Te Amo Ray [TPN. BL]

XXXIX: Final

—Anna apresúrate!—Llamaba Gillian desde afuera de su departamento.

Hacía ya más de tres años que ambas rubias habían comenzado a vivir juntas, pues después de que su relación se hizo formal con la pregunta del millón, tomaron la opción de mudarse juntas. Gillian al no recibir señal de haber sido escuchada entro para ver porque su compañera se tardaba tanto, pues está se encontraba mirando un punto indefinido desde su ventana.

—Anna.

Al escuchar el llamado reaccionó, haciendo una sonrisa a Gillian y rodear la cama.

—Lo siento, me quedé pensando.—Sonrio tal cual angel, coloca un mechón de sus cabellos detrás de su oreja.

—¿Estás segura?—Era extraño, ya que era muy raro encontrarla tan distraída.

—Sí, vámonos. No hay que llegar tarde.

Solo por esa vez va a pasar por alto la actitud de su novia, ya que se les estaba haciendo demasiado tarde.

Ambas salieron del departamento, tardando unos veinte minutos en llegar a casa de Norman y Ray. Entraron sin tocar la puerta ya que era costumbre para ambas —más para Gillian—. La mayoría de su familia estaban ahí —Para no decir toda—, estaban charlando e incluso comiendo aperitivos que los dueños de la casa estaban ofreciendo, también de fondo se escuchaban las risas de los más menores de la casa, que son Dominic y Chris, quienes estaban a lado de Ray jugando con la bebé.

—Creimos que serían las primeras en llegar.—Dice Emma divertida, yendo a recibir a ambas rubias con Violet a su lado.

—Tuvimos un inconveniente.—Explica Gillian.—¡Violet ese milagro!—Llego con la mencionada, abrazándola a la chica y ser correspondida.

—Hola Gillian, te aseguro que nos comenzaremos a ver más seguido.

—Oh ¿Y eso?

—Estare trabajando en el bufet de abogados de tu padre.

Gillian se cubrió la boca con ambas manos, mostrando su sorpresa por la noticia.

—¿Eso significa que vas a trabajar para mí?

—Estare a tus órdenes.—Le siguió el juego.

Ambas rieron, acompañadas de la pareja de cada.

—Vengan, recién vamos a empezar.—Les dijo Emma, tomando a Violet de laamo y llevársela.

La pelirroja guió a ambas recién llegadas a enorme sala, en dónde toda su familia estaba sentada haciendo platica y admirando a la pequeña Eira de seis meses, motivo por el cual toda la familia se había reunido.

El ambiente ya de por sí era ameno y alegre, aquel reunión solo era para tratar de reunir a toda la familia, la niña animaba a todos y los reunía, además a la pequeña parecía gustarle tener la atención de todos.

Entre todo el ambiente Ray noto la ausencia de cierta rubia, miro a sus lados y no la encontraba por ningún lado, así que decidió ir a buscarla teniendo a su hija en brazos. No tomo mucho, pues la había encontrado en la cocina perdida viendo una papita.

—Hey, Anna.

Parpadeo un par de veces, mirar a Ray y sonreírle.

—Hola.

—¿En qué piensas?— Se recargo en la mesa, la menor se mantenía pegada al pecho de su madre y jugando con la ropa de este mismo.

—Ray, ayúdame.

—¿En...?

—Quiero...—Miro al suelo buscando entre todos los azulejos las palabras que parecía haber perdido. Suspiro, mirando al azabache que parecía preocupado.—Quiero pedirle a Gillian que adoptemos.