La cena transcurría normal, los Reyes hablando animadamente, los platillos exquisitos, los criados entrando y saliendo de vez en cuándo, si, todo transcurría normal. Pero su atención estaba en ese papel que le había sido entregado hace unos minutos.
Necesitó que vengas, es urgente.
¿Qué era lo que quería?, ¿Por qué no esperaba hasta mañana?
Sin duda era un dolor de cabeza, pensó.
-Bueno, bueno, ahora que todos están reunidos Zarkon y yo les tenemos una sorpresa.- eso si que le llamó la atención, olvidando la nota, miró a su padre esté sonreía de oreja a oreja.
-¿Qué es Padre?- escuchó a su hermana preguntar a su lado.
-Alfor y yo estuvimos hablando y llegamos a un acuerdo.- está vez fue Zarkon quién habló. -Shiro, Keith, no solo serán los prometidos de Allura y Lance.- guardó silencio por unos cortos segundos. -sino que también serán sus guardias personales.- y reino el silencio.
Esto no podía ser más peor, pensó.
-¿Qué quiere decir Padre?- preguntó Shiro un poco inseguro y confundido.
-Mi hermano está enterado de su compromiso, y el mandó una carta pidiéndome que les dijera está tarea, al parecer será parte de su entrenamiento cómo soldados.-finalizó, dejando una tensión que Lance creyó que podia cortar con su cuchillo.
Lance miró de reojo a Keith y si las miradas mataban, el rey Zarkon estaría muerto en ese momento.
-Eh hablado con Alfor, y está dispuesto a aceptar está petición.- volvió a hablar, señalando a su amigo.
-Sus cosas llegarán mañana por la mañana y su madre y yo nos iremos por la mañana temprano.- miró a sus hijos pero no estaban del todo contentos.Ya no puede ser peor, pensó Lance, tendría un prometido Galra ¿que también será su guardia?, sin duda el peor día de su vida.
[...]
-Y está es su habitación príncipe Keith.- Coran les mostraba sus nuevas habitaciones a los hermanos galra.
Era una habitación amplía, las paredes blancas, en la pared de enfrente dos grandes ventanales y en medió de éstos una chimenea con un enorme espejo, la cama también tenía un gran tamaño, con sábanas blancas cubriendola y con pabellones color menta que se encontraba en la pared de la derecha.
En la pared de la izquierda había un enorme ropero y había una puerta doble que daba al baño, a su lado descansaba una estantería de libros, seguido de un lindo escritorio, en medió había tres sillones que se veían comodos y en el techo colgaba un hermoso candelabro dorado. Keith pensó que nunca llegaría la oscuridad a ésa habitación.
-Es todo por hoy. Si me disculpa me retiró.- escuchó hablar a Coran tras él. -Póngase cómodo y aquí tiene ropa para dormir.- dicho éso le entregó las mencionadas.
-Gracias.- se limitó a decir. Coran asintió y se retiró a la planta de abajo.
Keith entró a su, ahora nueva, habitación debía admitir que era bonita, acogedora y elegante. Dejó la ropa en los pies de la cama y se dirigió a una de las ventanas, la vista era hermosa, un inmenso bosque se abría pasó a su vista y a lo lejos podía mirar tres picos que eran las montañas de ése maravilloso Reino.
-¿Admirando las vistas?- una voz se escuchó tras él, ya sabía quién era, giró sobre sus talones para encontrase con Shiro recargado en el marco de la puerta.
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Mestizo [Klance Galtean AU]
Fantasy-Y la princesa se casó con el príncipe. Y vivieron felices por siempre.- la reina Melenor termino la historia que tanto le gustaba a su hijo menor. -Mami.- el pequeño príncipe llamo a su madre. -Dime cariño.- su madre se acerco al timido niño. -¿Cre...