Te Amo Ray [TPN. BL]

XXXVI

—Yo digo que lo dejemos en blanco y le hagamos unos dibujitos. ¿Ray ya sabes el sexo del bebé?—Pregunto Gillian desde el sofa teniendo a Anna sentada en sus piernas mientras está anotaba unas cosas en la libreta.

—Nop. Queremos que sea sopresa.—Contesta el azabache desde la sala, viendo anime con unas papitas y refresco a su lado.

—¿Y un nombre?—Pregunta Anna.

—Si es niña se va a llamar Yashiro, si es niño se va a llamar Daisuke.—Dijo el azabache sin apartar la vista de la televisión.

—¿Dai-suke?—Dijeron ambas rubias.

—De parte de Kambe Daisuke, es el nombre de un personaje de anime llamado Fugou Keiji: Balance. Ray ha estado Obsesionado con el toda la semana.—Rueda los ojos, viendo como su esposo sigue sin apartar la vista del aparato.

—Bueno, no es mal nombre.— Comenta Gillian.

—Aun que sigo sin entender porque está tan obsesionado con él, digo, yo igual soy guapo y soy millonario.—Dijo con un poco de altanería.

—¡Aquí me llegaron los celos!—Dijo Gillian en tono de burla.

—Tranquilo Norman, luego se le pasa. Así estuvo igual con Ash Linx.—Dice Anna.

—Ash~ — susurro el azabache, tomando un pañuelo y limpiarse la nariz.

—Como sea, Daisuke no es tan mal nombre. Pero ahora tengo que irme que ya es tarde.

—Tranquilo, lo cuidaremos bien.—Dice Gillian.

—Me voy— se acerca a su esposo, despidiéndose de él con un beso y proceder a salir de la casa.

—¿Empezamos de una vez?—Pregunta Gillian.

—Mejor, así acabamos antes y podré terminar mi trabajo.—Dice el azabache.

—En ese caso mejor ve checando que cuna vas a comprar para que la traigan. Anna y yo pintaremos la habitación así que hazlo con calma.

—Esta bien.

Anna se levanta de las piernas de su compañera, yendo con Ray para ayudarlo a levantarse, ya que con una pancita de siete meses sentía que la vida se le acababa. Bueno, solo dramatizaba un poco. Las chicas tomaron los botes de pintura y de adentraron al cuarto que sería destinado para el bebé.

Ray se la paso una hora escogiendo una cuna para su bebé, hasta que soltó un ligero quejido, y el causante era nada más y nada menos que su retoño que había comenzado a dar patadas.

—Hey, duele.—Dos golpecitos le siguieron, no eran leves, le dolían cuando su bebé hacía tal acción.—Sigue así y te acusare con tu padre.—Despues de eso parece haberse calmado, pues ya no hubo más respuesta.—Te adoro. Ah pero eso sí, el piromano principal de tu padre soy yo.—Dijo soltando una pequeña risa, acariciando su barriga y sentir esa bonita sensación de calidez siendo depositada en su corazón.

Había esperado eso por tanto tiempo que se sentia ansioso, feliz y aterrado. Después de todo el montón de cosas que le pasaron por fin tiene la oportunidad de tener a su bebé de forma tranquila y sin necesidad de tener tantas preocupaciones. Y eso era lo que le preocupaba, pues sentía que todo iba tan bien que tiene miedo que de la nada la vida le de un golpe horrible de realidad.

Aleja todo mal pensamiento de su cabeza, pues sentía que su bebé se había puesto inquieto otra vez. Sonrió, pasando su mano una vez y tararear esa canción especial que pertenecia a su familia, calmando al bebé y a sí mismo.

—Tranquilo, estaremos bien. Mientras tengamos a papá estaremos perfectos.

—¡Ray! ¿Búhos o lobos?—Pregunto Gillian, teniendo en la cara y ropa manchas de pintura blanca.