Mestizo [Klance Galtean AU]

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Estaban entrando al territorio Alteano. No se sentía de humor para esto.

-Padre, ¿es necesario hacer esto?- el menor de los príncipes no estaba contento con la noticia que sus padres le hicieron saber a el y a su hermano mayor.

-Ya hablamos de esto Keith.- hablo su padre. -ademas, ¿no te da gusto volver a ver al príncipe Lance?- esa pregunta la había escuchado varias veces. Ya se la sabe de memoria.

-Ya les dije que no recuerdo muy bien al príncipe.- el galra menor se estaba molestando con eso.

-Ambos tenían una amistad muy linda.- su madre lo miraba con una sonrisa.

-Si, solías decir que eras su Guardia.- se burlo su hermano.

-Muérete Shiro.- Keith fulmino con la mirada a su hermano mayor.

-Tu solías hacer lo mismo Shiro.- menciono Honerva, Keith lo miró con burla.

-Aun recuerdo cuando Keith le dijo a la reina Melenor que el se casaría con su hijo.- menciono Zarkon riéndose.

-¡Padre!- Keith miro al galra mayor molesto y con un gran sonrojo.

Shiro estallo en risas.

-¡Y vaya que si lo harás!- apenas Shiro pudo formular esa frase con su ataque de risa.

-¡Shiro como no te calles te mando al otro mundo!

-¡Ya es suficiente!- Honerva se hizo oír entre los gritos de sus hijos.
-¡Quiero que cuando lleguemos se comporten como es debido!, ¡¿Entendido?!- ambos príncipes asintieron mientras se disculpaban con ella.

Es mejor no hacerla enojar.

-Emperador Zarkon.- un soldado galra se asomo por la ventana del carruaje. -Ya estamos llegando.- estaban entrando por el pueblo de Altea.
Toda la gente miraba al carruaje desplazándose por el pueblo.

Los niños alteanos miraban con asombró a los soldados Galra que rodeaban al carruaje.

-¡Mami, mami!, ¡mira a ese soldado, yo quiero ser uno cuando sea grande!- un niño jalaba la mano de su madre con entusiasmó al ver a aquéllos militares. Keith solo pudo sonreír al oír eso.

[...]

Los criados iban y venían por todos lados, los invitados casi llegaban, el rey Alfor se encontraba organizando algunas cosas. Allura estaba en su habitación con algunas criadas preparándose, para ver a su futuro esposo.

Lance, al igual que su hermana, se encontraba en su habitación junto con su madre escogiendo que ponerse.

-¿Que te parece este?- era el noveno traje que le mostraba a su madre.

-No me agrada.- era la novena vez que la reina le decía eso a su hijo. El príncipe gruño.

-Has dicho lo mismo de los demás, madre.- la reina se levanto de la cama dejando sola la pila de trajes anteriores que Lance se había probado.

-Solo quiero que mi hijo se vea guapo cuando conozca a su prometido.- se acerco al joven príncipe y le acaricio la mejilla.

-Si... Espera un minuto. ¿prometido?- el rostro de la reina cambio por unos momentos para luego volver a su sonrisa habitual.

-Ups, parece que arruine la sorpresa.- una risa comenzó a nacer en el silencio de la habitación. Lance abrió sus ojos como platos.

-¿¡Prometido?!- la pregunta del príncipe hizo que la risa de la reina aumentara.-¡¿o sea que ya lo conocieron?!- su madre paro su risa y lo miró confundida.