Capitulo XXVI Una mañana incomoda

640 118 13
                                    

Sintió una leve punzada en su cabeza, apretó los ojos y comenzó a removerse en aquella amplia cama. Puso sus manos en su cabeza tratando de aliviar un poco el dolor y poco a poco abrió los ojos, observando aquella desconocida habitación en la que se encontraba.

.- ¿Dónde estoy? -Susurró reincorporándose.

Poco a poco empezó a recordar lo que había ocurrido la noche anterior, recordó a aquel chico, aquel que le hizo beber más de la cuenta, luego recordó las manos del mismo chico acorralándolo y tocando su cuerpo, un escalofrío recorrió su espina dorsal al recordar los labios de aquel sobre su piel. Su respiración comenzó a agitarse y solo se calmó al recordar aquel rostro que conocía de antes. Recordó a aquel chico misterioso apartando al rubio de él y llevándoselo de allí, salvándolo de aquel tipo.

Suspiro nuevamente terminando de recordar cómo fue que llego allí, donde seguramente vivía Taehyung, esa seguramente sería su habitación, esa debía ser su cama. Paseo su mirada por todo el lugar y se detuvo en la puerta entre abierta que daba a la salida, lo supo porque podía ver desde allí un rayo de luz entrando por aquel pequeño espacio.

Con los nervios de punta, se puso de pie, sintiéndose un poco mareado por el movimiento. Lentamente comenzó a caminar hacia la salida, al abrir por completo aquella puerta se encontró con una pequeña sala de estar, a un lado una pequeña cocina, donde la figura del mayor robo por completo toda su atención, haciéndolo sonrojar en menos de un segundo.

Trago pesado al verse caminando a paso lento hacia aquel lugar, cuando estuvo a una distancia adecuada carraspeo su garganta haciendo que Taehyung volteara de golpe a verlo, el mayor se encontraba con un guante de cocina y una cuchara de madera en su otra mano. Estaba cocinando lo que parecían huevos revueltos y pan tostado.

El mayor lo observo unos segundos sintiendo su cuerpo temblar al ver aquel lindo chico recién despierto, con el cabello revuelto y las mejillas totalmente rojas, se sintió morir al verlo bajar la mirada avergonzado a sus pies, los cuales se hallaban con unos calcetines purpuras, sacándole una pequeña sonrisa.

- Estas despierto... - Dijo en voz baja mientras Jungkook volvía su mirada hacia él.

- S-si.. Yo...

- Siéntate, el desayuno está listo.- lo interrumpió señalando una pequeña mesa redonda a un lado de la cocina.

El menor observo aquella mesa y se acercó a ella, sentándose tal y como se lo pidió aquel chico.

No pasó mucho tiempo hasta que el mayor puso frente a él un plato con el desayuno junto a una taza de café, se sentó del otro lado de la pequeña mesa algo dudoso, y aún, un poco nervioso por su presencia.

Jungkook, con las manos temblorosas, tomo el tenedor y dio un bocado, luego tomo la taza y bebió un poco de café. Lo hacía con cuidado y delicadeza, dentro de sí mismo estaba muriendo de nervios, no acostumbraba amanecer en casa de chicos, y menos aún si se trataba del único chico que le había gustado más de la cuenta.

- Tu...- el mayor rompió el silencio - Te... ¿Te sientes bien?... Digo... Anoche tú...

- Estoy B-bien...- respondió sin levantar la mirada antes de que el mayor terminará su frase.

- Uhm... Esta... Bien...

El silencio nuevamente se adueñó de aquel comedor, por la mente del pequeño pasaban muchas cosas, recordó que aquel chico lo había ilusionado y lo había dejado plantado en la que se suponía que sería su primera cita, había golpeado su ego, lo había pisoteado y tirado a la basura, aún no puede entender cómo fue tan estúpido de haberse emocionado tanto para ser plantado como todo un arbusto.

Take Me ~ YMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora