Te Amo Ray [TPN. BL]

XXXVIII

No se había movido de su lugar, esperaba pacientemente a que Ray despertaba. Era pasado del medio día, el clima afuera era caluroso, sin embargo en la habitación era bastante frío.

La puerta fue tocada tres veces, Norman desde la silla en la que estaba sentado a un lado de su esposo dio el permiso para que entrarán, dejando ver a su amiga pelirroja asomarse regalándole una sonrisa.

-¿Cómo está?-Entro por completo, cerrando la puerta detrás de sí sin hacer tanto ruido.

-Estable

-¿Ya comiste algo?-Llego abrazando por el cuello a Norman desde atrás, recargando su barbilla en los cabellos blanquecinos mirando a su amigo que estaba sobre la camilla inconsciente.

-Si, en la mañana fui a cambiarme y de paso a comer algo mientras Isabella cuidaba de él.

-¿Ella ya se fue?

-Junto con mi madre.

-Ya veo.

Ambos guardaron silencio, observando Ray dormir tan tranquilo, sin tener idea que tenía a todos con una gran intranquilidad al no verle despertar.

Era el tercer día y Ray aún no habría los ojos.

Norman había estado cuidando de su esposo, de vez en cuando cambiando turno con su suegra, amigas y madre, todos esperando a que Ray volviese para obtener la felicidad completa.

Había conocido a su hija, definitivamente se parecía muchísimo a Ray y ya no esperaba el momento para decirle a su esposo que su pequeña hija era muy hermosa y tranquila. A lo largo de esos días ha ido a ver a su pequeña y no dudaba en las veces que le daban permiso para tomarla en brazos para decirle entre susurros los bonita que era, las veces en las que Ray y él ansiaban su llegada y que dentro de poco podría conocer a Ray.

Solo tenía que ser paciente.

-Conoci a una chica.-Le dijo Emma, rompiendo el contacto entre ambos y tomar una silla para sentarse a un lado de su amigo.

-¿Ah si?-Vio asentir a la pelirroja mostrandose feliz.-¿Quién es?

-Se llama Violet, estudia en la facultad de Derechos. Es amiga de Gillian y fue que por ella que la conocí cuando fuimos a cenar hacer un par de semanas.-Le contó, mostrando un ligero rojo en sus mejillas.

Lo que le daban entender a Norman que Emma gustaba de aquella chica, Violet.

-¿Por qué no me lo habías dicho? Creí que éramos amigos.-Se tocó el pecho.

Emma dejo escapar unas risas que fueron acompañadas con las de Norman.

-No seas payaso. Quería decírtelo pero aún no estaba del todo segura que fuera a ocurir ¿Algo? Ya sabes. No quería hacerme ilusiones.

-¿Y si se está dando algo?

-Claro ¿Por qué crees que te lo estoy contando? Pero me siento insegura.-Su expresión decayó, mostrandose afligida por las emociones del momento.- No quiero ilusionarme como ocurrió con Oliver o en dado caso no ser correspondida.

-Yo creo que deberías intentarlo.-Tomo una de la manos de la chica, mostrando apoyo hacia ella como todo el tiempo ella lo ha hecho hacía.-Avanza y si fallas, no te preocupes lo puedes vonver a intentar. Tu eres la optimismista del grupo y se que te lograrás levantar como ya lo hiciste una vez y regresaras mil veces más fuerte.

-Tienes razón. Total, si me rechazan, me quedaré como la tía solterona ricachona pero que consiente a sus sobrinos.

-Serias la mejor tía.