Take Me ~ YM

Capitulo LX

Había, de alguna manera reunido toda la fuerza para hacer aquello.

No mentía cuando decía que le había perdonado hace varios días ¿Por qué? Simple... Las señales habían sido demasiado claras, las declaraciones de Dean, sus sueños e incluso aquella singular visita de Hwasa, la gitana que quiso leer su mano en aquel entonces.

Sabía que nada era por casualidad, y aunque fuera escéptico ante esa clase de cosas, él quería creer y lo había hecho... Creía en que Min Yoongi no había tenido intención alguna de acabar con la vida de Jay, incluso, el escucharlo de su propia boca había logrado que Jimin se sintiera más aliviado que nunca, porque el saber que incluso Jay, sin conocerlo, había confiado en él, le hacía desaparecer al instante todas sus inquietudes.

Además, aquel hombre con el que convivio durante aquellos últimos meses había demostrado ser tan noble y sincero, que le costaba mucho buscar alguna mínima razón para no creer en su palabra, porque su corazón parecía tener un imán incrustado que le hacía ir a él sin poder evitarlo.

Habían llegado a un acuerdo aquel día, lograron que, junto a la ayuda de los Kim, el Viejo Park liberara a Yoongi y dejara ir con él a Jimin, esto solo dejando a Jungkook como garantía, el menor había aceptado sin duda y se quedó junto a Park porque sabía que Jimin necesitaría aquel tiempo a solas con Yoongi.

Ociz envió de vuelta a Kim NamJoon, quien a regañadientes hizo lo que debía hacer y volvió junto a su hermano. SeokJin aun dudaba de todo lo que ocurría, pero como era de esperarse, siempre y bajo cualquier circunstancia, estuvo del lado de Nam y los ayudó.

Cuando todo estaba listo, Jimin fue a encontrarse con Yoongi en aquella camioneta que pertenecía al grupo de Ociz, porque él quería que fuera Yoongi quien le contara todo lo que había ocurrido esa noche, porque solo él sabía aquello y le diría la verdad, y así fue.

Esa noche se amaron como nunca lo hicieron, el hacer el amor luego de toda la avalancha que habían recibido de frente había sido como ir al cielo y descansar sobre una nube, como recibir aquel consuelo divino que tanto su cuerpo como su alma necesitaba con tanto desespero.

Así fue para ambos, que dejaron allí sobre esa cama, todo el peso que habitaba en su conciencia y corazón.

Sin embargo... En los planes de Jimin no estaba el quedarse a ser feliz, por más que quisiera.

Jungkook estaba en aquella mansión y bien sabía que Park no jugaba.

Necesitaba hacerle saber a Yoongi que le había perdonado y que le amaba, que el rencor ya no existía en su pecho porque ahora más que nunca creía en él. Quería que él se perdonara a sí mismo porque sabía el infierno que seguramente el mayor tendría por dentro al culparse una y otra vez por lo que había pasado años atrás, y Jimin no quería que sufriera de tal manera.

Cuando el mayor estuvo profundamente dormido, Jimin tuvo que marcharse.

Bajó las escaleras hasta salir del edificio donde aquella camioneta le esperaba, subió a ella y saludó con una pequeña reverencia al hombre tras el volante.

- ¿Está listo? – Preguntó mientras encendía el motor.

- No realmente – Susurró levantando la mirada al retrovisor viendo la del chofer - ¿Mark es tu nombre?

- Así es... - Respondió asintiendo – Y usted es Jimin... El hombre al que Min Yoongi ama...

Aquello había hecho que su corazón doliera, mordió su labios y bajó la mirada a sus manos las cuales se abrazaban la una a la otra con fuerza.

- Usted también lo ama...- Continuó el mayor – Por eso espero que comprenda que el destino, aunque es difícil, tiene palabra... Se van a volver a encontrar... No lo dude...