Take Me ~ YM

Capitulo XXVII La primera vez que Min Yoongi se enamoró

Min Yoongi había vivido miles de situaciones no muy comunes para la vida de un ser humano promedio. Se podría decir que no era del todo un chico normal, al menos lo fue por un tiempo, hasta que perdió a su padre y a su hermano, a partir de allí si vida no volvió a ser la misma, tuvo que lidiar con la enfermedad de su madre hasta verla morir, se fue de su ciudad natal para iniciar de nuevo en otro país, terminando en una oscura vida de pandillas y crímenes, escapo de allí queriendo ser alguien nuevo y su pasado lo persiguió hasta llevar a acabar con la vida de un inocente.

Cuando escapo de corea, Yoongi juró que tendría una vida nueva, seria alguien del cual su madre sentiría orgullo.

Después de tantas situaciones desafortunadas, Min Yoongi no había tenido tiempo siquiera de pensar en el amor, aunque, jamás le faltaron algunas pretendientes, después de todo, se trataba de un chico apuesto, cabello muy negro y piel pálida, ojos gatunos y rasgados con todo un universo profundo dentro de ellos, una ronca voz apacible y una paciencia increíble. Además de ser un artista en toda la extensión de la palabra, sus pinturas inspiraban amor, libertad, deseo y felicidad, más de una se enamoraba de aquel chico con brillos desprendiendo de su ser.

A pesar de todo esto, el nunca sintió una atracción parecida a lo que sería el cariño, gusto y menos amor. Siempre tomaba una posición neutra ante aquellas situaciones, un par de veces intento salir con algunas chicas en Australia, pero no lograba sentirse del todo cómodo, era realmente difícil que alguien le gustara, por no decir que imposible. Solo en sus sueños sabía lo que era sentirse enamorado de una sonrisa sin rostro.

Cuando Jimin llego a su vida, él lo sintió, sintió esa atracción, pero no la reconoció, no supo lo que era hasta la mañana en la que lo vio sonreír y con ese gesto causo todo un tornado en su interior, que acabo con todos sus esquemas. Aunque, a decir verdad, Yonngi llevaba muchos días sintiendo una fuerte atracción hacia Jimin, hacia todo lo que él hacía y lo que transmitía, aunque se negaba a ponerle un nombre a todo aquello, no quería darle atención a aquellas vibraciones que adornaban el ambiente cuando el rubio se encontraba cerca.

Cuando aquel rostro en sus sueños tuvo nombre y apellido, Min Yoongi supo que realmente era Jimin quien merecía todo su amor, solo por ser el causante de tantas mañanas de inspiraciones y tantas noches de alegrías, fue la sonrisa de Jimin la que hizo que pudiera dormir tranquilo aun después de haber vivido tanta mierda. Cuando Jimin estaba cerca, su corazón daba un volvo y palpitaba desesperadamente por aquella presencia. Todos sus sentidos de enfocaban en aquel rostro aterciopelado y suave, cada mechón de cabello de aquel rubio representaba una razón por la cual enamorarse de él. La sonrisa de Jimin e incluso sus gruesos labios abultados hacían que el mayor muriera de ganas por besarlos aunque eso fuera lo último que hiciera, además, la suave voz de aquel delgado chico era suficiente para llenar de paz el corazón del pálido.

Así fue como Min Yoongi supo que le gustaba Jimin, y bueno, no solo le gustaba, Jimin se hizo el centro de su mundo en ese momento. Cada mañana despertaba muy temprano, inspirado por sus constantes sueños, corría la sala donde se encontraba su escritorio y tomaba su block de dibujo sobre opalina grande, allí plasmaba cada gesto del rubio, sus distintas miradas, su nariz al ser fruncida, el pintaba en acuarelas el perfil de aquel chico mientras lo recordaba escribiendo en su laptop, dibujó a Jimin sonriendo con aquel pequeño gatito entre sus manos, también plasmaba muchas de las situaciones que soñaba, aun realmente no las comprendía y tampoco sabía cómo podrían aquellas ser tan reales y sentirse tan propias. Yoongi tenía uno un Block lleno de Jimin, con pequeñas frases escritas a sus costados, eran frases que le venían a su mente al ver aquellos dibujos, tan puros y tan hermosos, hermosos por llevar plasmados cada uno de los sentimientos que Yoongi tenía hacia Jimin.

Min Yoongi, él sin esperarlo o planificarlo, se había enamorado de Jimin y de todo lo que el rubio representaba: Luz, sinceridad, inocencia, tristeza, dolor, alivio, emoción y sobre todo, amor.