese es Jordan?- dijo mirando a mi novio que en esos momentos estaba con el móvil en sus manos.

-Sí, es él.- su cara se iluminó y emitió un gritito de alegría mientras daba palmas.

-Lo sabía, ¡sabía que acabaríais juntos!

-Vale, vale no te emociones y descansa ¿si?

-¡Aburrida!

-¡Bop!

Y de repente llegaste tú...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora