Capitulo XXXII Una noche a solas

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El sábado por la tarde, en Seul, Jungkook salía de su edificio con el propósito de ir a la tienda de conveniencia a comprar un par de cosas para su cena, se sentía aburrido ya que Jimin no estaba para sus típicas noches de películas, así que decido tener una él solo.

La tienda no quedaba muy lejos, de hecho estaba a solo dos cuadras de donde estaba su residencia, al estar allí, escogió en la nevera un tarro de helado de almendras acarameladas, en el pasillo busco 4 paquetes de Ramen picante que era su favorito. Compro un sixpack de sprite y una bolsa grande de doritos, si, Jungkook quería tener una noche de solterón despechado, así es cómo funcionan estas cosas, tienes una decepción amorosa y no hay nada mejor para aliviarlo que comer muchas cosas ricas y poco saludables.

Mientras estaba en la caja pagando todo lo que llevaría, una adolescente con uniforme escolar se acercó a él con una sonrisa. El la vio curioso hasta que aquella chica le extendió un chocolate de almendras. Jungkook lo tomo por inercia ero con mucha duda hasta que la chica soltó unas risitas y habló.

- Se lo envían...- La adolescente giro su mirada y señalo hacia la entrada de la tienda – Allá lo esperan...

Sonrio y se fue, dejando al pelinegro totalmente confundido, miro el chocolate en sus manos y recordó que el chocolate que Taehyung le regalo la noche en la que se conocieron era igual a ese.

''¿Podría ser...? No, no basta... Que tonto puedes llegar a ser Kook...''

Rápidamente guardo el chocolate en el bolcillo de su abrigo y se dispuso a pagar por su cuenta, recibió el cambio y camino hacia la entrada aun algo dudoso.

Al salir no vio a nadie, la calle estaba totalmente solitaria, solo uno que otro auto pasaba por allí.

Bufoó un poco y alboroto su cabello para comenzar a caminar hacia su edificio. Al cruzar la calle de la primera cuadra, vio una motocicleta parqueada a un lado de la acera, era muy parecida a la de Tae ¿Otra casualidad?

Sacudió su cabeza y siguió caminando con el ceño fruncido, ¿A caso todo el universo quería torturarlo? Había tomado la decisión de olvidarse de Tae y de repente todo le recordaba a él, era absurdo.

Estaba por llegar al edificio cuando vio a un chico con abrigo negro y capucha recostada a la pared del edificio, lo observo un par de segundos y decidió ignorarlo. Cuando pasaba frente a él, el susodicho levanto uno de sus brazos a la altura del pecho de Jungkook, deteniéndolo  con un sobresalto.

Al instante, el chico levanto la otra mano en la que sostenía una pequeña margarita, la cual extendió hacia Jungkook, poniéndose se pie frente a él, levantando el rostro y regalándole una pequeña sonrisa insegura.

Taehyung...

Jungkook lo vio anonadado unos segundos, luego miro la flor y volvió su mirada a los ojos rasgados de aquel chico sobre la acera.

- Jungkook... Perdóname. – Tae fue quien dio un paso y tomo la mano libre del menor y la subió a la altura de su torso, depositando en ella la pequeña flor blanca.

Automáticamente los nervios invadieron en totalidad el cuerpo del pelinegro mientras veía la expresión seria e intensa de aquel que intentaba olvidar. Pero, ¿A quién engañaba? Taehyung había herido su orgullo.

Dio dos pasos atrás soltándose el agarre del mayor y sin decir nada siguió caminando. El mayor sin pensarlo, lo siguió.

- Vamos Jungkook, sé que fui un idiota...- Se puso frente a él caminando hacia atrás para poder ver la cara del menor.- Tu tenías razón, fue muy egoísta de mi parte pero en serio en serio tu... ah!

Take Me ~ YMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora