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-¡Keith!, ¡Keith!- Lance corría a saludar a un niño Galra de melena rebelde que se encontraba con el rey Zarkon y Alfor.

-¡Lance!- Keith soltó la mano de su padre para correr hacía Lance y se detuvieron al estar cerca uno del otro.

-¡Te extrañe mucho!- mencionó Lance con la respiración entrecortada por la carrerita que pegó con una enorme sonrisa que hasta podría doler.

-Yo también te extrañé.- murmuró Keith.

-Lance, ¿por que no llevas a Keith a jugar?, tengo que hablar de algo con su padre.- le pidió Alfor al pequeño Lance.

-¡Si papá!- respondió alegré el pequeño.

-Ve con el Keith.- pidió Zarkon al galra menor, el asintió y se fue con Lance a la habitación de esté.

-¡Quiero mostrarte algo, Keith!- dijo Lance a un león de peluche bajo su brazo.

-¿Qué es?- miró con curiosidad al otro niño.

-Coran me dijo que es una prueba.- dijo serio el alteano menor. Lo que hizo después dejó confundido a Keith.

-¿Qué haces?- preguntó a Lance, él había puesto una silla al frente y se subió en ella. -¡Lance bájate de ahí, te vas a lastimar!- advirtió Keith.

-¡No Keith, de eso se trata la prueba!- gritó alegré. -¡Tu me tienes que atrapar!- Keith lo miró por unos segundos con un signo de interrogación pintado en su cara.

-Pero.... ¿Cómo es la prueba?- preguntó preocupado el azabache. Lance le sonrió y luego se lanzó al aire.

-¡Atrapame!- Keith tardó unos segundos en reaccionar pero logró atrapar al pequeño Lance, ambos cayendo al suelo.

-¡¿Por que hiciste eso?!- miró al niño sobre él.

-¡Por que confío en ti!- le sonrió mostrando sus dientes blancos. Keith lo miró confundido. -Coran me dijo que cuándo una persona confía en otra persona, puede hacer y hablar lo que quiera con aquélla persona por que confía en ella.- explicó Lance.

-Pero pudiste haberte hecho dañó.- regaño. Y Lance negó con su cabecita.

-No, por que yo sabía que me atraparias, por que confío en ti Keith.- reposo su barbilla en el pecho del niño bajó el con una sonrisa.

Keith lo miró por unos segundos y tuvo que desviar su mirada a otro lado avergonzado.

-Es mi turno de atraparte.- Lance se levantó de Keith para ir por la silla.

-¿Qué?- asustado, Keith miraba como Lance empujaba la silla.

-Ahora es mi turno de atraparte.- volvió a repetir más alegré y emocionado.

-Yo no puedo Lance, soy más grande que tú, tal vez te pueda hacer daño.- dijo preocupado mirando a Lance.

-¡No me importa!- chillo Lance. -¡subete!- la emoción se le podía notar a kilómetros.

-No Lance.- negó al príncipe. Lance lo miró triste haciendo un puchero.

-P-pero.- comenzó a hipar. Keith le tomó de las manos.

-No necesito arrojarme de una silla para confiar en ti.- murmuró, tratando de calmarlo.

Después de eso, siguieron jugando un rato más hasta que a Lance se le comenzaron a cerrar sus ojitos por el sueño.

Mestizo [Klance Galtean AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora