Te Amo Ray [TPN. BL]

III

-Así que... Norman, ¿Se intentó propasar?-Pregunto Anna, reafirmando lo que el azabache de su amigo le había contado.

-Algo así- miró al techo, como intentando distraerse del reciente sonrojo que ya había aparecido en sus mofletes. De alguna forma le molestaba.

-¿Entonces no tuvieron setso?- Dijo Gillian decepcionada, bebiendo de su malteada por un popote.

Anna la miró sorprendida y horrorizada por lo directa y lengua suelta que era Gillian.

-Ten tantito tacto-Susurró Anna imitando las acciones de la rubia, solo que su bebida era un jugo.

-¿Tacto? ¡Tacto fue el que Norman no le dio a Ray!-Grito histérica.

-Pero Gillian las cosas no- agh me rindo.

La rubia menor avergonzada se puso los lentes de sol que traía en su bolso, mientras que Ray tomaba su taza de café y se ponía el gorro de la sudadera gris que traía, todo para pasar desapercibidos por las miradas de la personas de aquel café que degustaban tranquilos de alguna merienda, tranquilidad que fue borrada por el reciente escándalo de Gillian.

-Pero que rara-susurro una de las chicas que estaban sentadas cerca de ellos.

-Rara tu abuela.

-Gillian- dijeron Anna y Ray al mismo en forma de regaño.

-¿Qué? uno ya no puede dar su punto de vista- y como si nada hubiera pasado siguió tranquila degustando de su malteada.

-Y me dices que tampoco a regresado al departamento- Hablo Anna, preocupada tanto por el albino como por el azabache.

-Desde hace dos días, tampoco ha asistido a clases. Solo se que ha estado con Emma pero bueno, tampoco es como si tuviera el suficientes valor para verlo, por ahora no.

Miró su café, metiendo la punta de su dedo y comenzar a revolverlo notando el pequeño remolino que se hacia, y es que así se sentía, encerrado y siendo tragado por un remolino de emociones entre buenas y malas, pensando en las consecuencias y los futuros acontecimientos a ocurrir. Si seguí así le daría tremendo estrés.

-Yo digo que Norman se ha de estar preparando -dijo Gillian alejando la copa en donde antes estaba su malteada y mirar despreocupada a ambos presentes.

-Tal vez tenga razón-Afirmo Anna quitándose los lentes de sol.

-No entiendo-confesó el azabache mirando extrañado a ambas femeninas.

-O sea, piensalo. Para Norman eres muy importante y no creo que el tampoco quiere que las cosas se vayan al carajo así como así ¿Entiendes?- Explico Gillian, y vaya que si, todo eso contenía pura verdad.

-Exacto. Además, acabamos de descubrí que igual le gustas a Norman-Chillo Anna emocionada, pero estaban en público y se tenia que controlar y evitar que su lado fangirl saliera tanto.

-Pero no de la mejor manera.

-Cierto- Pese a eso la de ojos azules pero internamente seguía fangirleando.

-No te resistas fujoshi de closet-Gillian entre cerro los ojos mirando a Anna y después sonreír pícara.

-Aquí no nena- Y se puso otra vez los lentes oscuros para seguir bebiendo de su jugo.

Ray soltó una carcajada por la forma en la que se llevaban las dos rubia, incluso apostaría que hay un tensión muy aparte de mejores amigas, pero no va a indagar más en eso.

Gillian tenia razón y él conocía a Norman, tampoco es como si nunca fuera a regresar y fuera a mandara a la mierda su amistad y fingir que nunca se conocieron.

Un escalofrío le recorrió la espalda al pensar en esa clase de cosas. Se estaba volviendo paranoico.

Salio de sus pensamientos al sentir como ambas chicas se encontraban detrás de el abrazandolo, trayendo una sonrisa adornado sus rostros.

-Tranquilo Ray-Dijo Anna revolviendo los cabellos del chico.

-Te estaremos apoyando en todo momento y lo sabes.

-Por desgracia si- sonrió burlón.

-Uno dándote amor y te pones mamón- Gillian se apartó sentándose de nueva cuenta en su lugar haciéndose falsamente dolida.

-Él tambien te quiere-dijo Anna apartándose de Ray y sentarse de igual forma en su lugar.

Y es que esas dos chicas podían ser un desastre, pero era con las únicas que se llevaba bien y a las que les permitía que le hicieran tales muestras de afectó.

¿Desde cuándo se había vuelto tan blandito?

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-Yo digo que mejor le digas de una vez que te gusta- dijo Emma sentándose en el piso mientras comía de los aperitivos amablemente comprados por su invitado.

-Es que no es fácil Emma-Norman ya hacia en un sillón, teniendo ansiedad devorándose un tubo de galletas azucaradas.

-Deja de comer tanto, Ray ya te quito el refresco pero si sigues comiendo eso que tiene más azúcar que el refresco vas a seguir enfermando- Preguntó quitándole a la fuerza las galletas al albino.-Ademas deja agregó que si la cagaste.

-Gracias por el apoyo-Rodo los ojos-no hace falta que me lo recuerdes.- se tapó los ojos con el antebrazo, golpeándose mentalmente por la estupidez cometida.

-Norman, tendrás que afrontar esto si o si. Lo sabes ¿cierto?

-Si, lo se. Regresaré al departamento, me disculparé con el y empezaré desde cero.- un plan simple pero eficaz, pero la verdad es que si le daba algo de miedo el saber como reaccionará Ray.

-Lo tendrás que hacer ya-Dijo Emma revisando su celular y tecleando unas cosas.

-Me iré mañana.

-No. Hoy.

-¿Me estas corriendo?

-¡Yuugo llega hoy!-grito entrando en pánico. No es que le tuviese miedo, no, ella estaría bien, le daba miedo lo que le llegara a hacer a Norman si lo encontraba en la casa y vaya a malinterpretar las cosas con lo explosivo que es.

-En cinco minutos me ves fuera de tu casa-Alarmado se levanto del sofá tomando sus cosas y metiéndolas a una mochila.

En menos de lo esperado ya se encontraba en el la puerta de la casa.

-¡Hey Norman!- grito Emma llegando a un lado del aludido.

-¿Que ocurre?

-Controlate y no lo toques, o te mato, te recuerdo que Ray igual es mi mejor amigo- Advirtió.

Norman iba a preguntar algo, pero prefirió mejor guardarse sus comentarios. Se despidió de la antena y salio de la casa.

Eran las seis de la tarde y estaba nervioso. Estaba parado justo en la entrada del edificio del apartamento que compartía con Ray. Respiro hondo y dejo escapar el aire retenido. Tarde o temprano tenía que suceder.