Capitulo XXIII Lo Que Jamás Soñaron

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- Si... Jay murió...- respondió inmediatamente.- quizás jamás en mi vida me había sentido tan perdido como cuando él se fue, junto a todo lo que había amado... Pero... Las palabras de mi mamá nunca se fueron de mi mente y estoy seguro de que él está allá arriba - levantó otra vez la vista al cielo - en una de esas estrellas, guiándome, protegiéndome, junto a mi familia, junto a quienes me amaron.

El mayor sentía un gran peso en su corazón al escuchar aquellas palabras, en su garganta sentía un nudo enorme quitándole totalmente la respiración, luego de unos segundos se atrevió a hablar.

- Estoy seguro de que es así...- Jimin lo miro al escucharlo - ... Ellos están allí... Viéndote y seguramente muy orgullosos de ti, de lo que eres, de lo que haces...

Jimin sonrió sincero ante aquello.

- Allí también está mi mamá... Mi papá y quizás mi hermano mayor...- la sonrisa del rubio se borró inmediatamente al escucharlo - quizás en algún momento de mi vida también me pregunté ¿Por qué Dios no me ama? ¿Por qué me quita todo lo que quiero? ¿Por qué me dejó sólo? Y quizás no haya una respuesta a eso...- miro al menor fijamente - porque quizás realmente no es como nosotros creemos, porque tal vez nuestra recompensa está por venir... El destino quizás puede ser cruel... Pero... ¿Qué sería de nosotros sin un destino escrito? Hay que buscar la felicidad... Buscarla en las cosas lindas de la vida, buscarla en los ojos del otro, cuando la busquemos yo estoy seguro de que allí va a estar.

El corazón de Jimin se estremeció al escuchar aquello, esas palabras hermosas saliendo de aquel hermoso ser.

Min Yoongi lograba tantas cosas en Jimin, movía cada fibra, estremecía cada centímetro de su ser, lo hacía despegar sus pies del suelo y flotar en el viento. Min Yoongi tocaba tanto y tan descaradamente el corazón atrofiado del rubio que lo hacía perder en aquel acto, con una mirada y las palabras correctas era capaz de volver el mundo de Jimin al revés, darle tonalidades diferentes, ponerle música y pintar paisajes hermosos... él sólo, existiendo en el mismo espacio que el rubio podía hacer que el mismo se convirtiera en un huracán de emociones desconocidas y nuevas, que aún no lograba controlar porque la simple presencia del pálido frente a él estaba explotando cada gramo de cordura que estaba por arrojar al basurero.

Una lágrima traicionera se escapó de aquellos ojos avellanados, rodando tranquilamente hasta la comisura de sus labios, esa lágrima la cual robo la atención del mayor frente el, quién sin poder resistirlo acercó lentamente su mano a la mejilla del rubio, limpiando con el pulgar el rastro de aquella y aun quedándose allí acariciando la suave y aterciopelada piel perlada del menor. Fueron aquellos ojos quienes atraparon la mirada de Yoongi haciéndolo perderse una vez más en ese enorme universo oculto tras ellos.

Fue Jimin quien por impulso y casi atracción natural dio un lento paso hacia el mayor haciendo que aquel por inercia rodeara con su otro brazo su cintura sin quitar la mano del costado de su rostro aún un tanto húmedo y teñido totalmente de un rojo carmesí.

La mirada de Yoongi recorrió cada milímetro del rostro del contrario, admirando cada lugar de aquel como queriendo guardar en su memoria cada detalle del mismo y no olvidarlo nunca.

Jimin, perdido en aquel rostro pálido al igual que el mayor, sintió como su interior se hacía un desastre de sentimientos, sentía como su burbuja era reventada por el tacto de Yoongi sobre su rostro y cintura.

Jimin sentía como su pecho se llenaba de emociones confusas que lo hacían querer derretirse en ese mismo lugar, en aquellos fuertes brazos que lo sostenían de caer al vacío. Cuando una segunda lágrima se escapó, el mayor no dudo ni un segundo en atraparla entre sus dedos y eliminar nuevamente el húmedo rastro.

Take Me ~ YMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora