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El sol comenzaba a salir entre las hermosas montañas de Altea dejando que sus rayos viajarán por todos los rincones de aquel rieno haciendo despertar a sus habitantes, bueno, casi todos.

En el castillo, en una de sus habitaciones, los rayos del sol no tenían permitido entrar, y en aquella recámara oscura su dueño se encontraba durmiendo comodamente en su inmensa cama. Nada o nadie podria despertar al principe de Altea.

Bueno. Casi nadie.

La puerta se abrio de un fuerte golpe dejando entrar a una figura femenina.

-Lance tienes que levantarte nos esperan para desayunar- Allura se dirigio al bulto de mantas gruñon que habia. -¡ya levantate!- una cabellera blanca se asomó entre las profundidades de las mantas.

-Te he dicho que toques antes de entrar Allura.- y con eso la cabellera volvio a undirse entre las sabanas. La chica solto un bufido, tomo las mantas con ambas manos y las arrojo a los pies de la cama. La figura de un chico aparecio una vez retiradas estas.

-¡¡ALLURA!!- el albino no parecia contento con las acciones de su hermana.

-Vístete rapido, nuestros padres quieren hablar con nosotros.- y con eso la princesa salio de la habitación de su hermano.

-Vístiti ripidi- imito la voz de la chica solto un bufido y se levanto de la cama. Dio un largo bostezo mientras se estiraba.

Se dirigio a su armario y, una vez abierto, estaba en una indesicion por que ropas usar. Estuvo quince minutos tratando de decidir hasta que por fin se decidio. Escogio unos pantalones color negro, una camisa blanca holgada y unas botas hasta las rodillas.Una vez vestido se arreglo el cabello.

Salio de su habitación y se dirigio al salón del trono saludaba algun que otro sirviente que se cruzará con el hasta llegar a su destino, pero lo que no noto fue que estaban apurados con sus tareas, las puertas fueron abiertas para el y se adentro a la gran habitación. En ella habia cuatro tronos, dos de ellos estaban siendo ocupados por sus respectivos dueños, el Rey y la Reina de Altea, su hermana ya se encontraba con ellos, una vez que sus dos hijos estuvieran presentes decidieron darles el anuncio que tenian para ambos.

-Se estaran preguntando por que los mande a llamar tan urgentemente.- la voz del rey se hizo presente en la habitacion creando un eco que rebotaba por las paredes. Ambos principes asintieron. -su madre y yo hemos estado hablando y creemos que ya es hora de que ambos tomen sus lugares como principes de Altea.- no entendian nada.

-¿A que se refiere padre?- esta vez fue la voz de la princesa quien hizo eco por la habitación.

-A lo que su padre se refiere querida es que pronto seran reyes y nesecitaran a alguien con quien compartir su vida- Lance entendio hacia donde se dirigia la conversación.

-¿Quieren decir que tendremos que contraer matrimonio con alguien?- el principe hizo presente su voz sus padres lo miraron y con una sonrisa ambos asintieron.

-Pero....¿con quien.?- Allura prengunto esta vez.

-Bueno eso es lo mas importante. Mi querido amigo, el Emperador Zarkon, me menciono que esta buscando matrimonio para sus dos hijos.- un silencio se apodero de la habitación.

-Esperen un segundo, ¿nos estan diciendo que nos comprometieron con los principes del imperio Galra?- Lance comenzo a ponerse nervioso, no veia a una garla desde aquella vez, su padre asintio y eso hizo que se pusiera mas nervioso. ¿Le acaban de decir que tendra que contraer matrimonio con uno de los principes del Imperio?

-No tardaran en llegar al reino, les pido que muestren buena postura y comportamiento, ahora les pido que vayan y se preparen para la ocasión.- y esa fue la gota que derramo el vaso.

-¡¿Llegaran hoy?!- la chillona voz del principe resono por todo el lugar.

-Lance no alces la voz, y respondiendo a tu pregunta, si llegaran dentro de unas horas.- la cara que hizo Lance al enterarse de todo esto debio de ser bastante graciosa ya que su hermana no paraba de reirse, incluso cuando salieron del gran salón. ¿matrimonio?, el en ningún momento se veia casandose con alguien y mas si ese alguien era el principe del imperio galra. Llego a su habitación y se tumbo en su gran y comoda cama, ya arreglada, acto de los criados.

-Yo, ¿casarme con uno de ellos?, ni de broma.- tres toques a la puerta hizieron que se levantara de la cama.-¿quien es?.- su voz parecia fustrada.

-Soy yo hijo, ¿puedo pasar?- la hermosa y melodiosa voz de su madre sono al otro lado de la puerta.

-Pasa...

La puerta se abrio dejando ver la figura de la reina, una vez adentro, sonrio a su hijo mientras se acercaba a el. Por alguna razon siempre podia confiar en su madre, la queria y la respetaba.

-¿Puedo?- el principe asintio y la reina se sento al lado de su hijo. -parece que no estas contento con esto, ¿o me equivoco?- su dulce voz inundo sus oidos.

-Esque... Aun no entiendo por que quieren que nos casemos asi tan derrepente y mucho menos con los principes del imperio, saben lo que pienso de ellos.- volteo a ver a su madre, la cual solo nego mientras reia por lo bajo.

-Hijo. Tu padre solo quiere lo mejor para ustedes el esta esperando que sean unos grandes reyes, pero no lo pueden hacer solos, necesitan a alguien quien los acompañe en el largo camino de la vida. Y respecto a lo otro, no todos ellos son iguales Lance.- una mano aterrizó en su cabeza y comenzo a acarisiarle su blanco cabello. -no importa que pase Lance siempre, siempre, estare contigo.- una sonrisa decoraba el hermoso rostro de la reina quien estaba dirigida para el joven principe, este abrazo a su querida madre, puso su carita en el pecho de la reina.

-Gracias madre...

-No hay de que hijo.- su mano seguia acariciando su cabellera blanca. -Ahora ahí que escoger las ropas que vas a usar.- una risa nacio desde el principe.

Muy a lo lejos por los hermosos campos de Altea un carruaje se acercaba al Palacio.

Mestizo [Klance Galtean AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora