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El grito de Nicole cuando llegó a la fiesta le sacó de su ensimismamiento. Él volteó hacia la puerta, por la que ella acababa de entrar, y vio que abrazaba efusivamente a Fernando. Sin embargo, eso no fue lo que le llamó la atención, sino el chico que estaba justo detrás de ella.

Nicole se apartó y dijo unas palabras que Gustavo no pudo escuchar por la distancia, mientras señalaba al rubio a su lado; lo reconoció como el novio por las fotos en Instagram. Fernando extendió la mano hacia el chico, presentándose, y el recién llegado hizo lo mismo, con su otra mano adherida a la de Nicole como si fuera un parásito.

El moreno hizo un gesto hacia Gustavo y la mirada de Nicole se posó en él, lo que lo puso inmediatamente alerta. Segundos después se acercaron todos.

Nicole se detuvo justo frente a él, mordiendo su labio inferior, sonriendo. Había soltado la mano del rubio, que había quedado rezagado detrás del sillón en el que Gustavo estaba sentado en ese momento.

—¿Acaso no me vas a saludar?

—Tú eres la que acaba de llegar, ¿no?


***

Luego del abrazo que le dio la chica (no tan efusivo como el que le dio a Fernando, cabía destacar), y de que le presentara al tal Daniel-carita-de-jeva-seguro-tiene-el-güevo-chiquito, no volvieron a hablar en toda la noche. Él había empezado a tomar más de la cuenta y las chicas en la fiesta no le llamaban la atención en lo absoluto, y aun así no podía parar de mirar de reojo a la linda pareja sentada a unos cinco metros.

—¿Qué tienes, pues? —él le dedicó una mirada a la morena que acababa de sentarse a su lado. Él le sonrió perezosamente y negó con la cabeza, para luego darle un pequeño beso en los nudillos.

—Nada, amor. ¿Dónde estabas?

—Fui a acompañar a Jefferson a buscar a unas amigas. ¿Y tú qué hiciste?

—Nada interesante. Recibí a una vieja amiga que acaba de llegar de Chile con su novio.

—¿Qué tan vieja amiga?

—La conozco desde que tenía como... dieciséis. —dijo él asintiendo lentamente.

Yoxcely alzó ambas cejas impresionada—. Eso es demasiado. ¿Y aún no le has presentado a tu novia, amor? —dijo ella haciendo un puchero, inclinándose un poco hacia él. Gustavo depositó un pequeño beso en sus labios, haciéndola sonreír.

—Dentro de un ratico te la presento, beba.

Había comenzado a hablar con Yoxcely desde que la había conocido el día de la grabación del video, y desde ese día le había llamado mucho la atención. Recordaba que la había visto al día siguiente del video, en una fiesta promocional que habían hecho.

A partir de ahí, ella le había escrito y habían salido mucho. El problema era que eso había sido hace un par de semanas, y él se sentía tan vacío que ya eran novios.

—Voy a ver cómo está todo lo de la presentación de hoy, ¿sí? —dijo Yoxcely, y Gustavo asintió.

Hoy tendrían otra presentación sorpresa, pero esta sería de todo el grupo. Él la vio desaparecer entre el mar de gente y en ese momento notó que le faltaba una bebida. Se levantó, dirigiéndose a la barra, donde pidió cualquier cosa. Comenzó a tamborilear la superficie de la barra mientras esperaba, dándole un vistazo a todo el lugar, hasta que su mirada se posó en una menuda chica que acababa de salir a la terraza y ahora miraba el cielo.

Esta muchacha tenía que ser loca.

El chico que atendía el bar le entregó la bebida, pero él ni lo notó porque ya se había escurrido por las puertas corredizas hacia la terraza, observando la silueta del cuerpo de Nicole a la luz de la luna, apoyada contra el barandal.

Pronto ella sintió su presencia, y se volvió lentamente, mirándolo sobre su hombro.

Antes de que ella pudiera decir algo, él habló— ¿Qué haces aquí sola?

—Como que Daniel les cayó bien a los muchachos y ahora está allá jugando pool.

—¿Te botó por jugar pool con los maricos aquellos? Qué lindo novio.

No le gustaba meter púas, pero esa se le salió. Ella dejó escapar una risa ahogada, y volvió a mirar hacia adelante, dándole a Gustavo la oportunidad de acercarse y pararse junto a ella.

—¿Y la morena con la que estabas qué? ¿También te abandonó?

—Fue a revisar cómo va todo con las vainas de la presentación de ahora.

Nicole asintió lentamente.

—No sabía que tenías novio.

—Lo conocí poco después de llegar a Chile. Él es de aquí, por eso viene de visita cada cierto tiempo a ver a su madre. —agregó ella.

—Verga, me olvidas rápido.

Era la segunda que se le salía. Se sintió estúpido en cuanto lo dijo, pero se sintió mejor cuando Nicole comenzó a reírse. Parece que lo había tomado bien.

—¿De qué te ríes?

—De que andas ahí de tóxico.

—¿Tóxico? Dije algo normal, va pues.

—Bueno, en tal caso tú también me olvidaste, ¿no? Te vi muy meloso con aquella. ¿Es tu novia? ¿Te gusta mucho?

No.

—Sí.

—¿Sí? —Nicole alzó una ceja—. ¿Desde hace cuánto? No sabía que eras de tener novia.

—Normal.

—Es linda.

—Yo sé.

Nicole asintió y se formó un silencio de nuevo. Tenía ganas de decirle que Yoxcely estaba ahí sólo para calentarlo, pero en lugar de eso sólo le dio un pequeño golpesito al barandal y comenzó a alejarse, dispuesto a entrar a la casa.

Había decidido que ya no estaba para los juegos de esta chica.

—Gustavo. —él se detuvo de súbito ante la mención de su nombre. Vio la duda en el rostro de Nicole, hasta que finalmente se dignó a hablar, con la mirada aún pegada en el suelo—. ¿De verdad te gusta esa muchacha?

Quise poner un poquito de toxicidad aquí, porque faltaba. 

¿Cómo lo haces? «Big Soto»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora