CAPÍTULO 11
— ¡Oh vamos! ¡No seas aburrida! ¡Es tu cumpleaños! ¡Tenemos que hacerla grande! — Jourdan casi grita causando la atención de unos estudiantes a nuestro alrededor. Casi puedo jurar que sus suplicas se escucharon hasta el extremo este de China.
Desde que puse un pie en la escuela, Jourdan había estado molestándome toda la mañana con mi cumpleaños. El viernes sería primero de noviembre, mi cumpleaños, y por lo tanto constaría de alguna organización sobre una fiesta alocada en algún pub que mi amiga organizaría. No me molestaba, pero sus fiestas constaban en invitar a casi todo el continente europeo, estoy segura que si tuviera el número de alguien de Seattle o de Texas no dudaría en invitarlo y si pudiera; pagarle el boleto de avión para que asista a la celebración. Sus fiestas constaban en invitar personas que no conocía y que no estaba interesada en conocer. La única parte buena de todo aquel plan eran los regalos, no quería ser superficial; pero recibía buenos obsequios y eso era lo único que ansiaba cada año. El año anterior, había recibido varios libros que adornaban el librero de madera blanca en mi pequeño estudio, una pulsera con los dijes de mis iniciales; todos obsequios de mi papá. Jourdan me había regalo algunos discos de vinilo y me encantaba hacerlos sonar; relajaban y daban paz a mi hogar.
— Este año déjame descansar, Jourdan.– digo pesada. Estaba persiguiéndome por todo el instituto con su insistencia. No me siento con ánimos de siquiera salir a festejar mi cumpleaños.
Llegamos a las gradas, a nuestro lugar habitual y nos dedicamos a comer; ella por su parte las zanahorias y yo, un sándwich de pavo que Harry había preparado para mi en la mañana. Tan solo recordar a Harry moviéndose torpemente por mi cocina en busca de un tupper para guardar el sándwich hacia a mi corazón dar saltitos de alegría.
— Abuela Loughty.– murmura refunfuñando por mi respuesta.
— Solo son diecinueve años, Jou. – no era gran cosa. Aceptaría si quisiera tirar mi casa por la ventana cuando cumpliera veinte. Total, las señoras decían con un mucho optimismo que los veinte eran los nuevos cuarenta.
— ¡Pero es tu cumpleaños! Amiga, es un año más de vida.– hace una cara de tristeza y yo le devuelvo con una mueca.— Abuela, Loughty.
Suspiro, se que no cederá a una negativa y no me dejará en paz hasta obtener un sí.— Esta bien, organiza todo... – su cara se emociona.— Pero sin invitados desconocidos, Jourdan, no conozco a la mitad de la gente que invitas.
— ¡Pero ellos a ti si! – la miro seria. No quiero conocer a nadie nuevo.— Esta bien, esta bien... invitaré solo personas cercanas.
Se me hacía algo difícil de creer pero podría darle un voto de confianza, sabía que me arrepentiría como en años anteriores. Una sonrisa inevitable se forma en mi cara, me hacia gracia su ternura con la que se preocupa por mi y el empeño que le pone para poder pasármela bien ese día, era realmente la mejor amiga. Sabía que ella sola podría encargarse de la fiesta, ademas de ser una excelente periodista-espía también era una excepcional organizadora de eventos.
Lo suyo era meterse en los asuntos de los demás. Se le daba demasiado bien.
— ¿Has obtenido algo sobre la relación de Annabell y Harry? – pregunto cuando la veo pasar con el séquito de amigas que se carga tras ella. Camina toda despampanante y con una sonrisa malévola en la cara veo acercarse a Niall, quien está recargado en un árbol, el rubio como puede intenta huir de ella pero le encaja las uñas en su brazo y lo detiene, los veo caminar juntos al interior de las instalaciones.
— Las que comparten salón con Harry dicen que ayer llegaron juntos a la escuela y que se fueron a la mitad de clases.– se encoge de hombros.
Sentía una punzada en el estómago, como coraje contenido. La idea de simplemente verlo con ella me retorcía el alma, lo había dejado claro. Podía morirme ahora mismo de la cólera.
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Tropiezo. | H.S |. #Wattys2020
Fanfiction¿Las H son de problemas? Hay ciertas cosas que no te cuentas en las historias de amor, cosas negativas, destructivas, e incluso, enfermizas, y con las que uno carga día a día y eso lo tenía muy claro Harriet Loughty, tenía claro su final si seguía...