Te Amo Ray [TPN. BL]

XXVIII

—¿Seguro que estás bien?

—Si.

—¿No crees que debiste descansar más tiempo?

—La escuela no hubiese tenido problemas con eso.

—No. Y No es solo la escuela.

—¿Te duele algo?

Se detiene y respira calmando su mente y paz interior. Mira a las jovencitas que no paran de mirarlo preocupado y su semblante se ablanda haciendo apenas una minúscula sonrisa.

—Estoy bien, estamos a tres meses de terminar la Preparatoria y necesito estudiar.

—Pero con todo lo que pasó-

—Estoy bien, esto es bueno para olvidar lo sucedido.

El timbre suena, anunciando el fin del horario escolar.

—Me tengo que ir, tengo clases extra de cálculo. Nos vemos.

Las chicas no están de acuerdo con que Ray se esfuerce de más, pero no sé quejan, así que solo se despiden de él y salen del plantel. Por otro lado, Ray recién está llegando al salón donde tendrá sus clases extra junto con otras personas que solo van por su bajas notas, él solo iba para recuperar clases perdidas. Al abrir la puerta se encuentra con Norman que está teniendo una conversación por el celular.

—Sí... Me encargaré de mi parte... Mi madre está ayudando con mi testimonio, el resto ya será dado por Bárbara... Está bien. Gracias.—Al finalizar la llamada solo siente el cuerpo de su novio abrazandolo por detrás mientras deja un beso en su espalda.—Hola amor.

—Hola.—Se separa, dejando que Norman se voltee a verlo y lo bese.

—Deberias descansar.

—Estoy bien. No tengo nada agrave más que ésto.—Hace referencia a sus muñecas, que están cubiertas de vendajes.

—Aun así, solo pasaron tres días y ya estás de regreso.

—Eso no importa. Ademas, si me hubiese quedado más tiempo en casa te hubieras quedado conmigo y aun seguirías faltando.

—Sera porque te amo muchísimo.

Y no puede evitar sonrojarse, extrañaba mucho esas muestras de cariño que le daba Norman y de las duclces palabras que hacían su rostro calentar.

Remordimiento de conciencia es lo que tiene, se lamenta de haber dudado de su novio, de haber perdido a su bebé, pero claro que lo piensa, Oliver no era un chico malo y tampoco cree que haya estado mal de la cabeza, hizo lo que hizo pero en ningún momento lo daño —Sin contar la cachetada— o lo obligó a tener relaciones más íntimas.

—Ray.

—¿Mmh?

—No te culpes más.

Se vuelve a sonrojar, pero de sus ojos ya escapan pequeñas gotas y no puede evitar ponerse a llorar en silencio, lanzándose a los brazos de quién es su amante y este le entregará cariño y cuidase como su más preciado tesoro.

—Lo siento.

—No tengo nada que perdonarte. Lamentó yo no haberme dado cuenta antes de tu estado, prometo prestarte más atención.

Ray niega, en realidad piensa que Norman es la persona más hermosa y detallista que ha conocido. Y está feliz, muy feliz de que apesar de que oculto lo de su hijo lo sigue amando y mirando con esos preciosos ojos azules, e incluso piensa que ese destello es mucho más intenso que antes.