"Y de pronto... Sales de la nada, y recuerdo que te debo un lunar... Me hace viejo sentir que perdí el tiempo..."
En una triste noche de Octubre, Jimin perdió al amor de su vida al recibir dos impactos de bala...
Dos años después conoce a Min Yoong...
Dicen que en nuestro paso por la tierra podemos evitar cualquier cosa, menos nuestro destino, cuando algo está destinado a pasar, el universo entero actúa de manera perfecta para que ocurra. Es por eso que nada de lo que pasa a nuestro al rededor es casualidad, todo tiene un propósito, todo tiene una razón, hasta el aleteo de una mariposa está escrito. Cuando dos almas están destinadas a encontrarse, no hay espacio, tiempo, distancia o argumento que pueda contra ello. ¿Un ejemplo claro? Yo diría que la leyenda del hilo rojo es perfecta para explicarlo.
"Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo se puede estirar o contraer, pero nunca romper"
Y es así como funciona este gran tablero de ajedrez, nada es casualidad.
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Un frío recorrió la espina dorsal de ambos cuerpos, sus miradas se conectaron inmediatamente haciendo que todo al rededor desapareciera por los largos segundos en los que solo ellos dos sentían las oleadas de corriente pasar por todo su interior. Pero no, no era la primera vez, había algo en la mirada del contrario que ellos ya conocían, pero ¿Por qué?
- ¿Te conozco? - preguntaron ambos al mismo tiempo, haciendo que salieran rápidamente del trance en el que se encontraban.
- ¿Qué? No... No, creo que no - dijo el de piel pálida mientras rascaba su nuca intentando despertarse de lo que acababa de ocurrir.
- Noo noooo - los pequeños lamentos del rubio frente a él capturaron su atención mientras lo veía arrodillarse frente a sus cosas en el suelo.
Miro el piso y se percató de que sus compras estaban esparcidas, las botellas de Soju se habían quebrado - maldición - susurró hacia el mismo cuando un gruñido de parte del menor lo hizo girar la mirada.
- ¡Ash mierda, mi cámara! - Jimin sostenía el aparato entre sus pequeñas manos y su rostro se veía realmente molesto
- ¿Qué? - pregunto Yoongi con las cejas levantadas
- ¡Está roto! ¡El lente de mi cámara se rompió! - Dijo con fuerte enojo el menor mientras abultaba sus labios y miraba al contrario.
- Oh! Lo... Lo lamento... - respondió el pelinegro
- ¡Claro que deberías lamentarlo! ¿A caso no sabes lo que es ver hacia adelante? - espetó el rubio con furia.
- ¡Hey cálmate! Tu saliste casi corriendo de allí, es tu culpa por no fijarte quien viene! - respondió el mayor ahora con el señor fruncido
- ¿AH? ¿MI CULPA? ¿ROMPISTE MI CAMARA Y AHORA ES MI CULPA?
- ¡¡PUES TU ROMPISTE MIS COMPRAS Y NO TE ANDO ACUSANDO!!
