Daddy Issues

XIV

Sebastián Michaelis nunca ha visto por alguien más que si mismo. Nunca le interesó ni importó.

Su hermano menor desde el principio era muy independiente y la ausencia de sus padres en casi todo momento lo obligó a ser independiente de todos también. Era muy social de eso no hay duda, en su adolescencia solo se la viva en fiestas y acostandose con la chica de turno.
En la adultez temprana su manager se ocupaba de todos esos asuntos burocráticos, no lo mal entiendas no es tonto, para nada, no tiene ni un pelo de tonto aquel muchacho, siempre sabe en lo que se mete y lee circuspectivamente cada línea de sus contratos, es solo que deja la parte 'aburrida' a Adam.

Entoces ¿Cómo alguien que nunca ha tomado cuidado por alguien fuera de si mismo, cuidar a un niño? Eso es lo que se preguntaba el pelinegro mientras veía a Ciel desayunar cereal con leche.
Estaba consciente de que no era el desayuno más nutritivo pero era lo único que hay en la cosina, no acostumbra comer en su departamento, usualmente come en restaurantes junto a compañeros de trabajo y socios importantes de la industria, sin embargo hace unos meses, adoptó la costumbre de comer en el cafe de Sally a causa del mismo niño que ahora tiene enfrente.
-"¿Tú no vas a comer?"- preguntó con las mejillas llenas.
-"no tengo hambre, acostumbro a desayunar un poco más tarde"-
-"...uhmn eso no esta bien, el desayuno es la comida más importante del día"-dijo con un dedito alzado implicando cátedra.
Al mayor le hubira dado mucha gracia aquella actitud, de no ser porque es cierto y él sólo le esta dando un cereal azucarado y leche de caja.

-"Tienes razón Ciel, vamos a desayunar, ponte tu caqueta y lleva tu mochila"- dijo el mayor tomando las llaves.

Era la primera vez que el menor comeria en un restaurante extraño, casi siempre comía con Sally o sino a restaurentes donde antaño tenian cenas familiares.

Así que, naturalmente se mostró tímido y sujetó la mano del mayor al entrar al dichoso restaurante, condujeron aproximadamente 45 minutos para llegar hasta ahí, era un lugar apartado de la ciudad londinense, los árboles y las llanuras estaban en todos lados donde volteara, también habian algunos pastizales a los lejos donde pastaban pequeños ganados. A Ciel le encantó esta vista pareciera sacada de un libró. -"wow, este lugar es fantástico, Seb! Es cómo el hobbit"- dijo llamando la atención del pelinegro que estaba discutiendo sobre la reservación que habia hecho antes de salir de su Penthouse.
-"si, tienes razón"- dijo distraídamemte sin escucharlo realmente -"¿Puedo ir a explorar?"-
-"Si, claro, Ciel. No señorita yo claramente pedí la mesa de..."- continuó con lo suyo.
Ciel se alejó un poco, debatiendose entre explorar dentro del restaurante o a la inmensa área verde que le rodea, optó por dentro, quería pasear afuera acompañado de Sebastián, para el sería un buen recuerdo.

Nunca había estado en uno así de grande, era como 5 veces mas grande que la familiar cafetería.
Pasaba desapercibido por todos los comensales y meseros gracias a su tamaño y llegó hasta el gran balcón, se asomó sujetando el barandal y vio como se extendía ante él el gran océano -"Wow..."-
-"Muy bonito no?"- dio un brinquito del susto que le dio la voz desconocida -"jaja lo siento por asustarte, no era mi intención"- dijo el chico, era como 15 cm más grande que él y adifencia de Ciel que conservaba sus rasgos aniñados, él se veia claramente como un adolecente.

Cuando al fin aclare lo de la bendita reservación volte a mi costado en busca de Ciel, pero no había nadie ahí, solo su mochila recargada en un florero de la decoración, rapidamente la tome y voltee a todos lados intantando divisarlo con la mirada -"Señor, es por aquí ...¿señor?"-
-"mi...niño, no encuentro a mi niño"- dije dandole a entender mi situación y evitar preguntas.
-"lo ayudaremos a buscar"-
-"gracias, es pequeño, ojos azules, cabello azul grisaceo y tiene un puesto un gran suéter amarillo"-
Sin más comencé a buscarlo dentro mientras que otros meseros también.

'Como es posible? Solomente me distraje unos segundos, ni siquiera tiene su mochila con sus medicinas consigo, cómo lo pude perder y justo en una ciudad que no conoce' pensaba cada vez más desesperado, llegué al balcón pero no había ni rastro de mi azulino.
-"No puedo creer que se trate de ti..., al fin sales de tu escondite"-la molesta voz suena a mi espalda, es lo único que me faltaba para empeorar el día.
-"No tengo tiempo para ti, William"- dije volteandolo a ver.
-"En realidad yo no te busco, vine a llamarte de parte de un niño que encontró Alois y ha estado llorando por media hora sin para en nuestra mesa"-.

-"ya no llores si?, vamos tranquilo, de seguro William ya encontró a tu papá"- Alois estaba abrazando intentando comsolarlo.
-"Sebastián no es mi papá..."- se limpió las lagrimas con su puño -"es mi Príncipe"- eso dejo sin habla al rubio -"¿A qué te refieres, pequeño Ciel?"-
-"Él no es como los demás, siempre me cuida y me protege, me siento seguro a su lado"-
-"oow, no te preocupes lo encontraremos, William se encargará ya no llores te va a dar hipo, mejor ten, acabate tu chocolate antes de se enfrie si?"-
-"uhnm"-" asintió levemente y tomó la taza entre sus manos mientras que el adolescente mayor le acaciaba la espalda. Y si, fui testigo de todo, parece que Alois no es solo la rubia superficial que parece, también es humano.

-"¡Ciel!"- rápido levantó la mirada y se echó a correr hasta llegar a mis brazos y resivirlo con un fuerte abrazo, con las miradas incrédulas del de lentes y el rubio.
-"¡¿Tú?!"- gritó Alois.
-"Seby,"- dijo una vez en el suelo"- él es Alois me ayudó cuando tenía miedo de estar perdido, es tan amable"- Alois se sonrojo por eso -"podemos comer con él."- tomó mi mano prácticamente arrastrandome hasta él y atrás de nosotros apareció William -"Tienes mucho que contar Michelis..."-.