Vuelve A Mi ~Chaesoo / Jenlisa~

Capitulo 2

El doctor se encontraba revisando a Rosé.
—Creo que todo está bien señora—dijo mientras guardaba sus cosas en el maletín.
—Entonces por qué siento que la cabeza me va a estallar—habló Rosé molesta, mientras masajeaba los costados de su cabeza.
—Me temo que es debido al golpe, le enviaré algunas medicinas que pueden ayudarle a disminuir el dolor. El doctor se levantó y se dirigió a la puerta—Me da mucho gusto que haya despertado señora, nos tenía muy preocupados sobre todo a la señora Jisoo.
—Quién es Ji...
—¡Rosé!—Gritó Jisoo mientras entraba corriendo a la habitación, el doctor retrocedió sorprendido, debido a que la puerta lo iba a golpear.
—Rosé— Jisoo se lanzó sobre la confundida rubia y la abrazó como si aquella malhumorada chica fuera a desaparecer.
—No sabes cuánto te extrañé, creí que te perdería— dijo la pelinegra entre sollozos.
—¡¿Qué demonios?!— La rubia molesta, se safó del abrazo y apartó a Jisoo de su lado.
—¿Por qué haces eso?— Dijo Rosé.
—Oh, Lo siento es que estoy muy feliz de que estés bien—Jisoo aún tenía lágrimas en los ojos, sentía su corazón latir con fuerza, quería lanzarse de nuevo sobre Rosé, besarla y gritarle que la amaba, pero aún habían personas en la habitación, estaba el doctor y la ama de llaves.
El enojo de Rosé se fue al ver aquellos ojos oscuros llenos de felicidad y tristeza a la vez, sintió una punzada en el corazón al ver el rostro pálido de aquella mujer pelinegra, era hermoso y se veía tierno en ese momento pensó la rubia.
—No llores, no ves que estoy bien—intentó consolarla, pero recordó que nunca había visto a esa mujer, qué hacia ahí una desconocida pensó.
—Perdona, pero ¿Te conozco?¿Nos hemos visto antes?
—De que hablas Rosé, soy yo, Jisoo, tu esposa— La pelinegra trató de acariciar la mejilla de la muchacha, pero está tomó su mano con fuerza. —¿Esposa? ¡De qué demonios estás hablando!—vocifero la rubia mientras lanzaba la mano de Jisoo a un lado.
—Déjate de juegos y dime quién eres— repitió Rosé molesta. La mirada de Jisoo pasó de la rubia al doctor, quien ya se encontraba caminando rápido hacia ellas.
Jisoo se hizo aún lado para que el doctor pudiera hablar con la rubia.
—Lady Rosé, puede usted decirme que fue lo último que recuerda antes de despertar.
—Estaba con Lisa en el muelle, esperando a que nuestro barco saliera a América, era un viaje de negocios—de pronto se levantó de la cama al recordar el viaje—Demonios, ese viaje es importante, tengo que ver a Lisa, por favor Georgina di al capataz que prepare un caballo— todos en la habitación estaban confundidos.
—Señora, ese viaje lo realizó hace tres años.
—Cómo que hace tres años, yo recuerdo perfectamente que eso es lo que iba hacer antes de esto, así que deja decir tonterías y ve hacer lo que te he ordenado— la mujer se dirigió a la puerta de la habitación confundida y con lágrimas en los ojos, por qué su señora se estaba comportando así.
—Alto—dijo Jisoo— Mejor envía un recado urgente a Lady Lisa para que venga.
—De acuerdo señora— la mujer hizo una reverencia antes de desaparecer de la vista de Jisoo.
—¡Pero quien te crees que eres!—gritó Rosé mientras encaraba a la pelinegra—No tienes el derecho de dar órdenes a mis empleados, a caso no sabes que soy la dueña de todo esto—dijo la rubia mientras le daba un leve empujón a Jisoo.
—Calmase Lady Rosé—dijo el médico mientras guiaba a la rubia hacia la cama.
—De verdad usted ¿no recuerda a Lady Jisoo?
—No, nunca la había visto, ¿Qué hace ella aquí? No puede ser un pariente ya que no tengo—la rubia observó a la pelinegra y pudo notar que cuando acabo de hablar, la preocupación y la tristeza invadieron el rostro de aquella mujer, la lágrimas de nuevo aparecieron en aquellos ojos negros.
—Lady Rosé le pido que mantenga la calma, probablemente el golpe ha hecho que olvide algunas cosas, por el momento no puedo hacer más que darle medicina para el dolor, espero que con el tiempo pueda volver a recordar—el doctor se dirigió a la puerta—Debe descansar y no alterarse eso puede aumentar la intensidad del dolor... Amm Lady Jisoo me acompaña.
Jisoo caminó hacia el doctor y ambos salieron de la habitación.
—Lamento mucho esto señora, por el momento ella necesita volver a su rutina y probablemente cuando lo haga los recuerdos le empiecen a volver, necesita tomar sus medicinas y procure que no se altere demasiado, sé que será un poco difícil ya que no la recuerda, pero no hay que perder la esperanza.
—Doctor, ¿Qué tan probable sea que ella no vuelva a recordar?— la voz de Jisoo sonaba rota.
El doctor dejó salir un suspiro— Existe un 50% de que lo haga y el otro 50% de que no, lo siento mi Lady— el médico hizo una reverencia y se fue.
Jisoo volvió a entrar a la habitación, y sus ojos se toparon con los de la rubia, quien ahora la miraba confundida desde la ventana.
—Entonces, dices que eres mi esposa ¿no?— Dijo mientras caminaba lentamente hacia Jisoo, ambas aún se miraban a los ojos.
—Sssssiii..ssi— Tartamudeó la pelinegra, se sentía nerviosa al verla acercarse, sintió su corazón latir con fuerza cuando vió la mirada de Rosé, como la de un león acechando su prensa.
De pronto se dió cuenta que se encontraban a muy poca distancia, Jisoo podía sentir la respiración de la rubia y de pronto sintió como sus mejillas se calentaban.
—Eres muy bonita, supongo que eso me atrapó— Habló Rosé suavemente, mientras acorralabá a la ruborizada muchacha contra la puerta, tenía sus brazos extendidos dejándola sin escape.
Jisoo bajo su mirada hacia los labios rosados de su esposa, quien los tenía entreabiertos, de pronto el ritmo de su respiración cambió y sintió la mano de Rosé acariciar su mejilla, sus ojos se encontraron de nuevo.
—¿Quieres que te bese? Supongo que no está mal ya que eres mía— la rubia rozó los labios de Jisoo con los dedos, sonrió al ver la cara roja de la pelinegra.
Se acercó hasta el punto en que sus labios rozaban con los de Jisoo.

Nota del autor:
Hola!! Espero que les guste! Gracias por leer!