Daddy Issues

Pediatra

‹Tu qué?›
«Mi príncipe, Sebastian es mi príncipe»
No le tomó mucha importancia. En realidad, en su momento, Claude también había recibido el título del 'principe' de Ciel.

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«Hornea las galletas más deliciosas que he probado que he probado, siempre es tan apuesto, genial y guapo...»
Su interés para con el pelinegro había durado demasiado, ya no era un simple capricho infantil, del cuál está acostumbrado. Porque si, el niño se ha apegado con muchas personas antes, estuvo semanas escuchando maravillas sobre Finny, cosas buenas sobre Bard y anécdotas con Mey-Rin. Sin embargo, el niño azulino no parecía tener suficiente de Sebastian.

Así se volvió común escuchar maravillas sobre su hermano mayor, y entre más escuchaba, más examinaba cómo Ciel se refería a él, los días cuando pasaba más o menor tiempo con el mayor, llegó a una conclusión preocupante; Ciel había desarrollado una dependencia emocional.

Hasta que un día...

-"...un beso"- empezó con una estúpida timidez -"se sintió bien, me hizo cosquillas en mi estómago y mis labios todavía se sienten cálidos, me gustó mucho¿Por qué los de él se sienten así? ... Tú me dijiste..."- me miró un instante -"Que un beso no siempre significa amor. Que no todos los que quieren basarte te aman, pero... Con Sebastián yo- creo que Sebastian si me quiere de verdad... él es- él nunca me haría daño"-

Ya lo suponía, pero tenía que preguntar.

-"¿Dónde exactamente te besó?"-

-"Aquí"- se llevó sus dedos de marfil a sus labios.

Fue necesario cerrar la ventana: la lluvia golpeteaba contra el alféizar y salpicaba el parquet y los sillones. Claude la cerró con una lentitud irritante casi hecha a propósito.
Aún mirando a través del cristal empañado comenzó.

-"En el psicoanálisis, hay diferentes formas de saber si un niño ha sido abusado-" empezó a explicar cómo si fuera estúpido -" una de estás es el retroceso de comportamientos, por ejemplo; mojar la cama. También conducta sexual ajena a su edad."-
-"Sebastián...-" al volteó, pero hubiera preferido que siguiera de espaldas.-"¿...En serio tú- qué quieres con Ciel?"- nunca antes había escuchado vacilación en su voz, cuando hablaba era como un sable, cortante y preciso.
-"Supongo que comenzaste la conversación numerado los síntomas de abuso porque se volvieron a manifestar"- comencé, era lógico que iba a reaccionar el niño así, sin embargo me sorprendió el tacto con el que el frío y calculador Claude me iba a confesar sus traumáticos antecedentes, lastima que ya lo sabía; o eso es lo que pensaba iba a hacer.
-"ya se lo que le pasó...de algún modo él mismo me lo dijo, de una manera vaga pero no era necesario ser un genio para saltar a conclusiones de lo que le pasó."- apreté la quijada tratando de controlar la cólera que hervía en mi ser cada que lo recordaba.

Se quedó en silencio un momento, llenando la habitación de una atmósfera pesada que se rompió al mismo tiempo que rio, una risa pequeña y fallida en contener. Negó con la cabeza y apartó la mira hacia el techo, tomó una profunda bocanada de aire y volvió a mirarme.
-"eres increíble"-
-"..."-
-"¿Puedo saber exactamente cómo Ciel te lo dijo?"-.
Una mano fantasmal estrujó mi corazón y juro que por un instante dejo de latir, al mismo instante que palidecia.
Está vez fue mi turno de bajar la mirada e inconcientemente retroceder un paso.
-"No tienes excusa, y no digas nada aparte de responder mis preguntas, que no te escucharé"- nunca había sentido miedo por otro hombre, siempre fuí fuerte y audaz y mi melagomanía fue imposible sentirme inferior, pero ahora siento como mi hermano menor se imponia ante mí convirtiéndose en una amenaza latente. No me dí cuenta que mis manos temblablan.

-"Estás sacando las cosas fuera de contexto, déjame expl-"-
-"¿En serio besaste a Ciel? ¡¿Enserio lo hiciste?!"- mientras él avanzaba hacia mí yo me sentí acorralado.
-"Eres igual que yo"-
-"...¿Qué quieres decir?"-
-"Estas con con alguien mucho más joven que tú"-
-"No"- soltó casi como una risita -"A diferencia de Ciel, Alois es un adulto funcional, esta muy conciente de lo que es y lo que quiere, no tiene transtornos ni enfermedades que le impidan elegir con autonomía. El consensual de Alois si vale! "-
-"No, Sebastián. No sé que pensarás en esa retorcida mente tuya, pero a mis ojos estás abusando de la persona más vulnerable que te pudiste encontrar. No solo le llevas demasiados años, él no es capaz de tener una relación. ¿Estás seguro que es realmente lo que quiere? ¡Dios! ¡No eres diferente a su padre!"-

Nunca me considere una persona impulsiva, entonces no me explico cómo fue yo di el primer golpe. Él retrocedió aún sin entender lo que pasó, ambos.
Sus gafas calleron en algún lugar de la sal de espera y detrás de la puerta del consultorio se escuchó un casi inaudible "¿Sebastian?".
Obviamente él regreso el golpe, con más fuerza de la que imaginaria capaz, sentí que algo trono cuando sus nudillos golpearon contra mi nariz. La parte lógica de mi cerebro, sabía que lo que hize fue un error, ya no había vuelta atrás, se había fracturado nuestra relación irreversiblemente. Todo esto mientras seguíamos golpeándonos, dando golpes más fuerte, más contundentes que el otro. Me tomo del la camisa y estrelló contra la pared, solo así lo pude ver, su pómulo morado y de su labio roto escurría sangre manchando su costosa camisa.
-"No dejaré que lo vuelvas a ver"-

La realización me golpeó como camión.
¿Qué más podía hacer ahora? Claude se llevaría a Ciel, él le diría a Sally, no le dirán a la policía porque es insuficiente para consideraarse un delito, si es que lo hacen talvez pase todo mi vida tomando medicina que reduce mi deseo sexual. Había investigado y si, si existen tratamientos para esta parafilia.
Los golpes en la puerta se hicieron más fuertes y sus gritos también.
-"¡¿Sebastian?!¡¿Claude!? ¿Que pasa? ¡Déjenme salir!"-

-"Vete"-

-"¿¡Sebastian!? ¡Ayúdame, estoy encerrado!"-

-"Esto es lo mejor, era inevitable"-

-"¡Sebastian! ¡No me dejes!"-

-"Vete ahora"-
-"Por tu propio bien y el de él, vete y mantenerte lejos"-

-"¡Me prometiste que te ibas a quedar conmigo hasta el final!"-