—¡No! Ni lo pienses Grace.
—Anda Norman, nada más será un rato. Ya me aburrí.
—Te dije que no.
—Nomas tantito.
—¡Que no!—Dejo su asiento en la mesa para ir con el azabache y alejarlo de la puerta.
—Me gristate— Sus ojitos se aguaron a causa de sus lágrimas, comenzando a soltar hipos gracias a su llanto.
—No, no quise- ah— Suspiro, había olvidado lo delicado que se había puesto su esposo por culpa del embarazo, se había vuelto extremadamente sensible que no le podía alzar la voz tantito que no trajera como resulta un llanto por parte del azabache.—Lo que trato de decir es que lo mejor será que te quedes en casa, si quieres trabajar hazlo desde aquí y en la cama. Llamaré a Anna o Gillian, en todo caso a ambas si quieres, pero deja de llorar— Le tomo de las mejillas, besando el camino que las lágrimas habían recorrido hasta por último besar sus labios, provocando que Ray dejara su llanto.
—Esta bien— removiendo sus últimas lágrimas y alzó la mirada.—Pero quiero que estés conmigo.
—Claro— Lo beso en la frente, tomando su mano y caminar a la habitación, también de paso recojer su laptop ya que tenía trabajo por terminar.
Lo que pasó fue que Ray ya está por finalizar su tercer mes de embarazo, Norman le había prohibido al azabache salir por completo después de que, durante su visita con Zack tras cumplir el segundo mes para ver cómo avanzaba el embarazo, les advirtió que tenían que tener mucho cuidado, pues Ray era el primer doncel después de tanto tiempo y además de sufrir secuelas por el anterior aborto podría ser que volviese a tener otro aborto, por lo tanto se le recomendo no salir y tener extremo cuidado.
Una cosa llevo a la otra y Norman al entrar en pánico le prohibió a su esposo salir por completo y que todo lo que necesitara él se lo iba a conseguir. La escuela de por si ya la tenía en línea, su trabajo igual lo podría hacer en casa y su misma editora podría ir por el manuscrito a su hogar así que no había tanto problema, pero Ray era terco, ya se había aburrido de estar encerrado y de estar viendo puras series en Netflix y de andar comiendo por mera ansiedad. En medio de su aburrimiento se había puesto a hacer ejercicios para embarazadas, pero aún así estaba demasiado aburrido. Lo único que le reconfortaba era cuando sus amigas lo visitaban y le alegraban la tarde, o cuando Norman se la pasaba con el, pero había días en los que ni una cosa ni la otra. Era un aburrimiento sin límites.
—Ya te está creciendo el cabello—Comenta Norman, pasando sus manos por los cabellos de su esposo que ya estaban llegando a los hombros.
—Supongo, pero quiero que crezca.—Se aferró más al cuerpo de su esposo, aspirando su aroma y cerrar sus ojos.—Norman.—Le llamo.
—Dime.
—Podrias traerme helado.—Abrio sus ojos mirando hacia arriba. Desde la perspectiva de Norman, se le hacía muy adorable.
—¿Sabor?
—De chocolate con cubierta de merengue, jarabe de chocolate y chispas de chocolate de distintos colores.
—Hecho.—Lo beso, levantándose de la cama e ir a la cocina a preparar lo pedido.
Ray se quedo en la habitación, mirando su celular al ver que le había llegado un mensaje de la misma Emma.
Antena uvu: ¡Ray, mira! Estaba en casa de Bárbara y encontramos un álbum de fotos en dónde en algunas aparecía Norman ¡Tienes que ver lo adorable que se ve!
Poco después de eso a Ray le empezaron a llegar unas veinte fotos en dónde aparecía Norman, obviamente en la mayoría aparecía Barbara y en una que otro los padres de la misma mujer. Todo iba bien hasta que vio una en particular, lo que le hizo abrir los ojos por la sorpresa, para después ser reemplazada por una cara de molestia.
Por otra parte el inocente y pacífico de Norma iba entrando a la habitación, dejando el postre en la mesa de noche observando como Ray le daba la espalda mientras escuchaba los sollozos de este.
—¿Ray?
—¡Infiel!— Se giro, con lágrimas en los ojos y arrojándole a su esposo el libro más cercano que encontró.—¡Maldito! ¡impuro! ¡desgraciado! ¡¿Cómo te atreves a engañarme?! ¡Y con esa vieja piruja! ¡Maldita Lisiada!—Con cada maldición arrojaba un objeto, obviamente Norman esquivaba cada uno.
—¿Y ahora que hice? ¿Lisiada?
—¡Y todavía te haces el inocente! Pues te diré que hiciste.—Desbloqueo su celular, entrando a la galería y enseñarle a la foto al albino.
De verdad, si Ray no estuviera embarazado, no entendería para nada los motivos de los celos exagerados de su novio.
En la imagen se mostraba a un Norman de 3 años siendo besado por una Barbara de esta misma edad, pues ni siquiera era un beso en sí, ya que la castaña apenas y le había besado en la esquina del labio, pero Ray estaba extremadamente celoso.
—Así qué ¿Estás enojado por esto?
—No, estoy enojado de que tu primer beso no haya sido conmigo y además no respetaste nuestra relación que no existía ¡¿Entiendes eso?!— Seguía llorando.
Se quería hechar a reír por lo adorable que se veía y por lo bizarra de la situación, pero sabía que eso iba hacer que Ray se enojara más, así que solo lo obligó a mirarlo y besarlo, haciendo que este de inmediato lo rechace al principio pero después acepte.
—Me podrías decir ¿Con quién estoy casado?
—Pues conmigo.—Respondio de inmediato.
—Exacto y me podrías decir ¿Con quién duermo día y noche?
—Eso si no se.
—Ray.
—... Conmigo.
—¿A quien beso todos los días?
—A mí.
—Así es, ahora dime ¿Quién es la madre de este bebé?—Señala la barriga del azabache.
—Yo.
—Y por último ¿Con quién decidí hacer una vida y crear una familia?
—Con-migo.—Miro hacía abajo, sabía a dónde iba todo eso.
—Exacto, ahora escucha con atención. Mi vida, mi todo eres tú y este bebé, quiero estar contigo y estoy dispuesto a luchar a capa y espada por ti ¿Entendido? A la única persona con quién quiero pasar el resto de mis días hasta volverme un viejo es contigo. Y sobre ese beso, ni siquiera contó, porqué tu fuiste el primero en haceme sentir aquellas ya conocidas mariposas en el estómago. En conclusión: Te amo, eres el amor de mi vida y dueño de mis besos y todo mi ser.
Y seguía llorando, peor ya no por un drama u hormonas locas de embarazada. Tales palabras le habían conmovido y se había ido a refugiar en los brazos de su amado, pidiendo disculpas por lo infantil que había sido. Para cuando se calmo, Norman le ofreció el postre que seguía intacto en la mesita, Ray lo aceptó y se quedo tranquilo en los brazos de su novio.
Y así era como finalizaban los días de Norman Ratri, no había día en los que Ray no de pusiera sensible y le reclamará por cualquier cosa tonta, pero no le molestaba, al contrario, se le hacía muy adorable.
Definitivamente podía con eso y más.
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Te Amo Ray [TPN. BL]
Fanfic[The Promised Neverland BL] Digamos que Norman esta enamorado, Ray igual, solo que el problema es que Norman no sabe que es correspondido. No quiere abusar de el ya que es su mejor amigo pero la poca cordura que le queda hace que todo se vaya al c...